CINCO DÍAS EN OURENSE

El modelo de Citröen, al límite del low cost

Y un sector financiero que se muere divinamente hacia un nuevo modelo de producción

El sector financiero se mueve divinamente, aunque siendo técnicamente precisos se mueve con estilo hacia un nuevo modelo de producción. Desde aquel  ejercicio 2008, el año en el que con el estallido de la burbuja inmobiliaria se puso en marcha una gran y millonaria reestructuración en el sector, siempre ha habido la certeza de que, derivado de las características del modelo de industria financiera , esto no acabaría aquí. De hecho la semana comenzó con el anuncio de otra oleada de cierres por parte de la banca con el fin de ganar rentabilidad. 

Que no sé  yo en Ourense, al menos, si podrán estirarse aún más. La anterior reestructuración se llevó consigo, por delante, la mitad de las oficinas de la provincia y un 50% del empleo del sector, que llego a tener diez años antes cerca de 400 oficinas y 1.600 empleados  en su época de esplendor. Por lo que lo que debería ser un proceso en vías de agotarse tras el saneamiento del sector tiene continuidad. Aunque para la ocasión por otros motivos como la presión de los mercados para la obtención de mayor rentabilidad y las peticiones de los supervisores europeos para que el sector refuerce su capital. La vía de las entidades para mejorar el retorno  en el entorno de una economía débil es según la recomendación realizada por el Banco de España a través de  la reducción de costes. Es un nuevo modelo de ajuste que traerá consigo oficinas más grandes y tecnológicas,  la desaparición de sucursales pequeñas por su baja rentabilidad y la generalización de la operativa bancaria a través del móvil e internet. 

MODELO BACK TO THE RACE
Durante décadas la política industrial de Galicia ha seguido planteamientos basados en la premisa de que el atraso económico es debido a un  déficit de industrialización por la falta e empresas de gran tamaño capaces de generar un efecto arrastre en base a su peso como generadoras de empleo y dinamizadoras de una economía auxiliar. Una premisa aún hoy en día en uso. 

Citröen Vigo ha sido un exponente de este modelo  aunque ha habido más. Se ha convertido desde la década de los años cincuenta en un polo automovilístico que ha ido creciendo hasta alcanzar más de  100 empresas y 12.000 trabajadores en la industria auxiliar. También ha puesto en valor el conocimiento  que se realiza a través del CTAG, un centro tecnológico en automoción puntero en Europa. En base a esa premisa ampliamente consensuada factorías como esta han sido objeto de ayudas millonarias. 
Solamente en la presentación de los últimos cuatro modelos de Citröen de los últimos ocho años,  de  40 millones de euros públicos a fondo perdido. Hacia atrás en el tiempo, quedan muchos años más de actividad.   Recurrentemente de la planta de Vigo, se filtran noticias acerca de los ajustes de producción que el grupo tiene que  aplicar con regularidad. Es el modelo implantado en la marca basado en el objetivo de obtener en el ámbito financiero la máxima rentabilidad.  Un sistema que pasa por reducir el número de modelos  y mejorar así la competitividad: reduciendo costes. Durante decenas de años,  la planta viguesa a sometido a su plantilla a picos de producción y reducciones en cuanto caía  la demanda;  ha eliminado temporales, ejecutado eres temporales y ha efectuado paradas en la producción. 

El objetivo ahora es reducir el salario que supone  el 10% del coste de producción para reducir la desventaja que tiene Vigo tiene en esa materia con respecto a otras plantas competidoras en la carrera global de la marca por adjudicarse la producción.  Las diferencias son con fábricas ubicadas en países low cost , difíciles de igualar pese a la condición de Vigo de plantilla chicle. La competencia por unos costes de producción  bajos,  se une necesariamente a otras fórmulas más: la compra a las auxiliares a precios más económicos y la consecución nuevamente del apoyo de la Administración, algo con lo que siempre han contado.  La empresa gana sí o sí   y el personal  cercano a los 7.000 trabajadores tendrá una mejor marca en la carrera low cost. Subvencionada además por todos nosotros que contribuimos comprando un modelo productivo muy poco sostenible por una  tendencia a venderse en el límite  en unidades calóricas y un jergón.

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