El estudio desarrolla las posibilidades de la tecnología en tres dimensiones: desde piezas muy pequeñas a ecografías o la elaboración de prótesis médicas
El estudio nace en el año 2012 de la mano de Ana Gómez Nogueiras con el objeto de dar cumplimiento a un reto personal de su promotora como es el de dar a conocer este tipo de tecnología a través de formación, un servicio de impresión, la venta de impresoras y consumibles al gran público y un servicio de escaneo. Desde sus comienzos el crecimiento ha sido exponencial y como indica desde la empresa, cuatro años después, lo tiene un poco más fácil, ya que existe un mejor conocimiento por parte del público.
Su promotora es arquitecta interiorista y titulada en diseño de producto; y el estudio desde el que opera imprime modelos 3D en cualquier material a la elección de sus clientes: en plástico, acero inoxidable, titanio, plata, oro, cerámica o resina. El estudio hace prototipos a partir de una idea, una pieza o una maqueta para proyectos diversos y variados en arte, arquitectura, ingeniería, mecánica o medicina y realiza piezas que no se encuentran en el mercado o recupera objetos o juguetes sin uso por falta de repuestos.
Sus servicios de diseño a partir de una pieza original elaboran una reproducción en 3D y a través de bocetos y medidas construye una idea hasta su producción final. En materia de escaneado una rejilla de luz láser o infrarroja incide sobre el objeto o persona del que obtener una reproducción y un software especial procesa esa nube de puntos para obtener el volumen del cuerpo escaneado, lo que posteriormente reproduce mediante una impresora 3D.
El mercado de esta tecnología cuenta ya con impresoras 3D muy evolucionadas y con multitud de variantes desarrolladas especialmente en los últimos seis años, desde las máquinas más innovadoras y sofisticadas, como la desarrollada por el MIT para imprimir vidrio, hasta las domésticas, que permiten tener esta tecnología en casa a partir de 80 euros. En cuanto a materiales, si la base habitual se hace con pellets de almidón de maíz y ácido láctico, “totalmente biodegradable”, existen ya multitud de variantes con recubrimientos que brillan en la oscuridad, flexibles, de madera, de cerámica, de metal, magnéticos, conductivos o incluso reciclados, como el que se investiga en la Universidade de Vigo a partir de la cáscara de mejillón.
Su recorrido futuro es impresionante, y la producción de moldes, maquetas y prototipos, solo tienen como límite la imaginación.Esta tecnología además de juegos de mesa, drones, joyas, esculturas y hasta instrumentos musicales, está permitiendo generar avances en campos como la medicina, la moda o la alimentación. Los implantes y prótesis, los audífonos, las zapatillas deportivas, los complementos y hasta las pizzas se están imprimiendo ya en 3D, así como edificaciones enteras y piezas para coches de fórmula 1
Y si es un hecho que el 3D está revolucionando todos los procesos industriales, de todos los sectores, lo que se califica desde la firma como “tercera revolución industrial”, las tecnologías de impresión 4D esperan ya su momento para irrumpir en el mercado con soluciones que parecen de ciencia-ficción, en base a tecnologías aditivas.
