CREANDO MARCA

La eólica marina se abre paso y ofrece un nuevo nicho de empleo

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photo_camera Iberdrola cuenta en Reino Unido con el parque eólico marino de West of Duddon Sands.

Un estudio de la Universidad de Santiago calcula que en 2030 podría haber 500 megavatios de eólica marina en España y crear unos tres mil empleos

Frente a la costa norte de Alemania, a 75 kilómetros mar adentro, se construye el gran parque eólico marino Wikinger con una inversión de 1.400 millones. Iberdrola es la concesionaria del proyecto y los jackets (las estructuras que se anclan al fondo del mar) se fabrican en Ferrol, mientras que la asturiana Windar se ocupa de las 70 torres. 


Las empresas españolas, y entre ellas algunas gallegas, ya están trabajando en un sector que en España apenas tiene implantación, por lo que el futuro está por delante para desarrollar un nicho de empleo cualificado. En Vigo ya hay empresas que están trabajando para este tipo de proyectos en otros países.


Los profesores del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago Pedro Varela y María del Carmen Sánchez han realizado un estudio sobre la energía eólica marina y su futuro desarrollo en España que han publicado en la revista científica “Renewable Energy” y concluyen que la producción podría alcanzar 500 megavatios en España a finales de 2030 y crear 2.850 empleos, 3,73 empleos por megavatio instalado.


El estudio “Estimación de los efectos potenciales de la energía eólica marina en España (Estimation of the potential effects of offshore wind on the Spanish economy; Renewable Energy (2017), basado en la metodología input-output y el análisis de la cadena de valor sectorial, estima el impacto económico (empleo directo e indirecto y contribución al PIB), que potencialmente podría crear la energía eólica marina en el horizonte 2016-2030 en España. Asimismo, en dicha cuantificación se tiene en cuenta el ciclo de vida de los parques eólicos marinos.


El profesor Pedro Varela explica que “las estimaciones se basan en unos escenarios modestos, basados en proyecciones de la patronal europea Wind Europe” en relación a la evolución de la potencia instalada de eólica marina. En este sentido, en el escenario optimista de este estudio, se contempla un máximo de 500 MW instalados en España para finales de 2030, cifra que Varela considera “reducida en comparación a los principales mercados mundiales actuales”, que son Reino Unido, Alemania, China y Dinamarca. Esta cifra supondría multiplicar por 100 la potencia instalada actualmente, que que apenas hay 5 megavatios en proyectos piloto.


Además, estiman una considerable creación de empleo a pesar de un limitado crecimiento de la potencia instalada. Así, “en el escenario optimista el sector eólico marino contaría con aproximadamente 2.850 puestos de empleo anuales a tiempo completo en el año 2028, en concreto 3,73 empleos por MW instalado”, precisa Pedro Varela. El empleo se generaría principalmente en actividades industriales vinculadas con la fabricación de los componentes de los aerogeneradores y su instalación. 


Pedro Varela señala que “comparando los datos de empleo y contribución al PIB, se constata que el sector es intensivo en capital”.
La mayoría del empleo depende de la instalación de nueva potencia, por lo que la inestabilidad institucional podría suponer un obstáculo al desarrollo sectorial.

Políticas de promoción


Consideran los autores del estudio que las políticas de promoción sectorial son clave para incrementar el tamaño del mercado local (potencia instalada) y proveer de una estabilidad a largo plazo, que permitirá reducir la volatilidad y asegurar las inversiones necesarias. La estabilidad legislativa supone un pilar primordial, puesto que el sector es intensivo en capital. Dado que la creación de empleo depende, en gran medida, de la instalación de nueva potencia, los autores proponen establecer políticas públicas que favorezcan la difusión de esta energía renovable. En este sentido, proponen concursos eólicos multicriterio específicos para esta tecnología o incentivos económicos (como primas). 


El incremento de la potencia instalada podría facilitar el incremento de la masa crítica de agentes en el sector, puesto que existe un gran abanico de agentes presentes en el sector naval y de la energía offshore (marina) en España y Galicia (Vigo y Ferrol).
Pedro Varela considera que “estamos perdiendo un tren para el sector industrial de Vigo que podría aprovecharse, porque las empresas ya existen y están trabajando para otros países”.


Destaca el profesor de la Universidad de Santiago que ya existe una organización, el Galician Offshore Energy Group dentro de Asime, que trata de abrir mercados. Para Varela “es una oportunidad para diversificar el sector industrial gallego”.
En este sentido recuerda que Asime trata de impulsar un parque experimental de 50 megavatios que podría ser un buen inicio para esta energía en Galicia.


Además quiere romper una lanza en favor de la imagen pública de esta energía, que ha evolucionado mucho en los últimos años y su impacto en el ecosistema se ha reducido con estructuras flotantes que pueden estar a mucha distancia de la costa.

EL SECTOR SE DUPLICA EN EUROPA

as inversiones de energía eólica marina en Europa se duplicaron en 2015 hasta los 13.300 millones  de Euros con un total de 3.019 MW en nueva capacidad, según un informe de European Wind Energy Association (EWEA). A nivel mundial, las instalaciones eólicas crecieron  un 25% en 2014, alcanzando un hito de 62.000 MW de capacidad, de acuerdo con un informe  de Bloomberg Enregy.

En Europa, un total de 3.019 MW de nueva capacidad eólica en el mar entró en funcionamiento en aguas europeas en el año 2015, más del doble de lo que estaba conectado a la red en 2014. La capacidad total de energía eólica marina en Europa es ahora de 11.027 MW.

Los tres líderes de Europa son Alemania, el Reino Unido y los Países Bajos.

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