El cardenal Carlos Amigo preside el multitudinario funeral del que fue obispo de Lugo durante 27 años

José Gómez.
La ciudad de Lugo despidió hoy al que fue su obispo de la diócesis durante los últimos 27 años, Fray José Gómez, en un multitudinario funeral que se celebró en la Catedral de la capital lucense y que estuvo presidido por el cardenal y arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo.
El cadáver de Fray José Gómez se trasladó desde el Palacio Episcopal, lugar donde estos días, desde su fallecimiento en la madrugada del martes, permaneció la capilla ardiente. Seis presbíteros condujeron el féretro hasta el templo lucense en una procesión que abrió el cortejo fúnebre seguida de una cruz entre dos cirios.

Ya en la misa, el cardenal Carlos Amigo, que era amigo personal de Fray José Gómez, agradeció al arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que le hubiera permitido presidir el funeral en memoria de quien fuera 'su compañero de estudios, de comunidad y su superior'.

'Fray José y los que le conocíamos de cerca sabemos que solamente quería ser enterrado en un lugar: en el corazón de las personas que lo han conocido', disertó. Amigo destacó el carácter de franciscano de su 'compañero', un vinculo que dijo se 'le notaba bastante'. Tras la misa los restos mortales fueron sepultados en la propia Catedral de Lugo, en la capilla de San Froilán.

El funeral fue seguido por cientos de fieles, junto a autoridades y contó con la presencia de un centenar de sacerdotes, además de por once obispos, del arzobispo de Santiago y del prelado que reemplazará a Fray José Gómez, Alfonso Carrasco. Entre las ausencias, se comentó mucho la no presencia del cardenal Rouco Varela, que es tío precisamente del nuevo obispo de Lugo.

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