FORO LA REGIÓN

Baena Reig: "El 90% de las empresas ven relevante la digitalización, pero sólo el 20% tiene un plan”

Augusto Baena Reig, socio de la consultora Oliver Wyman, avanzó claves para introducirse en la cuarta revolución industrial que señala al análisis de datos como elemento clave de mejora

El socio de la consultora Oliver Wyman Augusto Baena Reig ofreció ayer algunas de las claves para que las empresas no pierdan el tren de la cuarta revolución industrial, marcada por la digitalización, dentro de Foro La Región. En el transcurso de un almuerzo-coloquio desarrollado en el restaurante la Carballeira de Santa Cruz, el ponente apuntó que este cambio "es irreversible" y que las empresas que no quieran afrontarlo en los próximos cinco o 10 años se quedarán atrás en la carrera por la competitividad.

El director general de R, Alfredo Ramos, encargado de la presentación del conferenciante, destacó que su empresa colaboraba en este almuerzo-coloquio "renovando o noso compromiso coa mellora da competitividade das empresas, algo que caracteriza o noso proxecto desde os seus inicios, estendendo fibra óptica como estrutura base para facer realidade os servizos" que caracterizan a ese futuro dixital.

En este sentido, el máximo responsable de R recordó que "temos invertido 1.200 millóns de euros nesta Comunidade no que levamos de andaina". Una inversión que sirvió para implantar la fibra óptica en 600.000 hogares en un primer ciclo destinado a extenderlo en los núcleos urbanos y un segundo ciclo, desde 2008, "no que extendimos a fibra a 400.000 fogares máis, acadando o millón de fogares con redes de nova xeración".

Alfredo Ramos destacó la labor de la empresa de telecomunicaciones en favor de la digitalización con planes como el centrado en los polígonos empresariales, "con máis de 5,2 millóns de inversión en 81 áreas industriais para dotarlos de banda larga". Aunque explicó que esta extensión gradual de la red de fibra óptica "son só as autopistas que fan factible a remodelación dos nosos negocios".

Avanzó, por otra parte, que "a transformación dixital é algo que debe facerse de xeito corporativo; nós mesmos buscamos novas startups que doten de solucións integrais aos nosos clientes". Y recordó que recientemente el prestigioso The Economist decía que "o recurso máis valioso xa non é o petróleo, son os datos" y todo ello para mejorar la relación con el cliente, así como productos y servicios; "capacitar e empoderar aos nosos empregados e optimizar operacións e procesos".

Industria 4.0

En su intervención, Augusto Baena apuntó un paso más en esa nueva cultura empresarial que está ya a la vuelta de la esquina y que está ligada a la denominada "industria 4.0". Un cambio de mentalidad que pasa por una recogida masiva de datos que permitan, mediante el análisis digital, mejorar las capacidades de respuesta de las empresas ante determinadas situaciones o supuestos. Baena bajó al terreno de los ejemplos y dijo que "en el caso de las‘ smart cities’ o ciudades inteligentes, mediante la instalación de sensores" en diversos puntos y servicios de la ciudad, "se pueden determinar patrones de iluminación, semáforos adaptados a la situación del tráfico en cada momento, etcétera". Según explicó, "hay un montóns de cosas en una ciudad que están sometidas ya a una rutina y predeterminadas que podrían mejorar, simplemente entendiendo mejor las necesidades mediante el análisis con sensores" repartidos por la ciudad.

El socio de la consultora Oliver Wyman señaló que "el 90% de las empresas ven relevante" unirse a esta revolución digital, pero "sólo un 20% están llevando a cabo un plan estratégico". Y en este sentido subrayó el hecho de que la mayor parte de las empresas consideran que el gran problema para la introducción de esa digitalización "es la cultura de la gente", que debe ser la primera preocupación de las empresas a la hora de emprender esa transformación.

Baena Reig señaló una serie de pasos para afrontar este reto. El primero de ellos, "definir una visión clara de lo que pretendemos que sea nuestra empresa a medio plazo, a tres o cinco años, cómo voy a trabajar con mis clientes, con mis proveedores, cómo voy a distribuir, cómo voy a vender...". Un segundo paso sería, según Baena, hacer "pilotos que me permitan un experimento controlado que examine la nueva línea de actuación a base de prueba-error", además de contar con un núcleo inicial que "evangelizará al resto de la plantilla" sobre ese nuevo sistema productivo. A esto debe unirse el fomento de capacidades personales y productivas, así como fomentar la cultura de datos, "el nuevo petróleo".

Por otra parte, la empresa deberá tener en cuenta "que va a tratar igualmente con un cliente "que vive en un mundo analógico y reclamarán productos en ese sentido, productos cada vez más individualizados". Pero también será esencial, aparte de la incorporación de todo un sistema de análisis de datos para optimizar resultados, un cambio gradual en el personal de la empresa. "Se requerirán nuevos perfiles profesionales, que tengan conocimientos matemáticos" para que sean capaces de moverse en ese mundo digital. En cuanto al personal ya en plantilla, necesitará de un reciclaje de cara a esa cuarta revolución industrial. A esto se debe unir "un importante volumen de datos y conectividad (wifi, redes para videored, ectétera),todo ello conjugado con un elemento esencial como es la seguridad", apuntó el conferenciante. Dejó, por último, una máxima para afrontar el reto: "Pensar grande y empezar pequeño; tener una gran visión aunque se vaya paso a paso".

"Las impresoras 3D supondrán una revolución para los talleres”

Entre los ejemplos apuntados por el socio de la consultora Oliver Wyman como muestra de lo que el futuro empresarial apunta, estuvo el de la marca Adidas y el uso de las impresoras 3D.

"Esta casa de calzado deportivo acaba de poner en marcha una nueva planta que funciona con impresora en 3D", en lugar de las tradicionales máquinas de producción en cadena. Según explicó Baena Reig, la razón no es, como podría suponerse, "reducir costes", sino conseguir, por un lado, que "cada zapatilla pueda ser distinta, algo que no sería posible con la producción en cadena". De este modo, Adidas "puede presumir de ofrecer a sus clientes el modelo exclusivo que solicitan". Por otra parte, la impresora 3D permite hacer diseños más complicados que serían imposibles en un sistema de producción en cadena.

Baena Reig va más allá y augura que "las impresoras 3D supondrán una revolución de los talleres mecánicos". Si hoy en día tienen que suministrarse de piezas de repuesto en las casas de las marcas o contar con un stock propio que no saben si tendrá salida, con las impresoras 3D se abre la posibilidad de que se puedan elaborar esas piezas concretas en el propio taller en tiempo real, "reduciendo costes en logística y otros aspectos", señala Baena.

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