Teresa Táboas habló sobre la importancia de estar atentos a los cambios en el mundo para dar respuesta a las necesidades
“Cambiaron as premisas coas que temos que facer a arquitectura e ten que cambiar a profesión”. Así de contundente se mostró ayer la arquitecta Teresa Táboas, que destacó la importancia de estar atentos a lo que sucede en el mundo para poder darle respuesta a las necesidades.
En su ponencia en el Foro La Región, titulada “Arquitectura en tempos incertos”, Táboas comenzó haciendo referencia a un seminario sobre Alvar Aalto, resaltando la importante relación entre la arquitectura y la historia. “Un pode visitar cidades como Roma e aí leer a historia”, contó.
La arquitecta continuó su ponencia citando los tres principios básicos del equilibrio para abordar los desafíos de esta época y construir un mundo mejor: la sostenibilidad ambiental, la sostenibilidad social y la sostenibilidad económica.
En este sentido, señaló entre los objetivos que debe tener la profesión minimizar el impacto en el medio ambiente, usar materiales sostenibles o utilizar sistemas de gestión de agua y residuos eficientes. Respecto al último objetivo, la arquitecta puso como ejemplo Copenhague, que cuenta con un programa que tiene el objetivo de que las personas sean conscientes de los residuos que generan.
También, indicó el problema de la vivienda como una de las responsabilidades que tienen que asumir los arquitectos. “Xuntos podemos lograr un futuro máis equilibrado e sustentable para o planeta e a humanidade”, afirmó.
Por ello, aseguró que la obligación de la belleza tiene que estar sustentada por el argumento ético de la preocupación del bienestar de las personas, edificios o espacios. “Non se trata de que gañemos nós como arquitectos e que perdan os usuarios ou viceversa, senón de buscar un equilibrio”, explicó.
Táboas puso como ejemplo algunos de los edificios que se construyeron en los que “a estética e a beleza convírtense en cárceres onde a xente habita e crean problemas sociais”.
“Mentres algúns constrúen bombas e crean destrución, nós estamos no lado oposto, construíndo casas, escolas ou hospitais, esa é a nosa verdadeira función social”, manifestó.
Cambio climático
Táboas alertó del cambio climático antropogénico que generará ondas de calor más largas, intensas y frecuentes en todo el mundo, que pueden provocar miles de muertes. Por ello, considera necesario minimizar este impacto desde la planificación urbanística y señaló las ciudades y sus territorios periféricos como el principal campo de batalla, ya que los entornos urbanos “son especialmente propensos ao estrés térmico debido ao efecto coñecido como ‘illa de calor humana”.
Para luchar contra este efecto, reclamó aumentar un 30% la superficie arbórea en las ciudades, ya que esta medida puede reducir la temperatura de los entornos urbanos hasta 1,3 grados y evitar una de cada tres muertes prematuras atribuibles al efecto de la isla de calor humana.
Asimismo, explicó que los análisis en el planeamiento urbanístico no deben continuar basándose en los límites administrativos, sino en la pegada ecológica. Puso como ejemplo de un buen desarrollo las galerías de A Coruña, que permiten bajar las temperaturas de una forma natural.
En este sentido, indicó que la implantación de medidas de eficiencia energética en la construcción puede reducir el consumo de energía hasta un 30%, lo que también influye a nivel económico en la factura de la luz.
La arquitecta señaló que el futuro del sector de la construcción pasa por la descarbonización, una de las actividades más contaminantes. “Non soamente é a emisión unha vez o edificio está construído, senón o que hai na produción polo que temos a obriga de fomentar o uso de novos materiais como a madeira”, añadió.
Para reflejar la importancia que tiene la descarbonización, Táboas indicó que la demanda anual es ahora un 70% mayor de lo que los ecosistemas de la Tierra pueden reponer, lo que significa que se necesitarían 1,7 Tierras para cubrir las necesidades de los humanos en 2022.
