FORO LA REGIÓN

Trabajar en la Antártida: “Un reto único en la vida"

Dolores Muñoz, Antonio Donis, Mariano Lastra y Alberto Salas.
photo_camera Dolores Muñoz, Antonio Donis, Mariano Lastra y Alberto Salas.

Cuatro protagonistas cuentan el día a día en la base Gabriel de Castilla

"En la Antártida todos los días son lunes", asegura el teniente coronel Alberto Salas al otro lado del teléfono. Como jefe de la Campaña Antártica del Ejército de Tierra español, asegura que lo que más sorprende al poner un pie en territorio antártico es que lo que "ves en el National Geographic es cierto": "Llegas allí y descubres la naturaleza en estado puro". 

Alberto Salas, la médica militar Dolores Muñoz, el capitán Antonio Donis y el científico Mariano Lastra explicarán hoy, a las 20,15 horas y ante el público del Foro La Región en el Marcos Valcárcel, el día a día en la base Gabriel de Castilla, el asentamiento gestionado por el Ejército de Tierra. La función principal del campamento es apoyar la investigación científica, además de cumplir los acuerdos suscritos por España en el Tratado Antártico y fomentar el cuidado del medio ambiente.

Situada en la Isla Decepción, en la corona del cráter inundado de un volcán, la base cuenta con alojamiento para una treintena de personas entre militares de tierra y científicos. "Solo estamos allí durante el verano astral -de noviembre a marzo-, ya que las condiciones climatológicas lo permiten, normalmente estamos entre los 2 grados y los -7", explica Salas. 

Cuando llega la expedición, el equipo se ve obligado a limpiar el campamento para poder habitarlo. "Normalmente se reabre en 24 horas, pero este año, debido a la cantidad de nieve que había, tardamos 5 días en entrar", explica la doctora Dolores Muñoz. Mientras tanto, los efectivos se hospedaban en el buque Hespérides de la Unidad de Tecnología Marina, que también estaba en la zona. "Salíamos cada mañana a trabajar a la base y volvíamos por la noche al barco para dormir y ducharnos", describe Muñoz. 

Una vez dentro, arranca el trabajo diario, por un lado el de los militares, que se encargan de acompañar a los investigadores en cada salida además de ocuparse del mantenimiento del lugar, y por otro, el de los científicos. "Me preguntan si me aburrí algo... ¡imposible! Hay muchas cosas que hacer", apunta la médica. Aunque el equipo sanitario -ella y un veterinario, en la última campaña- está preparado para atender cualquier tipo de incidencia, Muñoz se dedicó a trabajar de todo, pero poco de sanitaria. "Excepto una hipotermia que atendí, del resto fue una expedición tranquila, así que estuve ayudando a los mecánicos, pintando, haciendo de guía de los nuevos que llegan...", relata. 

Los científicos llegan con tiempo limitado para hacer su trabajo. Por ello, en los meses en los que la Gabriel de Castilla está abierta, van rotándose las plazas de investigadores. Mariano Lastra, profesor del Departamento de Ecología y Biología Animal de la Facultad de Ciencias del Mar de la UVigo, participó en 7 campañas, desde 2004. "Realizamos proyectos de diverso tipo, ahora mismo estamos investigando los efectos del cambio climático en el litoral, para lo que reproducimos el calentamiento que está previsto en la península antártica en una década", explica Lastra. "Es casi un sueño estar allí para cualquier científico", asegura. 


El internet antártico


El capitán ourensano Antonio Donis hablará sobre las comunicaciones de la base. "Eu era o responsable das trasmisións, era o 'comunity manager', levaba as redes, collimos un dron por primeira vez, contactaba cos centros educativos para as charlas...", comenta Donis. A pesar de estar en la Antártida, la Gabriel de Castilla está tan conectada que realiza videoconferencias con colegios e institutos de España. Desde allí, militares y científicos explican a los jóvenes cómo es su día a día. "É un soño, é unha experiencia única de vida", comenta el ourensano. "Es un reto estar allí, pero de las mejores cosas de mi vida, aunque echase de menos a mi familia y, como madre, a mi hijo", asegura Dolores Muñoz.

Te puede interesar