Conde Roa se baja el sueldo y se fija un máximo de dos mandatos muy austeros

 La nueva corporación de Santiago, posa con el nuevo alcalde, Gerardo Conde Roa, (5i, sentado), tras su acto de toma de posesión, esta tarde en el Ayuntamiento. EFE
El alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, ha expresado su compromiso de bajarse el sueldo un 3% y de no ocupar el cargo que estrena hoy más de dos mandatos, y ha explicado que gobernará sin medidas revolucionarias pero sí de 'ahorro, gasto racional y mucha austeridad' para superar la crisis.

Conde Roa ha sido proclamado hoy alcalde tras recibir la mayoría absoluta de los votos durante la sesión constitutiva de la nueva corporación local, a la que ha asistido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo; y el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, entre otras autoridades.

A su llegada, algo más de medio centenar de personas, entre sindicalistas de CCOO, UGT, CIG y STEG e 'indignados', han pedido con silbidos y gritos la dimisión de Núñez Feijóo y del conselleiro de Educación, Xesús Vázquez, a quien caracterizaron como Pinocho, porque 'la Xunta de Galicia recorta y privatiza' y por el 'mantenimiento del horario lectivo' y 'de los cuadros de personal'.

Después de la recepción y nombramiento de los miembros de la corporación, Conde Roa ha jurado el cargo, que el regidor saliente, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, y el candidato nacionalista Rubén Cela han prometido y, tras recibir el bastón de mando, ha pronunciado un discurso que no ha superado los veinte minutos y que ha finalizado emocionado.

Durante su intervención, el nuevo alcalde se ha comprometido a bajarse el sueldo un 3%, que sólo recuperará si cumple los objetivos esta legislatura, o de lo contrario irá disminuyendo un 1% a mayores, así como a reducir un 30% el personal de confianza.

Asimismo, ha fijado un límite a su permanencia en el cargo, en el caso de ganar también las próximas elecciones municipales, porque la perpetuación en la institución 'no conduce a nada bueno' y dos mandatos son tiempo 'suficiente para diseñar, discutir y ejecutar un proyecto sólido de gobierno'.

Conde Roa ha asegurado que no gobernará 'de espaldas' a los ciudadanos pero les ha adelantado que 'no esperen medidas revolucionarias ni grandes estrategias', sino 'ahorro, gasto racional y mucha austeridad', en un camino que no ha empezado por ninguna meta sino por la ilusión tras años de 'lucha, esfuerzo y sacrificio' en la oposición.

Así, ha explicado que administrará 'con diligencia' los recursos con una primera obligación, que es 'estar con los que sufren más la crisis', y por ello su gestión se centrará en los 'pequeños detalles', en hacer que la administración municipal funcione de forma ordenada y precisa, así como eficaz, y que la tramitación de expedientes se resuelva con un 'humanismo administrativo'.

'Los recursos son escasos y las necesidades inagotables', ha indicado Conde Roa, quien ha advertido de que 'cuando alguien no entienda una decisión municipal ha de interpretarla en esta clave'.

Los servicios sociales, el conocimiento, la cultura y las infraestructuras serán los ejes sobre los que construya una ciudad de futuro, ha subrayado el nuevo alcalde, quien ha dicho aspirar a que la Ciudad de la Cultura juegue un 'papel decisivo' como foco de atracción cultural y de proyección de la capital gallega.

La Universidad, que será un 'referente' en el conocimiento, y el empleo de calidad, generado por industria de alta tecnología que tratará de incorporar a la ciudad con más suelo, formarán parte de los objetivos de Conde Roa, quien ha reclamado el 'consenso de todos', así como la participación ciudadana, para conseguirlos.

El nuevo regidor ha concluido su discurso, emocionado, con un recuerdo a sus padres, hermanos e hijos por su ejemplo, apoyo e inagotable motivación, e implorando al Apóstol su ayuda para dirigir la ciudad 'con acierto, humildad y sin desfallecer'.

Precisamente, al término de la sesión, el presidente de la Xunta ha dicho al recién estrenado alcalde que tiene 'un aliado en el Apóstol' en su nueva tarea, pues 'por fin' ha conseguido, después de tres ocasiones consecutivas, la mayoría suficiente para gobernar.

Por su parte, el exalcalde de Santiago y desde hoy jefe de la oposición, Xosé Sánchez Bugallo, y el líder del BNG Rubén Cela, han ofrecido su colaboración leal al nuevo gobierno del PPdeG, aunque le han advertido de que serán un 'muro' a los retrocesos.

Cela ha echado en falta una mención 'explícita' en el discurso 'protocolario' de Conde Roa a las consecuencias de la crisis en Compostela, y ha augurado que algunas cosas se vislumbran 'complicadas', como la concepción de la cultura 'cuando menos basada en algún tópico y prejuicio de lo que se hizo'.

El pasado 22 de mayo, el PPdeG logró en Santiago la mayoría absoluta con 13 concejales, arrebatando el bastón de mando al PSdeG, que consiguió 9 ediles, mientras que el BNG se quedó en tres, resultados que estas dos formaciones políticas recurrieron y que finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Galicia desestimó.

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