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La financiación que no despega

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photo_camera De Izquierda a derecha: Manuel Rodríguez, Alfonso Pérez, David Martínez, Manuel Todea, José Posada y Luis Hermida-Cachalvite.

La crisis que acaba de sufrir la sociedad española está produciendo un cambio en la cultura financiera de las empresas, y el crédito  aún no ha llegado al sector de la economía

La crisis que acaba de sufrir la sociedad española está produciendo un cambio en la cultura financiera de las empresas, y el crédito que se dice empieza a fluir, aún no ha llegado al sector de la economía de las PYMEs como se espera, pero se observa un cambio de tendencia.  Así lo ven los economistas del Faladoiro Económico que organiza el Colegio de Economistas de Ourense,  y que en esta 2ª sesión, se han reunido para hablar sobre financiación empresarial.
En esta ocasión acudieron a El Cercano, sitio que acoge estos encuentros,  Alfonso Santiago Pérez, Manuel Rodríguez , Luis Hermida-Cachalvite, José Manuel Posada y Manuel  Todea.  David Martínez como coordinador de esta iniciativa expuso los diversos aspectos a tratar: las dudas sobre la llegada de recursos a las PYMEs, la existencia de nuevos instrumentos financieros, los microcréditos, el crowfunding, las pólizas de crédito, subvenciones y ayudas públicas, el tema concursal  o la ley de segunda oportunidad. Temas que sirvieron de arranque ante lo que una vez más fue una jornada de aportación de ideas desde el Colegio de Economistas de Ourense.


Un faladoiro que abordó temas vinculados directamente con la financiación y los efectos de la crisis en la cultura financiera, así como los nuevos planteamientos de las entidades financieras ante sus clientes, y la necesidad de un cambio en la formación y en la cultura empresarial, que de alguna manera se deberá de ver apoyada por los profesionales economistas, y en concreto en la necesidad de expertos que dirijan a las empresas y en especial a las PYMEs, en un nuevo marco financiero del que los economistas presentes consensuaron en aspectos como:
• La financiación bancaria está mejorando, pero aun no llega a la PYME como se espera.
• La crisis ha alentado una mayor cultura financiera en las empresas, pero aún no parece que se haya aprendido del todo la lección.
• Ser empresario no significa entender el funcionamiento de una empresa, es necesaria la ayuda especializada.
• Para salir adelante es necesaria una reestructuración de las empresas y una mejora en la gestión de las mismas. No todo se arregla con la financiación.
• Falta cultura de gestión financiera en las empresas. A veces se  preocupan más de otras temas como la venta o el márketing.
• Son necesarios profesionales que ayuden a las empresas a buscar financiación y el trato con los agentes adecuados.
• Se desconoce la gestión financiera procedente de las operaciones con los proveedores y los clientes.
• Las nuevas fórmulas financieras crowfunding, microcrédito, no se están desarrollando. En parte por las limitaciones legales que están teniendo.
• Los bancos han abandonado su ámbito localista, ahora las decisiones se toman en departamentos centrales y nacionales.
• Se concede financiación dependiendo de planes de negocio reales y estructurados, para que den ganancias líquidas capaces de devolver la deuda. Y en concreto se apoyan determinados sectores identificados por la banca.

La financiación a la PYME
Sin duda las PYMEs continúan preocupadas ante la falta de financiación para sus negocios. Asunto con el que se abrió el faladoiro por parte de Alfonso Pérez, señalando que  “en el procedimiento tanto de préstamos como de créditos ha habido un cambio sustancial en la postura de la banca. Esto ocurre porque la banca  en vez de basarse en cuestiones patrimoniales, trata de saber a través de la actividad de la empresa si ese préstamo o crédito, la empresa puede pagarlo o no puede pagarlo”; poniendo sobre la mesa que ahora se trata más de un tema de liquidez del proyecto, que del patrimonio de las empresas. Y de nuevos productos, como añadió Luis Hermida-Cachalvite, “a partir de esta crisis la gente empezó a trabajar más en otros sistemas de financiación. No me refiero tanto al crowfunding, sino empresas que entraron en préstamos participativos o dentro del capital de la empresa con salida en un plazo razonable y con socios inversores”. 

Se considera que en poco tiempo se volverá a facilitar la financiación, no sin considerar algo de escepticismo como puso de manifiesto José Posada “en lo que se refiere al crédito empresarial. A cualquier PYME con buena trayectoria que pida un crédito para circulante o inversión en maquinaria, o póliza de financiación para una línea de descuento, el banco le va a pedir todo tipo de garantías”. Todavía parece que la PYME está discriminada frente a la Gran empresa, tal es el caso de muchas PYMEs que han entrado en concurso de acreedores no por falta de viabilidad sino por falta de liquidez. Y en este sentido se pone de manifiesto que los nuevos autónomos, que han considerado esta salida, ante su situación laboral, en unos meses cierran dado que sus negocios no son rentables, ya que han surgido de ideas sin modelos de negocio consistentes.
Sin duda la banca se está especializando en sectores, y está determinando cuales son rentables y cuáles no. De manera que ahora se centran más en la liquidez que se genera y en los proyectos presentados a la hora de solicitar financiación. No así tanto en las garantías.

Cultura financiera
Está crisis debe de haber sacado en positivo un cambio obligatorio en la mejora de la cultura financiera y en concreto en lo relativo a la gestión de la financiación, tal y como puso de manifiesto Manuel Rodríguez que añade sobre la gestión de la financiación que “se puede hablar de una falta de cultura financiera en España y una falta de planificación por parte del empresariado que considero importante. Como economistas creo que tenemos que canalizar un poco esa información hacia la sociedad. No se sabe a dónde ir a la hora de iniciar una idea de negocio, muchas veces hay falta de información, de una cultura empresarial en general”.
Sobre la mesa se planteó la cuestión de si “¿el empresario está redescubriendo la organización financiera?”.  En lo que todos están de acuerdo, ya que en ocasiones, parece que hay menos preocupación por el dinero que se tiene en caja  y en cambio el empresario se ha ocupado más por otro tipo de acciones.


Parece que nos estamos topando con la realidad, estamos empezando a ser una sociedad financiera. En los cuarenta años desde la democracia no lo éramos, no así Estados Unidos o Reino Unido. Antes todo valía pero ahora se trata de planificar, y gestionar.
Nos hemos topado con la realidad que pasa por la mejora y profesionalidad de nuestros empresarios. En este sentido se manifestó Manuel Todea al señalar que “hay empresas que llevan una contabilidad porque lo exige Hacienda, si no, no la llevarían. Entonces qué le vas a contar tú a alguien que no te quiere escuchar.  Al final se confunden los beneficios con lo que había en caja, ¿y qué había en caja?, lo que te prestaba el banco”.


La crisis ha sido un paso para la mejora, pero como puso de manifiesto José Posada “la crisis no ha sido lo suficientemente fuerte para que la gente caiga en cuenta de la gravedad de lo que pasó”. Todo pasa por una mejora en la cultura financiera, formándose desde la escuela, el interés y la formación de los empresarios, y la ayuda de técnicos economistas, desde su especialización y con el apoyo de colegios de economistas, cámaras de comercio y confederaciones de empresarios.
“Creo que debemos tener memoria histórica, y sacar la esencia de lo que nos acaba de pasar, que no vuelva a pasar, intentando profesionalizar el sistema”, puntualizaba Luis Hermida-Cachalvite, considerando que hay gente con buenas ideas, buenos industriales, pero deben mejorar como empresarios. Se ha visto que el modelo no funciona,  ya no es sólo tener un producto, hay que tener algo más. Y para ello hace falta la visión de los profesionales.

Concursos y segundas oportunidades
Respecto a toda la situación generada en torno a los concursos de acreedores, una de las salidas a las situaciones producidas por la crisis, David Martínez afirmaba que “en Alemania el concurso de acreedores es una operación financiera y de tesorería. Te sientas en la mesa con el proveedor porque aunque siempre vamos a los bancos, otra financiación lógica es con mi cliente y mi proveedor. Aquí nos estamos ahogando cuando ya hace falta el oxígeno, pero en otros países cuando llevo el agua por los tobillos me siento con mis proveedores y negocio la deuda, porque al proveedor le interesa que la empresa siga”.


Por eso los economistas del faladoiro son cautos respecto a la Ley de Segunda Oportunidad,  y apuestan por el estudio de las posibilidades del mismo negocio, ya que “la Ley de Segunda Oportunidad viene alentada por la banca” como manifestó Alfonso Pérez señalando que “si alguno sale con convenio ya quedas marcado”. Remarcando todos que es necesario una menor presión fiscal, para de alguna manera poder hacer frente a los problemas financieros de las PYMEs.


Otras opciones como las subvenciones fueron prácticamente descartadas, en cambio se ve necesario facilitar la utilización de otros elementos financieros que en la actualidad se están viendo limitados en su uso, debido a la legislación que las encorseta con restricciones, como pueden ser el crowfunding, capital riesgo, microcréditos o el uso de los business angels, para el emprendimiento de nuevas empresas. Al mismo tiempo creen poco en tantos planes de negocios alentados desde instituciones que no justifican el funcionamiento de una empresa. De manera que todos están de acuerdo en que las empresas tienen que estar reestructurándose constantemente, ya que las tecnologías, y los mercados están cambiando permanentemente. Para lo que es necesario contar con asesores especializados, y ser conscientes de que la empresa necesita una adecuada gestión financiera.
Hasta aquí las ideas generadas en la segunda jornada del Faladoiro económico, que volverá a tener su siguiente jornada en septiembre, una vez pasados los meses vacacionales de julio y agosto.

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