CREANDO MARCA

Los ríos del sur gallego producen 2,5 millones de megavatios cada hora

photo_camera Salto de San Román

Galicia es un potencia en la generación de energía hidráulica. En días en los que se debate sobre el precio de la electricidad conviene recordar que el Miño y el Sil son capaces de producir 2,5 millones de megavatios cada hora. El aprovechamiento de ambos ríos está en manos de las grandes compañías del sector eléctrico y no existe una relación causa efecto entre el territorio que oferta el recurso y el precio que sus ciudadanos y empresas abonan por el consumo.

Hace más de diez años que las nuevas fuentes renovables de energía solar y eólica empezaron a hacerse un hueco en el sistema de suministro eléctrico. En aquel momento se consideró que eran dos fuentes más de energía primaria que se podrían conectar a los sistemas existentes sin realizar cambios importantes. Ahora estas nuevas energías renovables se han convertido, en algunos países, en el principal subsector de generación. Pero la gran fuente de energía renovable, histórica y actual, es la hidráulica. En España en el año 2016 la hidráulica ha producido 35.760 gigavatios, el 36% del total de la electricidad producida en España y muestra una potencia instalada de 20.354 megavatios, un 19% del total del país. 

Una fuente de energía que ya se ha usado por el hombre desde tiempos antiguos ya que la fuerza del agua ha sido motor de distintos procesos industriales y un buen ejemplo de ello son los múltiples molinos que salpican los ríos gallegos a lo largo y ancho de nuestra geografía. Siendo vestigios de una época donde la fuerza del agua era el motor industrial de nuestra agricultura. 

La energía eléctrica como fuente de energía comercial nace a finales del siglo XIX. La primera central hidroeléctrica del mundo comenzó a funcionar en Estados Unidos en Appleton, Wisconsin (Estados Unidos). Como curiosidad, decir que era capaz de alimentar 250 lámparas incandescentes. En España las dos primeras centrales en operar son “El Porvenir”, en el río Duero, en la provincia de Zamora (ahora Salto de San Román, de Iberdrola) y el Molino de San Carlos en la cuenca hidrográfica del Ebro, en Zaragoza; ambas entraron en funcionamiento en el año 1901. 

En la década de los cuarenta llega el gran despegue hidroeléctrico de Galicia, que llevaron a cabo Fuerzas Eléctricas del Noroeste (Fenosa) y Saltos del Sil, fundadas respectivamente en 1943 y 1945. De esta época es el inicio del proyecto de la central de de San Esteban, en el Sil, que dio sus primeros pasos en 1945. Durante los doce años que tardó en levantarse la central, trabajaron en la obra alrededor de 3.650 hombres, la mayoría (unos 2.000) durante la fase en la que se levantó la presa. La obra fue de gran dificultad, con paréntesis como la paralización de 1948 por dificultades para acceder a maquinaria provocada por la posguerra mundial. La inauguración oficial de la central de San Esteban tuvo lugar en septiembre de 1956. Con una capacidad de producción media anual de 1.000 millones de kWh., la planta de San Esteban fue en su momento la mayor de Europa.

El segundo periodo de expansión en Galicia es a partir de la década de los 80 donde cobra interés la posibilidad de poner en servicio antiguos pequeños aprovechamientos hidroeléctricos que habían caído en desuso o en el olvido. El interés puesto por la Administración tanto central como autonómica, así como particulares y grandes empresas como Fenosa, se plasmó en la rehabilitación de algunas de esas pequeñas centrales. En 1992 funcionaban 75 centrales. 
A día de hoy y desde esta semana los ríos de Galicia abastecen un conjunto de 147 centrales y minicentrales hidráulicas. De los cuales 73 están ubicados a lo largo de la confederación Miño-Sil con un potencial gestionable de más de 2200 megavatios de potencia. El verdadero potencial se concentra en la cuenca Miño-Sil con 33 centrales en operación y 40 minicentrales. Iberdrola, que en el 2010 registró el mayor nivel de producción en la cuenca del Sil en 31 años, tiene la concesión de 17; Gas Natural-Unión Fenosa, de 10; y Endesa, de 5. 

OURENSE, FACTOR CLAVE

En este caso destaca la provincia de Ourense con 22 grandes centrales hidráulicas y 28 minihidráulicas. La potencia hidráulica instalada en Ourense supera los 2.000 megavatios en las grandes centrales, lo que supone cerca de dos tercios del total de Galicia. En el caso de las minicentrales (instalaciones con una potencia inferior a 10 megavatios), la potencia en Ourense es de 91 megavatios, prácticamente un tercio de los 290 existentes en Galicia. En el caso de Pontevedra la cifra de centros se reduce hasta 5 centrales con una cantidad cercana a los 150Mw de potencia.

Se considera, según la Comisión Nacional de la Energía, que el Sil es de las zonas de mayor productividad del sector hidráulico español con una cifra media de más de 1,3 millones de megavatios por hora. Siendo la central de San Esteban el referente productor del rio. Le sigue por intensidad el rio Miño con un nivel de 1,2 millones de megavatios hora. A este proceso productivo debemos unir su capacidad de creación de empleo con un ratio de más de 200 obreros por proyecto de obra o de ampliación y de 1,4 empleos en mantenimiento por MW. 
Un punto cada vez más relevante es el desarrollo tecnológico del sector que en la provincia de Ourense se manifiesta en el centro de control que el grupo Gas Natural Fenosa posee en Velle, considerado el más moderno de Europa y desde donde se gestionan 51 embalses de España, o el Centro Internacional de Excelencia Hidráulica y marina promovido por el mismo grupo, Gas Natural Fenosa, que tiene su sede en la Ciudad Tecnológica de Vigo (Citexvi), en el campus universitario.

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