LA LARGA CRISIS SILENCIOSA

La marcha del Ibex 35 y la del Estado van en la misma dirección, las marca el peso político

Los datos apuntan a que el endeudamiento gallego se ha salvado a través de recortes al menos en sanidad 

EL IBEX 35 Y LA EL  GOBIERNO.
El Ibex 35 encara el cierre del año sumido en la misma vaguedad en la que ha quedado el horizonte político español después del resultado de las elecciones generales de la pasada semana, ¿apuestan ustedes cuándo remontará? Seguramente cuando se forme gobierno de uno u otro color porque eso dará igual. El mercado de lbex 35 toma un rumbo incierto con oscilaciones cortoplacistas y caprichosas sin tener en consideración mucho más;  ya que nuestro peso político va a menos y eso en un día no se puede cambiar. La lógica viene además a reforzar lo que los medios de comunicación y los analistas políticos vienen diciendo en el transcurso de la semana que no habrá quien gobierne en el Congreso en los próximos meses por la ingobernabilidad de un estado reflejo de un país que lleva años sin gobernar.

ENDEUDAMIENTO GALLEGO Y RECORTES EXPRÉS. 
La Asociación Gallega para la Defensa de la Sanidad Pública acaba de sacar a la luz un demoledor informe sobre la situación de la sanidad pública gallega en el que denuncia que el  gobierno aplicó una severa reducción de los presupuestos sanitarios e hizo recortes profundos en la dotación de personal y camas hospitalarias, que paralizó el  Plan de Mejora y desmanteló la Atención Primaria. Una reducción que se refleja en los recortes presupuestarios en las partidas sanitarias que representan un 30.4% del gasto público de la Comunidad y que descendieron un 18.3%. El camino más directo para reducir el déficit presupuestario como medalla de la que presume un gobierno de la Xunta que, como indican más abajo  los datos gallegos situó en 313 millones la deuda hasta noviembre lo que supone el 0,56% de su PIB y que la sitúa como una de las siete comunidades que cumple con los deberes de este ejercicio sobre déficit presupuestario. El dato de Galicia supone una bajada en el déficit tres millones de euros respecto al mismo mes de noviembre del pasado año, cuando se situaba en 316 y representaba 0,59% del PIB de la comunidad  y que de algún sitio tendrán que salir  lo que sitúa a Galicia  entre las comunidades que han ejecutado los recortes más brutales pese a que no existen ránkings que lo puedan calificar. En todo  caso solamente los desastres conocidos por publicados a cerca del Hospital Alvaro Cunqueiro en Vigo y todas las externalidades producidas por su modelo mixto de gestión que en un afán de ahorrar costes es un buen paradigma de ello. 

NUEVO MODELO DE PREVISIÓN SOCIAL. 
Si el 72% de los españoles ya creen que la pensión no les permitirá llevar el nivel de vida actual, díganme de los gallegos que tiene la segunda pensión media más baja de todo el Estado y son  datos que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Y sabrán de lo importante que son las expectativas en la economía, donde una vez planteadas y asumidas solo queda implantar un nuevo modelo de funcionamiento porque así se hará. El campo está abonado para la entrada a saco de compañías que ofrezcan planes de pensiones alternativos con los que reducir el papel de previsión de la Seguridad Social. Son los mileuristas de este país los que se están cargado el estado de bienestar porque cotizan aún menos de lo que reciben lo que es un mal negocio para la sociedad. Sino digan cómo se pagan las pensiones en un pais como el nuestro en el que los sueldos son una pequeña basura de realidad. La misma que llevará al extremo a las expectativas para que contratemos sistemas privados de pensiones porque el sistema que tenemos en términos de predicciones futuras dejará mucho que desear.
 

Un libro de un economista llamad Miguel Puig que lleva por título “Un bon país no es un país low cost”  elabora un ensayo sobre la decencia que podría llevar como síntesis que  un país decente es el que paga salarios decentes. Aunque no es este el caso de nuestro país. Consentidor de una descarada devaluación interna de su economía para salir de esta crisis a corto plazo y que a su vez ha creado puestos de trabajo aunque el numero de cotizantes sea ahora casi el mismo que antes pero con una importante  bajada salarial.   Si calcular el coste de las personas resulta mal visto, este economista lo desarrolla en su libro para expresar en toda su crudeza el estado en el que se encuentra nuestro estado de bienestar. Un modelo que tiene en cuenta un trabajador tipo que trabaja 42 anualidades a lo largo de su vida e ingresa cada año una cantidad mínima por la que no tiene que cotizar en la renta y con la que es deficitario en su cómputo global. Una dirección en la que nos hemos metido hace dos  o tres años difícil de superar porque no compensan las ganancias de competitividad basadas en la economía sumergida, en el fraude o en el abuso en las claúsulas contractuales de los trabajadores de nuestra sociedad.  Al  menos la razón no hace aconsejable la curiosidad por ese futuro.

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