El plantón caracterizó ayer la reunión del Comité Nacional del PSdeG en Santiago. De los alcaldes de las ciudades gallegas, sólo asistió el de Santiago. Tampoco estuvo el delegado del Gobierno, Antón Louro, ni el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro. También se echó en falta a prácticamente la mitad de la ejecutiva.
El Comité Nacional Galego del PSdeG preveía aprobar ayer en Santiago sus reglamentos y estatutos provinciales con consenso y sin follones. Al final hubo unanimidad -aunque finalmente se introdujeron cinco de las nueve enmiedas presentadas- pero quizás sólo se logró por las grandes ausencias en el cónclave. Entre distintos miembros del partido y de la dirección socialista provocó estupor la ausencia en el Comité Nacional de los alcaldes de las ciudades gallegas -con la sola excepción del regidor de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo- y de cargos como el delegado del Gobierno, Antón Louro, o el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro. También se echó en falta a, prácticamente, la mitad de la ejecutiva. De hecho, tras la primera intervención del secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, la organización constató la presencia de 187 personas, a pesar de que el máximo órgano del partido entre congresos se compone de unas 300.
En este contexto, Vázquez mandó un recado a Vigo, advirtiendo de que hoy no era el día de faltar. Cuando hay que estar en el Comité Nacional, hay que estar en el Comité Nacional, y no en otro sitio, exhortó. Aunque fuentes de la ejecutiva socialista reconocieron que el plante no fue un buen gesto porque no se puede deslegitimar el comité, interpretaron que la ausencia de destacados dirigentes es un toque de atención al secretario xeral. Atribuyeron las ausencias, también, a sus dificultades de conexión con el mundo urbano.
Más participación
En el apartado de las intervenciones, más de una veintena de militantes alzaron su voz para reclamar mayor participación de las bases, un mayor grado de movilización y más presencia para la gente joven. A mayores, la acumulación de cargos orgánicos e institucionales fue otra de las cuestiones que suscitó varias interpelaciones. Después de que Vázquez defendiese en el congreso extraordinario en el que salió elegido secretario xeral el modelo de un militante, un cargo, ante el Comité Nacional aseguró ayer que aquellos con responsabilidades en la Executiva Nacional no podrán formar parte de la provincial.
El debate del Comité Nacional se centró en torno a una de las enmiendas presentadas por la corriente crítica de Vigo, firmada por su líder, Gonzalo Caballero. El texto proponía que, como mínimo, el 70 por ciento de los miembros con voz y voto del Comité Provincial fuesen elegidos directamente por las asambleas locales.
En este contexto, Vázquez mandó un recado a Vigo, advirtiendo de que hoy no era el día de faltar. Cuando hay que estar en el Comité Nacional, hay que estar en el Comité Nacional, y no en otro sitio, exhortó. Aunque fuentes de la ejecutiva socialista reconocieron que el plante no fue un buen gesto porque no se puede deslegitimar el comité, interpretaron que la ausencia de destacados dirigentes es un toque de atención al secretario xeral. Atribuyeron las ausencias, también, a sus dificultades de conexión con el mundo urbano.
Más participación
En el apartado de las intervenciones, más de una veintena de militantes alzaron su voz para reclamar mayor participación de las bases, un mayor grado de movilización y más presencia para la gente joven. A mayores, la acumulación de cargos orgánicos e institucionales fue otra de las cuestiones que suscitó varias interpelaciones. Después de que Vázquez defendiese en el congreso extraordinario en el que salió elegido secretario xeral el modelo de un militante, un cargo, ante el Comité Nacional aseguró ayer que aquellos con responsabilidades en la Executiva Nacional no podrán formar parte de la provincial.
El debate del Comité Nacional se centró en torno a una de las enmiendas presentadas por la corriente crítica de Vigo, firmada por su líder, Gonzalo Caballero. El texto proponía que, como mínimo, el 70 por ciento de los miembros con voz y voto del Comité Provincial fuesen elegidos directamente por las asambleas locales.
