Los Príncipes de Asturias presidieron ayer en la Escuela Naval Militar (ENM) de Marín (Pontevedra) el acto oficial de la Jura de Bandera de los alumnos de primer curso y la entrega de Reales Despachos a los nuevos oficiales de la Armada. En total, prestaron juramento 74 alumnos, entre los cuales había tres mujeres y un integrante de la Armada tailandesa, y 112 nuevos oficiales recibieron sus credenciales.
Además de los Príncipes de Asturias en representación de la Casa Real, por parte del Gobierno Central acudieron el Jefe de Estado Mayor de Defensa, el general José Julio Rodríguez, y el Secretario Estado de Defensa, Constantino Méndez. Asimismo, participaron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, y la alcaldesa de Marín, María Ramallo.
A la llegada de los Príncipes de Asturias a la ENM, se les rindieron honores de ordenanza y Don Felipe, ataviado con uniforme de capitán de fragata de la Armada, pasó revista al batallón de alumnos. Tras el homenaje a los que dieron su vida por España, los alumnos de primero -60 pertenecientes al Cuerpo General de la Escala de Oficiales y 14 del Cuerpo de Infantería de Marina- prometieron fidelidad a la Bandera y protagonizaron el primer desfile militar, en el que la anécdota la protagonizó un joven que perdió su gorra antes de pasar bajo la bandera.
ENTREGA DE DESPACHOS
Posteriormente recibieron Reales Despachos los alumnos que concluían los cinco años de formación académica, entre los que había 20 mujeres y un alumno tailandés. Como número uno de su promoción, el alférez de navío Íñigo Cordero recibió del Príncipe de Asturias la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Blanco. El presidente de la Xunta también le entregó un sable por haber obtenido la calificación más alta en la Escala de Oficiales del Cuerpo General.
Asimismo, fueron condecorados el teniente del Cuerpo de Infantería de Marina Ignacio Márquez de la Calleja y Kangsadarn Suchare, que recibió del Jefe del Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, su despacho de oficial.
Tras el desfile de los nuevos oficiales bajo la bandera, el comandante-director de la ENM, Marcial Gamboa, se dirigió a los aspirantes para felicitarles por su 'trascendental compromiso de por vida' con España; un compromiso que 'no prescribe nunca', añadió Gamboa, que les animó a ejercer los valores recibidos: 'Honor, valor, disciplina, lealtad, compañerismo', precisó el comandante-director de la ENM. Les recordó que sirven a 'unas Fuerzas Armadas modernas y altamente tecnificadas' y le instó a 'compaginar las tradiciones y virtudes militares, con la necesaria capacidad de adaptación a una sociedad que cambia con asombrosa velocidad'.
A la llegada de los Príncipes de Asturias a la ENM, se les rindieron honores de ordenanza y Don Felipe, ataviado con uniforme de capitán de fragata de la Armada, pasó revista al batallón de alumnos. Tras el homenaje a los que dieron su vida por España, los alumnos de primero -60 pertenecientes al Cuerpo General de la Escala de Oficiales y 14 del Cuerpo de Infantería de Marina- prometieron fidelidad a la Bandera y protagonizaron el primer desfile militar, en el que la anécdota la protagonizó un joven que perdió su gorra antes de pasar bajo la bandera.
ENTREGA DE DESPACHOS
Posteriormente recibieron Reales Despachos los alumnos que concluían los cinco años de formación académica, entre los que había 20 mujeres y un alumno tailandés. Como número uno de su promoción, el alférez de navío Íñigo Cordero recibió del Príncipe de Asturias la Cruz del Mérito Naval con Distintivo Blanco. El presidente de la Xunta también le entregó un sable por haber obtenido la calificación más alta en la Escala de Oficiales del Cuerpo General.
Asimismo, fueron condecorados el teniente del Cuerpo de Infantería de Marina Ignacio Márquez de la Calleja y Kangsadarn Suchare, que recibió del Jefe del Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, su despacho de oficial.
Tras el desfile de los nuevos oficiales bajo la bandera, el comandante-director de la ENM, Marcial Gamboa, se dirigió a los aspirantes para felicitarles por su 'trascendental compromiso de por vida' con España; un compromiso que 'no prescribe nunca', añadió Gamboa, que les animó a ejercer los valores recibidos: 'Honor, valor, disciplina, lealtad, compañerismo', precisó el comandante-director de la ENM. Les recordó que sirven a 'unas Fuerzas Armadas modernas y altamente tecnificadas' y le instó a 'compaginar las tradiciones y virtudes militares, con la necesaria capacidad de adaptación a una sociedad que cambia con asombrosa velocidad'.
