El desconocimiento y el miedo a las estafas se encuentran entre los limitantes a la hora de comprar en internet. Pero la red si se usa con prudencia es segura
A estas alturas la revolución de internetya no es una sorpresa para nadie. Ha pasado de ser un medio de intercambio de información a ser un medio de intercambio económico a nivel mundial. Así como es el soporte para toda una serie de herramientas que se han vuelto imprescindibles en nuestra vida cotidiana para trabajar, para socializar, como forma de ocio o simplemente para convivir en esta nueva sociedad 2.0. El desconocimiento y el miedo a las estafas se encuentran entre los limitantes a la hora de comprar en internet. Pero la red si se usa con prudencia es segura. En primer lugar se debe comprar en páginas seguras, aquellas que muestren un servidor seguro y que puede reconocer porque la dirección empieza por “https”.
A ello, hay que recordar que la red es la mayor fuente de información actual, por tanto se puede buscar y localizar datos de la empresa oferente para tomar la decisión de si es de interés comprar en ella. Igual que en las compras físicas se debe guardar todos los documentos de las operaciones de la compra, contratos, correos electrónicos o pantallazos de la operación de compra. Para posteriores actuaciones si por desgracia fueran necesarias.
Hay que recordar que el hecho de aceptar el contrato de compra no exige aceptar cláusulas contrarias a la ley de consumidores. En todo el proceso de la compra se debe solicitar información para que quede claro qué gastos afrontar, caso de impuestos o de gastos de transporte. En todo caso, la ley establece que el consumidor tiene derecho a la devolución y el plazo es de hasta 14 días. La ley establece que tiene derecho a que la web le ofrezca distintas formas de pago sin poder cobrar un sobrecoste por el servicio. Hay que tener en cuenta el derecho a la devolución porque si no está satisfecho con su uso en caso de productos pero no así en el caso de los servicios ya que el que haya decidido usarlo implica una aceptación del mismo.
Además, existen productos en los que la ley no permite tal derecho al desistimiento, como los alimentarios o aquellos que han encargado de forma personalizada. Todas las tiendas del come cio electrónico tienen la obligación de tener a la vista un modo de contacto con el cliente y en caso de ser un teléfono no puede ser de cobro adicional (estos son lo que empiezan por 905, 907, etc). En el mundo del comercio electrónico cada vez tiene más éxito modelos de negocio como Amazon, o Alibaba, modelos llamados “marketplace” donde se enlazan empresas y clientes. En este caso la empresa intermediaria es responsable de las operaciones de venta. En caso de iniciar una reclamación debe tener en cuenta donde está ubicada la empresa. Si la ubicación es España puede dirigirse a los centros de atención al consumidor, en caso de tener el domicilio fiscal en Europa puede cursar la reclamación en el centro Centro Europeo de Información al Consumidor.
Si la empresa se ubica fuera de la Unión Europa no existen mecanismos para presentar la correspondiente reclamación y solo queda reclamar ante la empresa o el tribunal del país de origen. Por último, recuerde que los problemas del proceso de transporte, por retrasos o daños del transportista ustedes debe llevar la reclamación a la empresa vendedora que es la responsable.
