Las empresas deben cambiar las prácticas tradicionales y buscar nuevas ventajas competitivas basadas en la combinación de estos tres factores al mismo tiempo.
La evolución del modelo económico demuestra que hay nuevas y mejores maneras de desarrollar productos innovadores, de servir mercados, así como de construir empresas más productivas, cuando se introduce el concepto de sostenibilidad. El desarrollo es sostenible y auténtico sólo cuando los tres factores del crecimiento (economía, sociedad y medio ambiente) se combinan de forma armoniosa. Las empresas deben cambiar las prácticas tradicionales y buscar nuevas ventajas competitivas basadas en la combinación de estos tres factores al mismo tiempo.
Según M. Porter y M. Kramer, la lógica empresarial hace cada vez más evidente que ninguna empresa puede ser exitosa si la comunidad donde opera no lo es. La competitividad de una empresa y la salud de las comunidades donde opera están fuertemente entrelazadas. Una empresa necesita una comunidad exitosa, no sólo para crear demanda por sus productos, sino también para brindar activos públicos cruciales y un entorno que apoye al negocio. Una comunidad necesita empresas exitosas que ofrezcan empleos y oportunidades de creación de riqueza para sus ciudadanos. Por tanto, el concepto de valor compartido puede ser definido como las políticas y las prácticas operativas que mejoran la competitividad de una empresa a la vez que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera.
Por tanto, la creación de valor compartido se orienta a identificar y expandir las conexiones entre el progreso económico y social. Este enfoque aborda los daños y las limitaciones sociales, pero sin suponer necesariamente mayores costes para las empresas, ya que incorpora nuevas tecnologías, métodos operacionales, nuevos enfoques de gestión, etc... para continuar innovando. En definitiva, la Creación de Valor Compartido (CVC) significa, por tanto, la creación de valor económico de una forma que también cree valor para la sociedad.
Las empresas son las únicas que generan Valor Compartido y pueden hacerlo a través de varias alternativas dde acción. La primera sería desarrollar nuevos productos o servicios que ayudan a la gente a vivir mejor o a dar respuesta a una necesidad. La segunda sería el logro de una mayor eficiencia en la cadena de valor, mejorando el manejo eficiente de los recursos de agua, energía y residuos sólidos con efectos sobre el medio ambiente. La tercera, apoyar el fortalecimiento de proveedores o distribuidores locales. Y, en última instancia, también, participando activamente en los clusters o aglomeraciones de empresas, instituciones educativas, entidades públicas y gremios relacionadas con un mismo sector para impulsar de forma colectiva a su competitividad.
La creación de valor compartido supone entonces el cumplimiento de leyes y estándares éticos, así como la mitigación de cualquier ineficiencia causada por la empresa, pero es mucho más que eso. La oportunidad de crear valor económico mediante la creación de valor para la sociedad será una de las fuerzas más poderosas que impulsará el crecimiento en la economía global. Esta idea representa una nueva forma de entender a los clientes, la productividad y las influencias externas en el éxito corporativo.
El valor compartido debería reemplazar a la responsabilidad social empresarial (RSE) como guía de las inversiones de las empresas en sus comunidades. Mientras que la CVC aprovecha los recursos únicos de una empresa para crear valor económico creando valor social –y es parte integral de la rentabilidad y posicionamiento de una empresa–, la RSE pone el foco, fundamentalmente, en la reputación y tiene una conexión limitada con el negocio, lo cual hace que sea difícil de justificar y mantener en el largo plazo.
En opinión de M. Porter, las empresas que tengan como estrategia la creación de valor compartido son las que van a tener éxito en los próximos 20 años. El valor compartido es por tanto la oportunidad de crecimiento y de innovación más grande de la economía global, y el siguiente capítulo en la mentalidad de los gerentes.
