Francisco Carballo Cruz es profesor en la Universidade do Minho y observa la actualidad económica gallega desde Portugal
¿Qué información sobre la economía gallega recoges en el informe para el Círculo de Empresarios?
La gran preocupación del Círculo de Empresarios que pude captar en las reuniones en las que trataron de exponer sus problemáticas es la pérdida de actividad que se observa en Galicia en determinadas zonas que anteriormente fueron muy dinámicas, como puede ser Vigo. Hay un recelo muy grande en relación a la deslocalización de empresas industriales. También hay alguna preocupación por los desencuentros entre administraciones y la dificultad para llegar acuerdos. Hay una dificultad para llegar a los niveles de actividad como los que había en el periodo precrisis y los empresarios creen que hay tomar medidas para dinamizar la actividad económica.
PSA recupera los niveles de producción de hace 10 años con la mitad de trabajadores. ¿Cuál es la radiografía de la economía gallega?
Estamos en un paradigma completamente diferente, no solo en Galicia sino en toda Europa. Hay alguna recuperación en algunos países, probablemente el más dinámico de todos es España. La recuperación en Galicia también es intensa a nivel del PIB pero de hecho es una recuperación que no genera empleo. Crea poco y de baja calidad en general, con mucha temporalidad. Los trabajadores que entran en el mercado lo hacen con niveles salariales muy bajos. Todas las empresas han hecho un esfuerzo por mejorar los niveles de productividad a través de un aumento de la eficiencia, hay una exigencia muy grande de los consejos de administración de reducir costes. En PSA es más que evidente con la nueva dirección, hay un aplazamiento brutal de los márgenes para poder competir y eso obviamente acaba por trasladarse a los proveedores, que también tienen que hacer gran esfuerzo por reducir costes.
Inditex y PSA son los motores de Galicia.
Sin duda, todos aquellos que dicen que es malo tener estas empresas tractor se confunden. Es verdad que entraña riesgos. En el caso del automóvil empieza a haber muchas empresas de componentes de origen gallego y en el textil hay un conjunto de sociedades que acaban por depender del modelo de negocio de Inditex que están creciendo muy rápidamente. Esto garantiza un volumen de exportaciones muy grande.
¿Qué hace mal Galicia para que Portugal atraiga más empresas?
Hay un elemento central que es el precio. Portugal tiene una ventaja muy grande en el coste del factor trabajo, evidentemente. Pero también hay diferencias muy importantes en el precio del suelo. En Pontevedra va de 100 a 180 euros, tres veces lo que en Portugal. La iniciativa de la Xunta respecto a esto es excelente, pero hay más problemas. Hay cuestiones como la competitividad fiscal que en Portugal lo están haciendo muy bien, los ayuntamientos son muy importantes. En Portugal tienen agencias de promoción económica en Braga o Porto, que están siendo muy dinámicas en la atracción de inversión extranjera, fundamentalmente industrial pero también de servicios. Braga es muy interesante, hay un conjunto de grandes multinacionales que están localizando servicios de outsourcing de procesos de negocio, desarrollo de software, ingeniería, centros de contacto, soporte técnico multilingüe. Hay actividades que se están transfiriendo para Portugal donde hay oferta de mano de obra cualificada y el coste de mobiliaria es relativamente bajo.
Entonces hay que desechar la idea de que Portugal es mano de obra barata...
Sí, hay un diferencial muy importante sobre todo en puestos de primera línea. A medida que vas subiendo en niveles jerárquicos en la empresa, a medida que se van complexificando, el diferencial salarial no es tan importante. Ha habido un aumento de la productividad bastante importante en Portugal es importante, el factor salarial es importante, pero hay otros que están haciendo que bastantes multinacionales de países de primera línea estén apostando por Portugal.
Los idiomas, por ejemplo.
Fundamentalmente. En este momento hay alrededor de 5.000 puestos de trabajo en el norte de Portugal para personas con capacidades lingüísticas en francés. El IFP, equivalente al INEM de España, no consigue cubrirlos. Esto da una idea del nivel de atractividad que genera Portugal en este momento.
¿Portugal es consciente del debate que hay en Galicia?
No hay mucha consciencia de que esto está pasando, de que hay una preocupación muy grande con estos temas en Galicia. Comentaba esto con una amiga que estuvo en Vigo que vio la prensa y quedó sorprendida. A nivel de Gobierno pasa lo mismo.
¿Cuál es el futuro próximo de la economía gallega?
En Europa estamos muy despistados con todo lo que está cambiando el mundo a nivel global, en términos de gestión de cadenas de valor, términos energéticos, desarrollo tecnológico... Estamos muy despistados. Las empresas continúan teniendo enfoque local, cuando hay muchas oportunidades fuera. Es importante mirar a la UE, pero también hacia economías emergentes con potencial enorme de mercado, y verlos como potenciales generadores de inversión y capital, porque muchas de ellas quieren tener presencia en Europa y Galicia podría ser un buen local para dar servicios a estas empresas del hemisferio sur que están ganando peso muy rapidamente. Estos cambios nos están pasando al lado y hay que estar más atento.
Pienso en la India...
En Galica se ha hecho un buen trabajo con México. Yo creo que hay países como la India, China, Sudáfrica, con una capacidad de generación de capital y con un potencial inversor muy importante. Estos países que son vistos con recelo porque aparantemente no llegan a los parámetros de calidad actuales, están en un proceso de evolución muy rápido y como en Europa no nos pongamos las pilas pronto vamos a tener problemas.
