En 2020 Galicia perdió 91 sucursales, la provincia de Pontevedra es la más afectada: cada oficina pontevedresa da servicio a 6.285 habitantes
El cierre de sucursales es un fenómeno conocido por todos los ourensanos: en datos del pasado marzo, sólo hay cinco provincias españolas que cuentan con menos sucursales que Ourense. La digitalización y las fusiones han provocado que, durante los últimos 15 años, un tercio de los municipios ourensanos hayan perdido los puntos de atención presencial. Aproximadamente 27.000 ourensanos no cuentan con oficina bancaria en su concello, en datos de septiembre de 2020.
Además, en abril de 2021, se daba a conocer la noticia de que Banco Santander cerraba nueve oficinas en Ourense, dejando en la calle a 45 trabajadores.
Al cierre de 2020, Galicia registra 504 oficinas bancarias, lo que supone 91 menos que en 2019 según datos de la Asociación Española de Banca (AEB). El anuario estadístico del pasado año refleja que la comunidad ha perdido 251 empleados de banca: de 3.551 a finales de 2019 a 3.300 al concluir el pasado año.
En la actualidad, cada oficina bancaria gallega da servicio a 5.359 habitantes, lo que supondrían 936 personas más por sucursal que el año anterior. La media española se sitúa en 5,660 habitantes por oficina; 546 más que en el año 2019. En este sentido, el resto de oficinas españolas atienden a poco más de la mitad de personas que las oficinas gallegas.
La provincia de Pontevedra es la más afectada por el recorte de sucursales: cada oficina pontevedresa da servicio a 6.285 habitantes. Por debajo, Ourense (5.458), A Coruña (4.882) y Lugo (4.811).
Aumentan los depósitos y los créditos
Por otra parte, la cantidad en depósito en entidades gallegas ha aumentado casi un millón de euros: 32.175 en 2020 frente a los 31.219 millones de euros en 2019. También experimentan un incremento los créditos de casi un millón de euros: de 20.238 millones en 2019 a 21.123 millones en 2020.
