Manuel Sans Segarra: “El que vive una experiencia cercana a la muerte teme no ser entendido”

¿Es la muerte física el final? Eso es lo que se preguntó el doctor Manuel Sans Segarra tras hablar con algunos de sus pacientes, que habían sufrido una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM), y lo que ha tratado de explicar durante los últimos años de su trayectoria. El doctor Sans no pudo demostrar a través del método científico que las ECM eran experiencias reales y no alucinaciones producidas por la falta de riego en el cerebro. Así, acudió a la mecánica cuántica, que le dio las respuestas que buscaba. El encargado de presentar al doctor Sans fue el periodista de La Región, Héctor Díaz, quien destacó del conferenciante su “cambio de enfoque” sobre la vida después de la muerte física, además de un exhaustivo repaso del currículum del médico. Al inicio de su conferencia, Sans Segarra explicó que “las personas que viven una ECM tienen miedo de que no se les entienda y no quieren contarlo”. A partir de ahí, estableció una serie de ítems que se repiten en la mayoría de ECM: los pacientes recuerdan toda su vida hasta el más mínimo detalle de lo vivenciado; cambia su forma de vida; experimentan una salida de su propio cuerpo y lo ven todo desde arriba, aunque no pueden comunicarse con los demás; sienten una sensación de armonía y paz; contactan con seres queridos; o visionan su vida pasada, presente y futura antes de volver en sí. Método científico La parte central de la ponencia trató de explicar estos fenómenos a través de dos prismas diferentes: el método científico, cuya base es la materia; y la mecánica cuántica, que toma como elemento fundamental la energía. La base de este método es la objetividad, el monismo material, la localidad y el determinismo. Por eso, este sistema cataloga las ECM como una alucinación por falta de riego sanguíneo. Aunque, puntualizó Sans, “ni los neurólogos ni los psiquiatras son capaces de argumentar por qué las ECM cumplen la serie de requisitos que he expuesto con anterioridad”. Así, realizó una resonancia funcional para ver como funcionaba la mente de las personas que habían experimentado una ECM mientras narraban su vivencia. El resultado fue sorprendente, ya que “por las activaciones cerebrales que se revelaron, se demuestra que lo que esas personas vivieron fue real”. Mecánica cuántica Ante la falta de respuestas, el doctor decidió acudir a la física cuántica, cuyos principios son la energía como elemento fundamental y que esta está en un continuo estado vibratorio. Gracias a esta forma de pensamiento, que indica que materia y energía son dos extremos de un mismo cabo y que solo se necesita una conciencia que colapse toda esa energía en materia. De esta forma, “somos cocreadores del universo, ya que, sin nuestra conciencia individual, sería imposible colapsar la energía en materia”. Conciencia no local Por último, el doctor trató de definir la conciencia no local, una forma eterna de los seres que el ser humano no puede percibir, pero que “es la que nos hace únicos e irrepetibles”. “Es eterna, holística y forma parte de todo el universo”, afirmó Sans. Eso sí, el ser humano puede percibir efectos de esta conciencia no local: “La intuición, la creatividad, las ECM o la telepatía son formas de las que se manifiesta la conciencia no local en nuestro día a día”.