Micky: “El rock no ha muerto; si un día lo hace, que sea después de mí”

Mariskal Romero, Micky y Enrique Martí Maqueda, en un momento de la conferencia.
photo_camera Mariskal Romero, Micky y Enrique Martí Maqueda, en un momento de la conferencia.
El músico protagonizó el Foro La Región, en el que compartió coloquio con Mariskal Romero y Enrique Martí Maqueda

De la historia de la música en España no se puede hablar sin nombrar a Miguel Ángel Carreño, “Micky”. Tras su concierto del sábado noche en la sala Luxus de la ciudad -enmarcado en Los Conciertos de La Región, donde estuvo acompañado por la banda Los colosos del ritmo-, ayer todavía tenía cuerda para hablar en el Foro La Región de su trayectoria profesional, del panorama musical actual y de su pasión, el rock and roll. “Si estuviese en Argentina, tendría monumentos en Buenos Aires. Aquí hay una cultura kleenex que se olvida de personajes como él”, aseguró Mariskal Romero, encargado de moderar el coloquio, en el que también participó Enrique Martí Maqueda.

Juntos recordaron los inicios de Micky, cuando en los años sesenta formó “Micky y Los Tonys”, una de las bandas pioneras de la música española, con la que publicó 30 singles y 5 LP. “Cuando arrancamos esta aventura era un poco arriesgada, porque no era del gusto del personal que mandaba, pero mi padre era embajador, había una consigna de no meterse con nosotros”, relató. Eran años de dictadura, en los que no siempre era fácil subirse a un escenario para tocar rock and roll: “La mayoría de grupos que estaban por ahí éramos como una especie de niños mal de familias bien, y no nos tocaban”. 

Martí Maqueda ensalzó la personalidad de Micky -“un rayo de alegría, de juventud, de simpatía, de sinceridad”-, y recordó que el panorama musical de entonces no tenía nada que ver con el de ahora. En el programa “Salto a la fama”, en el que trabajó como realizador, vio actuar a miles de artistas que querían labrarse una carrera. “Cada mes se reunían 80 o 90 personas que cantaban de todo, canción española, lírica, flamenca…”, explicó.

Mariskal recordó la persecución de los rockeros por parte de Franco: “Los llamaban mariquitas y los metían en la cárcel por ir con melenas por la calle. Eran artistas rebeldes”. Él y Micky pusieron en valor el género, y dejaron claro que sigue muy vivo. “El rock no ha muerto, y si un día lo hace, que sea después de mí”, bromeó Micky, que reconoció su cierto “cansancio” con la música actual. “La nueva hornada de cantantes me deja un poco… Y en cuanto a las chicas, están todas monísimas, muy bien operadas, muy desvestidas, pero yo lo siento, a mí todo eso me suena a gimnasia”, aseguró. Pero también reconoció que hay “muy buena gente haciendo música”. Sobre la elección de Nebulossa como representante de España en Eurovisión, dejó clara su opinión: “Ganó esa chica que canta un tema muy parecido a otro, pero la que me gustó mucho fue María Peláe que canta flamenco, esta es la que canta de verdad”.

Muy activo

Sesenta años después de empezar su trayectoria, Micky sigue al pie del cañón. Su concierto en la sala Luxus lo dejó claro -Mariskal alabó su actuación y “ese epílogo final con la armónica tan emocionante”-, aunque admitió que ahora se cuida más que antes. “Me meto una buena alimentación, cada vez mejor, porque noto que reacciono, que tengo que tener cuidado. Antes bebía y vivía a lo loco, y ahora, como dice Enrique (Martí Maqueda), la piel te pasa factura”, señaló. De hecho, pasea “muchísimo” por la playa, lo que le permite seguir activo y seguir subiéndose al escenario. “Echo de menos descansar, siempre me despierto hacia las siete de la mañana y me digo ‘media horita más’ y duermo hasta las ocho”, apuntó. Sigue afrontando retos, como participar en el proyecto “Todos juntos por el rock and roll”, liderado por Joaquín Torres. “Tuve que cantar ‘Popotitos’, que nunca lo había hecho, y me tocó el trozo más incómodo. Pensé que no me iba a salir, pero de repente, pum, me salió, mejor o peor, pero ya está, ya puedo dormir en paz”, relató.

La cita de Ourense fue muy especial, tanto para él como para Los colosos del ritmo. “Paco, el jefe de la banda, está casado con una gallega, y me dijo ‘vamos a liarla a Ourense, pero vamos a liarla y a degustar sus manjares’, me dijo”, comentó. De la gastronomía ourensana, puso en valor la carne -“aunque soy más de pescado”- y las verduras  -“tengo muchas ganas de comer lechuga”-.

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