Casi tres de cada cuatro habitantes son consideras millennials.
La empresa olfatea el hábitat, al acecho de la creatividad basada en experiencias que van a tener difícil sostenibilidad en el tiempo y caracterizadas por su intensidad, porque los nuevos clientes son los llamados “Millennials o Generación Y”; consumidores basados en la provisionalidad y que las empresas miran con ojos golosos. Comienzan a ser una clase cada vez más pujante, determinante en los próximos cinco o diez años. En España, ya representan el 35% de la población; es la generación net, la generación de los conectados, nacidos entre 1981 y 1995 y que ahora tienen una edad comprendida entre los 20 y los 35 años y han llegado con nuevas reglas.
Los modelos de negocio y comunicación que existían hasta anteayer, ya no son útiles para un grupo que vive dentro del mundo digital. Antes, todo el mundo veía la televisión, los anuncios entraban por los ojos pero ya no es así, los millennials ya sólo ven lo que les gusta, y para seducirles, hay que sorprenderles. Aunque la sociedad siempre se mueva por emociones, ahora los tiempos se han acelerado; todo dura menos, empezando por la fidelidad de los consumidores. Ahora una marca está siempre a examen y debe ganarse al cliente más veces que es alguien acostumbrado a recibir muchos impactos de información en poco tiempo.
Su cerebro está sometido a mensajes rápidos y llamativos, concisos y contundentes y el marketing enfocado a ellos, exige vender para el momento. Se utilizan mensajes con gran fisicidad, con una gran tangibilidad, palpables, sensitivos, dentro de redes y el estratega ha de poner a disposición de los clientes direcciones de correos o e-mails que faciliten la comunicación personalizada de inquietudes, recomendaciones y sugerencias, que harán sencilla la innovación. El error de muchas de las empresas, es pensar que su mundo se reduce a vender, lo que lleva directamente al fracaso.
Pero hay sectores que lo tienen complicado como el sector seguros y la banca; lo mismo que el sector inmobiliario, pues se trata de una generación que según las previsiones nunca tendrán una segunda residencia, y preferirán alquilar a comprar. Por lo que en la necesidad de adaptarse ha llevado a los grandes bancos nacionales a cambiar de estructura organizativa, poniendo el peso en la digitalización.
La Caixa, ha desarrollado entidades independientes con modelos de negocio 100% on line, tratando de fidelizar a los clientes jóvenes. La industria del automóvil también busca ganarse el favor de esta generación, como por ejemplo con la incorporación de tablets. Pero este nuevo segmento de consumidores, no tienen lealtad a la marca, no quieren poseer lo mismo muchas veces por lo que la comunicación debe ser visual y les gusta la rapidez, viven con una media de 2,5 dispositivos conectados, por lo que si antes la homogeneidad valía, ahora ya no por lo que las empresas deben acercarse a través de diferentes frentes. Antes el negocio de venta era lineal, pero el mundo digital ha provocado que los consumidores acudan sin un orden previsible, transitando libremente.
Las empresas en internet ya no compiten en precio, sino, en rapidez, porque lo millennials quieren todo al momento. El sitio donde captar su atención, es indiscutiblemente internet, universo de esta nueva generación de consumidores.
