La campaña ‘Uhmmmm... peixe!!!!’ trata de incorporar a los más jóvenes al consumo cotidiano del pescador

Espinas, ¿quién dijo miedo?

Un programa de la Consellería de Pesca ha conseguido familiarizar a los escolares con la textura del sabor y el pescado. En los últimos tres años se han servido casi 28.000 raciones de productos pesqueros y marisqueros en los 70 colegios gallegos que participan en este programa, que también incluye talleres a los que han asistido más de cinco mil menores. La mayoría muestra una actitud más positiva hacia el pescado y, aunque la carne sigue siendo su comida favorita, asegura que comer este producto es algo sencillo. En los comedores escolares le han perdido el miedo a las espinas.
A Maxi le va la carne. Le viene de familia. Su abuelo presumió toda la vida de ser carnívoro y se resistió durante años a comer pescado. ‘Matando dous porcos ó ano e un becerro, dábanos para ir alternando cocido, guisos e chuletóns’. Sólo la insistencia de su hija, la madre de Maxi, consiguió introducir los productos pesqueros y marisqueros en el menú familiar. ‘O pulpo aínda o ía comendo; instauramos a tradición de comelo todos os sábados e ese foi o primeiro avance’, explica María. ‘Seguindo os consellos dos médicos e vendo que os especialistas o recomendaban en televisión, foi aceptando algunhas variedades de peixe. Foi unha batalla longa, non conseguín que comese peixe ata a súa xubilación’.

La historia parecía repetirse con Maxi, un niño casi tan terco como su abuelo. ‘Almorza unha taza de sopas de pan con leite e merenda con froita; son as únicas comidas que fai sen carne, no xantar e na cea non o perdoaba’, asegura su madre. ‘O que non conseguin eu en sete anos conseguírono na escola’.

Campaña exitosa

Parte del éxito hay que atribuírselo a Raspiña, la mascota de la campaña Uhmmmm... peixe!!!, que ha convencido a muchos alumnos de Primaria de los beneficios del pescado. El programa, impulsado por la Consellería de Pesca, ha conseguido romper la barrera que muchos escolares habían levantado ante un plato de merluza o lubina. Han dejado de trocear el pescado y esconderlo entre las patatas. Lo ven con otros ojos y han aprendido a saborearlo. Su nuevo paladar se ha acostumbrado al producto fresco que ceden para este programa varias asociaciones de armadores, productores y acuicultores.

‘Al principio se lo dábamos fileteado y desespinado, sobre todo a los más pequeños, para buscar una mayor receptividad’, explica Patricia, cuidadora de mesas en un comedor escolar. ‘Las protestas duraron pocos días. Al final del curso ya se habían familiarizado con estos productos y habían aprendido a separar las espinas’.

Pesca inició esta campaña en 2006, tras comprobar que el año anterior había descendido el consumo de productos del mar un 4,4% en colegios y restaurantes. Además de garantizar la presencia de pescado en los menús escolares al menos una vez a la semana, el programa Uhmmmm... peixe!!! incluye talleres dirigidos a los niños de 8 a 10 años. Aprendieron a usar los cubiertos y a limpiar el pescado con la ayuda gracias a unos puzles; hicieron piña y ejercitaron la memoria para identificar las distintas especies y compartieron sus primeras recetas con sus compañeros de pupitre.

Maxi y sus amigos ya no esquivan el pescado. ‘Gústanos moito’, asegura. ‘O que máis, os mexillóns que prepara a miña nai’, confiesa. ‘O do colexio tamén está moi bo’, intenta arreglarlo. Su opinión es la de la mayoría y así lo confirman los resultados de la encuesta encargada por Pesca para evaluar los efectos de la campaña.

Actitud positiva

La mayoría de los participantes muestran unha actitud ‘más positiva hacia el pescado’ y ‘mejoran’ sus actitudes de consumo. Según el informe que recoge las conclusiones del sondeo, ‘la carne sigue siendo la comida favorita’ de los más pequeños, que colocan los productos del mar ‘por delante del pollo y la verdura’. El 86% de los escolares dicen que el pescado les agrada ‘mucho o algo’ y son ‘más propensos’ que los alumnos no participantes a reconocer que consumir productos del mar es ‘más adecuado’. El citado estudio registra, además, un mayor conocimiento de las propiedades del pescado.

Las espinas fueron, desde siempre, esa sorpresa desagradable que aterraba a los niños cuando se enfrentaban a un trozo de faneca o rape. Todos los alumnos encuestados consideran que sigue siendo ‘lo peor’, pero los profesores aseguran que los niños que tomaron parte en este proyectos ‘parecen menos intimidados’.

Padres y alumnos descubren los beneficios del pescado a través de su introducción en los comedores del colegio

La puesta en marcha del programa Uhmmm... peixe!!! responde al interés de nutricionistas y pediatras por acabar con miedos infantiles y, al mismo tiempo, conseguir que todos usuarios del comedor disfrutasen de un menú a base de pescado. Antes de servir el primer plato, los educadores instalan paneles explicativos de las propiedades de estos productos y reparten dípticos en los que se vincula el consumo del pescado co ‘algo divertido, sabroso y, sobre todo, saludable’.

Esa estrategia y, sobre todo, el consumo semanal sirve para que los menores descubriesen nuevos sabores y texturas, dado que el ‘principal motivo de rechazo’ radicaba en las espinas, el aspecto y la textura.

La Consellería de Pesca, conocidos los resultados de la encuesta realizada a 900 escolares, está satisfecha. El 59% de los alumnos reconocen que el pescado les gusta ‘un poco más’ y el 33% que les gusta ‘mucho más’, mientras que el 61% considera que comerlo es ‘mucho más adecuado’. Casi todos aseguran que, tras participar en el programa, consumen más productos del mar tanto en casa como en el comedor escolar.

Esa percepción es confirmada por los educadores, que respondieron a 70 cuestionarios de valoración. La gran mayoría apoya la campaña ‘en sus objetivos, desarrollo y resultados’; aseguran que la respuesta de los niños es positiva y son partidarios de que aumenta la frecuencia y duración del programa.

Talleres para padres

Esas sugerencias se han ido atendiendo y el programa se ha ampliado. La principal novedad en el curso pasado fue la incorporación de cuarenta talleres, de hora y media de duración, dirigidos a los padres de los alumnos para intentar reforzar la presencia del pescado en la dieta de sus hijos con el fin de equi librar su alimentación. Estas actividades con los progenitores completaron las 110 actuaciones formativas con alumnos que se mantuvieron en el curso pasado.

Cerca de 14.000 estudiantes, tres mil más que en la edición anterior, participaron en este proyecto en el último año. Desde que se inició la campaña, en 2006, se han repartido 28.000 raciones de productos pesqueros y marisqueros. Cada plato servido en los comedores escolares ha sido un avance para que las generaciones futuras conozcan sus beneficios para un crecimiento sano y para evitar casos de obesidad infantil.




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