CREANDO MARCA

El termalismo posee en el cauce del Miño su mayor potencial de desarrollo

Piscinas Balneario de Laias foto Ribeiro
30-3-15

Galicia posee 21 centros termales, de los que 17 están en el cauce del Miño y sus afluentes. El potencial de desarrollo en las provincias de Ourense y Pontevedra es muy significativo. En la actualidad la oferta de este gremio en la comunidad de visibiliza a través de 3.000 plazas hoteleras, con una capacidad de atraer a más de 150.000 visitantes cada año. Pero, no solo el turismo puede crecer, sino también la elboración y distribución de las aguas mineromedicinales.

En la sociedad actual cada vez más se valora el culto a la salud y al cuidado del exterior y el interior del cuerpo. “Mens sana in corpore sano”, proclamaba el aserto latino. En este contexto la historia nos ha enseñado la riqueza de nuestra agua como recurso de salud. Ya los romanos y los celtas aprovechaban sus posibilidades y de su uso surgieron ciudades como Aquis Aurienses, la actual Ourense o Aquis querquenis (Bande). De esta cultura del agua donde se entrelazaba la curación, la salud y el culto a los dioses, como agradecimiento de tal curación, surge nuestro actual sector termal. 

Esta actividad, que actualmente está regulada por la Directiva 2009/54/CE, relativa a las aguas minerales naturales y, en España, por el Real Decreto 1798/2010, de 30 de diciembre, así como la correspondiente legislación autonómica. Según el artículo 2 del Real Decreto 1798/2010, son “aguas minerales naturales aquellas microbiológicamente sanas que tengan su origen en un estrato o yacimiento subterráneo y que broten de un manantial o puedan ser captadas artificialmente mediante sondeo, pozo, zanja o galería, o bien, la combinación de cualquiera de ello”. Esta definición ha permitido el desarrollo de un amplio abanico de agentes relacionados (balnearios, talasos, aguas minerales, consultoras turísticas, empresas de ingeniería termal, estudios de arquitectura y diseño, etc), que se aglutinan bajo una máxima oferta de servicios de calidad y respeto hacia el recurso natural y el cliente usuario. 

En España, en conjunto, es un sector que oferta cerca de 20.000 plazas de alojamiento en un conjunto de 114 balnearios y que es capaz de generar 225 millones de euros de facturación, según los datos de las asociaciones el sector. En el caso de Galicia la oferta conjunta acumula 3.000 plazas hoteleras en un conjunto de 21 balnearios, y que son capaces de atraer a más de 150.000 visitantes por año. Por lo tanto, un sector con gran potencial de crecimiento por la presencia de cerca de 300 puntos de agua detectados. 

 El termalismo en el cauce del río Miño y sus afluentes, aglutina a 17 de los 21 balnearios de Galicia. A lo que debemos unir los nuevos proyectos en marcha de aprovechamiento del recurso para uso sanitario o de ocio que ya alcanzan la cifra de 21 nuevos proyectos termales en distintos estados de desarrollo. Un ejemplo, en el próximo diciembre abrirá sus puertas un nuevo Balneario en Carballiño y a largo de 2017 se unirá un nuevo proyecto en la zona de o Ribeiro. 

El sector resurge en la década de los ochenta después de haber sido un gran sector de la economía gallega de principio de siglo XX hasta los años de penuria posteriores a la guerra civil.  Años históricos de creación de grandes balnearios, principalmente en las provincias de Ourense y de Pontevedra y donde podemos encontrarnos con historias como la curación de Don Santiago Ramón y Cajal de sus problemas estomacales. Años donde los balnearios gallegos eran la referencia de la burguesía española que peregrinaba desde ciudades como la capital de España para tomar o bañarse en las aguas de la tierra gallega, en especial en las zonas surcadas por el Miño.  

PROPIEDADES

Las aguas de Galicia poseen siete de los ocho tipos de agua medicinales. Galicia cuenta con las aguas bicarbonatadas que son antiácidas, beneficiosas para el aparato digestivo, intestinal, hepático y renal; las cloruradas son antiinflamatorias y analgésicas y estimulan la cicatrización, mientras que administradas en bebida presentan importantes efectos digestivos; las sulfuradas, por su parte, se emplean para tratar problemas respiratorios y afecciones alérgicas, y tienen una importante acción mucolítica, cicatrizante y antioxidante. Asimismo, las aguas carbogaseosas ejercen un efecto sedante y analgésico y estimulan la motilidad intestinal; las ferruginosas favorecen la regeneración de glóbulos rojos, lo que las hace idóneas para combatir ciertas anemias; las radiactivas se emplean en el tratamiento de contracturas musculares y en ciertos trastornos psiquiátricos, y las oligometálicas son diuréticas, de interés para trata afecciones renales. Por último, las sulfatadas, único tipo de agua medicinal no presente en los balnearios gallegos, tienen propiedades diuréticas y actúan sobre el aparato digestivo.

El Miño también es fuente de agua mineral. En España existen cerca de 130 plantas embotelladoras de agua, de las cuales una de cada 10 se encuentra en Galicia, y seis de ellas en el espacio del río Miño y su cuenca. A ello debemos unir el espacio de la comarca de Monterrei con tres plantas embotelladoras. La provincia de Ourense era y sigue siendo líder en marcas de aguas minerales históricas. Pontevedra posee dos, en la actualidad de la misma empresa: Fuente del Val y Mondariz. En Lugo, Fontecelta, situada en Céltigos (Sarria) y en A Coruña, ninguna. Tanto las de baja mineralización como las de mayor presencia de elementos como el sodio o el litio son de excelente calidad y se encuentran entre las mejores del mundo.

En conjunto, Galicia y en especial Pontevedra y Ourense muestran un gran potencial de desarrollo del sector termal que en parte debemos al río Miño y en parte, según los antiguos, al dios Revve Anabaraego responsable de la cura mediante el agua.

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