TENDENCIAS DE INNOVACIÓN

La revolución de la impresión en 3D

La impresión 3D se refiere a un grupo de tecnologías de fabricación por adición donde un objeto sólido tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de un determinado material

La impresión 3D se refiere a un grupo de tecnologías de fabricación por adición donde un objeto sólido tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de un determinado material, a diferencia de los métodos sustractivos, en los que a partir de un material en bruto se le va dando forma eliminando material con herramientas,o incluso otros sistemas de fabricación como la fundición, la extrusión, etc.,

Pese a la gran diversidad de tipos de impresión 3D existentes, todas las impresoras comparten una técnica común: el objeto se imprime capa a capa, empezando por la inferior y acabando en la superior, siguiendo el modelo del archivo .CAD previamente creado en la computadora.

Los tipos de impresión más comunes son los siguientes:

Estereolitografía: fue el primer método concebido. Consiste en la aplicación de un láser ultravioleta a una resina sensible a la luz contenida en un cubo.  El láser va solidificando la resina en capas hasta que el objeto adquiere la forma deseada.

Impresión por láser o selective laser sintering (SLS): consiste en la compactación del material con el que se quiere construir el objeto -material que se encontrará pulverizado a una temperatura próxima a la fundición- a través de un láser.

Impresión por inyección: muy similar a la tecnología de impresión por láser, su diferencia con ésta radica en que, en lugar de emplear un láser, el material -que estará en las mismas condiciones que en la tecnología por SLS, es decir, en polvo y a una temperatura cercana a la fundición- se compactará mediante inyección de un aglomerante (tinta). Esta tecnología permite imprimir en color, ya que el aglomerante utilizado puede tener un color u otro.

Impresión por deposición de material fundido: este método consiste en la expulsión por parte de la máquina de un material fundido sobre un espacio plano. El material deberá ser expelido en hilos minúsculos para poder solidificarse nada más caer a la superficie. El expulsor se irá moviendo para que el material sólido vaya tomando la forma de cada capa.

Los materiales que actualmente pueden utilizarse para imprimir son variados. Cualquier impresora de bajo coste suele funcionar con termoplásticos como el PLA o ABS. Pero existen impresoras capaces de trabajar con metal, fotopolímeros o resina líquida, aunque el precio resulta todavía prohibitivo para entornos no industriales.

Si bien la industria asiste a un uso cada vez mayor de esta tecnología en el desarrollo rápido de prototipos, su evolución está permitiendo además que los plazos de producción se acorten, ya que permiten introducir cambios y mejoras en diseños y moldes de forma sencilla y sin incurrir en elevados costes de producción. Además está permitiendo la creación de modelos de estructuras y mecanismos complejos, difíciles de mecanizar o de  producir con técnicas más convencionales, facilitando así estudios y desarrollos novedosos. Esta tecnología también encuentra uso en los campos tales como joyería, calzado, diseño industrial, arquitectura, ingeniería,  construcción, automoción y sector aeroespacial, industrias médicas, educación, sistemas de información geográfica y muchos otros. Sin embargo, a pesar de la aplicabilidad en la creación de prototipos y estudios, la fabricación en serie es en muchos casos inviable, ya que la velocidad de impresión de los sistemas actuales todavía no puede competir con la rapidez de los métodos actuales de producción.

En definitiva, son muchos los que consideran ya la impresión tridimensional como la nueva revolución industrial, pero será la evolución de esta tecnología y su uso por parte de la sociedad la que marque que ocurrirá en las próximas décadas.

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