ENTREVISTA

Lisardo Domínguez: "La ley de trabajo autónomo es una reforma teñida de electoralismo"

El presidente de la Asociación de Autónomos representa a 20.000 trabajadores por cuenta propia en Galicia
photo_camera El presidente de la Asociación de Autónomos representa a 20.000 trabajadores por cuenta propia en Galicia

Directo en el mensaje, no pone tapujos al hablar de los recortes infligidos por la Xuta de Galicia en estos duros años de ajustes a su colectivo, pero le brilla la mirada cuando recuerda los éxitos.

Lisardo Domínguez es secretario general de Autónomos de Galicia, AUGA-UPTA, la organización de autónomos más representativa del colectivo a nivel autonómico y nacional, como la declara la Resolución de 3 de Julio de 2011 del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Como tal, se creó a finales del 2012 pero tiene alcanzado muchos logros desde el año 2001, cuando sus mismos profesionales pertenecían a la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, UPTA-Galicia.

Desde su nacimiento, su presencia ha sido fundamental para conseguir derechos y reivindicaciones que desde el año 1970 estaban siendo reclamados, como la exención de pago del Impuesto de Actividades Económicas, la cobertura de la incapacidad temporal desde el cuarto día de baja en lugar del décimo quinto, la regulación del trabajo autónomo a través del Estatuto del Trabajador Autónomo, la regulación de la figura del “trade” (trabajador económicamente dependiente), la supresión del pago obligatorio de la Cuota Cameral (cuota de las Cámaras de Comercio), la prestación por cese de actividad, la jubilación anticipada y el reconocimiento de derechos sociales como la conciliación de la vida familiar y laboral, la contratación del cónyuge y los permisos de maternidad.

A día de hoy, es muy destacable su fomento y apoyo a la elaboración de la primera Cátedra Extraordinaria del Trabajo Autónomo en colaboración con la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela.

Ocho años ya de la entrada en vigor de la Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo. 
Esta Ley que en su día fue una ley estrella por regular de manera novedosa, unitaria y sistemática el trabajo autónomo, desparramado hasta la fecha en normas vagas e insuficientes, lo cierto es que en cuanto a su desarrollo reglamentario poco o nada se hizo y en este sentido continuamos echando en falta una apuesta decida por dotar a los autónomos de unas medidas legislativas que los posicionen al mismo nivel que el resto de los trabajadores.

Precisamente el día 10 de octubre entró en vigor la ley 31/2015 de reforma y fomento del trabajo autónomo.
Ésta es una reforma teñida de electoralismo, aprobada a las puertas de unas elecciones generales y sin intervención de los verdaderos protagonistas, los autónomos. Una reforma farragosa y de retoques que no acaba de cubrir las demandas de vital importancia para el  colectivo que sigue dejando para un desarrollo reglamentario posterior cuestiones fundamentales como la creación del Consejo Estatal del Trabajo Autónomo, la supresión de los representantes de los Consejos de Trabajo de ámbito autonómico o la desnaturalización de la figura del “trade”, el trabajador autónomo económicamente dependiente. Debería tocarnos a todos los protagonistas de esta historia, partidos políticos, administraciones, organizaciones de autónomos y al propio colectivo reconocer que, el chisporreteo de este tipo medidas legislativas se convierten sólo en atrancos para el desarrollo definitivo de la Ley.

Pero la llamada ley de la segunda oportunidad viene a ser un respiro para el sector.
Ésto no es una segunda oportunidad, ya que se exceden en las exclusiones, es una lección para que todos lo vean. Hay dos puntos clave de la ley, por un lado, mantener la obligación de pagar todos los créditos generados después de la declaración de quiebra y los créditos privilegiados, que sólo pueden ser toleradas si el deudor agota todos sus cartuchos para asistir durante cinco años. Y en segundo lugar, se encuentran fuera de la condonación los créditos públicos para que la Hacienda Pública y la Seguridad Social se puedan en cualquier caso garantizar el cobro de 50% de su crédito, con el detalle de que, una vez más tiene el privilegio de los acreedores públicos en violación de las recomendaciones remitidas por el Fondo Monetario Internacional. Esta ley seguirá fomentando el miedo al fracaso y la economía sumergida de cualquier persona que tuvo que cerrar su negocio, ya que uno de los requisitos para lograr la cancelación de las deudas es aceptar que su nombre y apellido el Registro Público Concursal el acceso a lo que tenemos todos los ciudadanos. Esto no es una segunda oportunidad para cualquier persona, esta es una lección en toda regla a la vista.

Tampoco entonces es ésta la legislatura de su colectivo.
Los gobiernos no pueden seguir presumiendo de cifras de empleo autónomo, estable y de calidad, cuando la situación tanto de los que empiezan como de los que están consolidados es bien distinta.  Cuando tenemos que pagar nuestra cuota independientemente de lo bien o mal que nos vaya cada mes. Cuando por uno solo día de retraso en el pago de la misma, se nos aplica uno recargo del 20% y, por si fuera poco en su afán recaudatorio, la Seguridad Social se dispone la acortar el plazo para ejecutar embargos a menos de quince días.

Cuáles son entonces las demandas?
Los autónomos necesitamos otro trato, necesitamos abrir caminos nuevos que nos faciliten el presente y también un largo futuro, no ayudas puntuales. Necesitamos otras facilidades de acceso a la financiación, más agilidad burocrática y la reducción urgente de la brutal presión fiscal a la que nos tienen sometidos haciendo posible pagos proporcionales a los ingresos reales. Éste sería la manera de ayudarnos de verdad, para que Galicia no sea el territorio con más dificultades para crear un negocio, para equipararnos a los autónomos europeos, para no ser el país en el que más caro es ser trabajador por cuenta propia. Estamos a la cola de todos nuestros vecinos, de Portugal, Francia o Italia y esto acaba por ser una verdadera injusticia. Y menos mal que somos, al parecer, el motor de la recuperación económica, el colectivo que suma más de un total de 218.000 gallegos, lo que supone casi un 25% de la población ocupada y lo que mueve gran parte del PIB del país. Quien crea firmemente en estos datos hará posible el desarrollo de nuestro Estatuto y reconocerá el papel que jugamos las organizaciones que realmente representamos a los autónomos.

Ustedes han sido un bálsamo para la crisis, el número de autónomos afiliados a la Seguridad Social aumentó, no se les acaba de reconocer la representatividad social?
El pasado mes de mayo, se constituyó el Consejo Gallego de Economía y Competitividad que dentro de sus funciones generales y específicas de ese cuerpo está desarrollar propuestas que afectarán directamente a los trabajadores independientes que ya están desarrollando una actividad, así como a los futuros empresarios; pero en él no se incluyeron a las organizaciones más representativas de los trabajadores autónomos como son Auga y ATA Galicia. Este Consejo será el canal estable de diálogo y de consenso para facilitar la participación de todos los agentes económicos y sociales en la elaboración de las diferentes políticas industriales y económicas de la Xunta de Galicia, tanto es así que es más que claro entonces que la representación del colectivo no tendrá voz en la toma de decisiones en materia de política económica, ni cuentan para nada con nuestros intereses y preocupaciones; y esto viene siguiendo los pasos del total desinterés de la Consellería de Traballo que sigue sin convocar el Consejo de Trabajo Autónomo de la Xunta un órgano consultivo del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Galicia en relación con el trabajo socio-económico y profesional autónomo que debería estar en funcionamiento desde junio de 2013 y cuya constitución está congelada, lo que significa que seguimos sin definir cuáles son las organizaciones más representativas del colectivo.

¿Se sienten excluidos?  
Desde Autónomos de Galicia, valoramos muy positivamente algunas acciones como la puesta en marcha de las Entidades de Certificación de conformidad municipal, por ejemplo,  la Xunta de Galicia, ha dado un paso adelante en la agilización de la burocracia  y tramitación administrativa para todos aquellos autónomos que pretenden abrir un negocio o iniciar una nueva actividad empresarial. Es importante reconocer cualquier iniciativa que pretenda dar solución a una reinvindicación que llevamos reclamando desde hace años. No es normal que un proyecto o una iniciativa de negocio tarde meses en iniciarse por la tremenda carga administrativa que se nos exige a los autónomos. Por fin, comenzamos a ver alguna intención de mejorar esta situación. Pero exigimos una vez más que no se quede en una mera declaración de intenciones a pocos meses de las elecciones, si no que estas nuevas entidades municipales cumplan con los objetivos, sean eficaces y disminuyan realmente los requisitos exigidos actualmente para iniciarse como autónomo en este país.

Auga tiene asociados alrededor de 21.000 autónomos. Son muchos.
AUGA representa a más de 20.000 autónomos pero no todos pagan su cuota y es complicado hacer los números; si hubiese una masa crítica de socios todo sería más fácil, pero no la hay y tenemos muchísimos socios que representamos pero que están integrados en otras asociaciones:  de mariscadores,  de transportes,  del campo o forestal por poner algunos ejemplos.  España es uno de los países con menores índices de afiliación a los sindicatos, imagine a los autónomos.

Han puesto en marcha una campaña para captar nuevos asociados.
Queremos de Auga una asociación abierta a todos, que abarque todo,  “gota” a “gota”para que cada día seamos más. Preparamos la campaña hace año y medio, con una serie de ofertas de servicios que complementen aquellos que los autónomos reciben en sus gestorías,  aspectos como la revisión de la factura energética,  servicios de asesoría jurídica, prevención de riesgos, asesoramiento para la implantación de la ley orgánica de protección de datos, acceso prioritario a financiación y líneas de crédito, descuentos en combustible, rastreo y aviso de multas y un largo etcétera. Queríamos una campaña con caras de profesionales y autónomos de toda Galicia; todos ellos colaboraron altruistamente, y detrás de cada uno de ellos hay una historia de emprendimiento con el corazón. Tenemos claro que han de hablar de la organización los mismos socios, grabamos por toda Galicia con un presupuesto muy ajustado, pero nos sentimos orgullos de que hay gente que apuesta por nosotros, desde el director de la campaña, a la música, pasando por los verdaderos protagonistas, nuestros autónomos.

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