Pilar Eyre: “Mi libro tiene un humor socarrón gallego, el que me hace más gracia"

Pilar Eyre, escritora barcelonesa con raíces gallegas.
photo_camera Pilar Eyre, escritora barcelonesa con raíces gallegas.
La periodista y escritora protagoniza el próximo Foro La Región.

Del tardofranquismo a las Olimpiadas de Barcelona, de la dictadura a la democracia. La escritora Pilar Eyre retrata en su última novela, “Cuando éramos  ayer” (Planeta), sus años de juventud y el recuerdo de una generación de mujeres y hombres valientes. Un viaje por el pasado reciente de nuestro país y su historia más íntima, repleta de romantiscimo y crónica social.  Un libro  de celebración que compartirá con los ourensanos en el próximo Foro La Región.

“Cuando éramos ayer” es su vigésimo segundo libro, ¿para quién lo ha escrito?

Es una buena pregunta. Lo he escrito para reivindicarnos y explicar nuestra generación, que ha pasado casi desapercibida. Nuestra juventud fue de 1968 a 1992, que es la época que retrato en el libro. Quería recuperarme a mí misma, a mis amigos, a compañeros de generación y a mi familia. Está destinado a gente de mi edad que también quiere reivindicarse a través del libro. Hace un mes que ha salido y ya ha tenido muchos lectores porque voy por la segunda edición con casi 40.000 ejemplares vendidos. 

He leído que todo lo que cuenta en la novela ha ocurrido en la realidad, ¿es autobiográfica? 

Ayer estaba leyendo el suceso del hijo de Paul Auster que es drogadicto y sus problemas con las drogas están reflejados en los libros de Auster y su mujer, que también es escritora. Creo que todos los libros son autobiográficos, desde “Cien años de soledadhasta las obras de Pérez Galdós. La protagonista de mi libro se parece mucho a mí, aunque es mucho más guapa. Muchos de mis amigos también están en el libro. Los que aún viven sabrán identificarse, pero no creo que me digan nada. 

Retrata a los burgueses de Sarrià, los universitarios progres y los emigrantes andaluces en Cataluña. ¿Aquella sociedad clasista es más franqueable ahora?

En aquella época, era más revolucionario un amor entre clases que la lucha antifranquista. Los padres te podían perdonar que estuvieras en una manifestación, una comisaría o en prisión. Lo que era imperdonable es que una niña bien se enamorara y se fuera a vivir con un chico de la emigración, como es Rafael en el libro. Quería reflejar la emigración y la amalgama de la que salimos los catalanes. Mi familia paterna es gallega y vino aquí antes de la guerra. 

¿Es una novela nostálgica?

No añoro ese tiempo; mi tiempo es el presente, por eso sigo activa tanto en el periodismo y la literatura. Tengo nostalgia respecto a mi juventud, pero si fuera una novela nostálgica no atraería a la gente joven. Es un libro de celebración y tiene mucho humor. Estuve en el programa de Javier Sardà y me dijo que su mujer reía y lloraba mientras leía mi libro. Tiene un humor socarrón gallego, el que más gracia me hace. La vena de humor que tengo es completamente gallega. Es la que tenía mi padre y mi familia paterna.

Las mujeres tenían pocas opciones de libertad, incluso las privilegiadas. ¿Las lectoras de más edad se verán reflejadas?

Sí, porque nosotras venimos del subsuelo. Mientras haya una sola mujer que muera por culpa del machismo o haya maltrato, habrá todavía mucho trabajo por hacer; pero nosotras venimos del subsuelo. En mi época nos teníamos que casar vírgenes. El modisto Pertegaz, que era muy amigo mío, me decía que a los vestidos de novia les tenían que poner una cinturilla elástica porque las chicas se casaban a veces embarazadas. Nosotras empezamos a leer a Betty Friedan o Simone de Beauvoir y a desarrollar nuestra liberación sexual porque nuestros compañeros de partido eran más machistas que nuestros padres. Esto de la liberación de la mujer era una cosa burguesa, de señoritas ociosas. 

¿Quiénes son sus escritores de referencia? ¿Y su libro de cabecera?

El gran maestro es Pérez Galdós. “Fortunata y Jacinta me parece un libro capital. “El Gran Gatsby”, de Scott Fitzgerald, es una novela perfecta. Y hay un libro que me acompaña siempre que es “Bella del señor, de Albert Cohen. Es maravilloso, una historia de amor brutal. 

¿Una escritora joven a la que admire?

Me gustan La Vecina Rubia, Elísabet Benavent, Juan Gómez-Jurado, Blue Jeans, Javier Castillo, María Oruña, Dolores Redondo, Eva García Sáenz de Urturi…

¿Mantiene viva la relación con Galicia?

Claro, tengo casa en Galicia. Tenemos un pazo que mi abuelo tuvo la generosidad de dejárselo en herencia a los 34 nietos. Es decir, me toca un ladrillo (risas). Está entre Escairón y Chantada. Mi familia viene de Monforte. Y tengo una hermana que vive entre Portonovo y Madrid. Voy muchísimo a Galicia, al pazo, a Monforte y a la presentación de todos mis libros. Todos los años voy a abrazar al Apóstol. Tengo grandes amigos y uno de mis mentores es el dueño de la librería Follas Novas, Rafael Silva, que era íntimo amigo de mi padre. Cuando murió, le dimos las cenizas a Rafael para que las diseminara por los caminos por lo que iba a pintar mi padre. 

Como autora de la biografía “Yo, el Rey”, ¿se aventura a pronosticar si volveremos a ver juntos al rey Felipe y a su padre?

Creo que no, que esa foto no se va a dar. Se dará cuando el emérito esté enfermo. El daño que ha hecho el rey Juan Carlos a la monarquía, en estos momentos personalizada en la figura de su hijo, es irreparable y el hijo lo sabe. Todavía sería más grave si se hicieran una fotografía juntos. No hablan desde hace dos años. Creo que sólo han hablado un par de veces cuando hubo rumores de que estaba mal de salud. Tuvo una reacción a la vacuna y sé que Felipe lo llamó.

¿Qué le ha dado más satisfacciones, el periodismo o la literatura?

La literatura solo me ha dado satisfacciones. Y el periodismo me ha dado muchos disgustos y también, grandes alegrías. Digo que voy a dejar el periodismo veinte veces al día, pero cuando acierto con una exclusiva es una satisfacción inigualable. Voy dando botes.

¿Tiene ya un nuevo proyecto literario entre manos? ¿Escribirá  más libros o llegará  un momento en que decida descansar?

¡Qué dices! A mí me quitas el escribir y me muero en cuatro días. Es que tengo que escribir muchísimo. Piensa que Ramón Tamames tiene más años que yo y está en activo, escribiendo, dando conferencias. Tengo ya otra novela creciendo en mi cabeza. 

¿Y en qué época transcurre?

No lo sé; tengo la historia humana, pero aún tengo que ver a qué época la traslado.

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