Economía

El Santander cierra en Ourense nueve oficinas y despide a 45 trabajadores

Sede central del Santander en la calle del Paseo. (Foto: Martiño Pinal)
photo_camera Sede central del Santander en la calle del Paseo. (Foto: Martiño Pinal)
La medida deja a varias zonas del rural sin puntos de atención a los clientes

El Banco Santander está aplicando una dura política de recortes, también en la provincia, que dejan un reguero de cierres de sucursales y despidos de personal. La situación así planteada ya es lo suficientemente delicada, pero ocasiona daños colaterales: deja sin servicio a muchos clientes como consecuencia de la política de recortes, sobre todo en una provincia con una tasa de envejecimiento tan alta. 

La entidad tenía en Ourense 27 oficinas abiertas hace unos meses y en la actualidad pasarán a 18, quedando por el camino nueve, ubicadas en diferentes emplazamientos. En la relación de oficinas afectadas se encuentran el polígono industrial de San Cibrao das Viñas —cuya sucursal cerró ya en marzo—, las urbanas de la Avenida de la Habana, Juan XXIII, barrio de O Couto y las localidades de A Rúa, Verín, Celanova, Ribadavia y Trives. 

Esto supone que alguna de las entidades de población del rural se queda sin servicio cerca del domicilio donde vive el cliente: es el caso de A Rúa, que deja su sucursal más próxima en O Barco de Valdeorras. O el caso de Trives, donde únicamente queda un agente colaborador, que no presta los mismos servicios que una oficina.

El Santander ejecuta en estos momentos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que reducirá la plantilla desde los 190 trabajadores de finales del 2020 a 145. Es solo una parte del duro plan de ajuste expuesto a los sindicatos y que prevé en toda España unas 5.000 bajas.

Un servicio

El nuevo rumbo del negocio bancario prevé la eliminación de las sucursales como tradicionalmente se las ha conocido, empujando a sus clientes a realizar todas las gestiones a través de la banca electrónica. Pero no todos los clientes son de perfil digital, sobre todo en el rural, con personas de avanzada edad.

Rosa María Conde, representante del sindicato CIG en el Santander, denuncia que existe "un grave problema social porque hai moitas persoas que carecen de habilidades dixitais e non se pode deixar a un sector da poboación tan amplo sin servicios bancarios".

De la misma forma que los empleados deben cumplir objetivos en la gestión de los productos bancarios, "tamén temos obxectivos de dixitalizar aos clientes para que non  vaian pola sucursal", dice. Rosa María Conde reconoce que el cierre de oficinas deja a muchos clientes "dependendo de terceiros que fagan as xestións, que manexen a súa información financieira, co risco que iso pode ter".

Apela a los "poderes públicos" para que exijan a las entidades bancarias "a que fagan un periodo de transición, que non pechen de hoxe para mañán". Dice que los clientes están a expensas "da dictadura da banca".

Concellos sin oficina

La reconversión bancaria está dejando a más de un tercio de los 92 concellos de la provincia sin una sucursal bancaria, un proceso en el que ya no hay marcha atrás. Tampoco tendrá retroceso la dentellada laboral. Desde la crisis financiera del 2007 a las vísperas de la ocasionada por el covid las entidades financieras han destruido la mitad de los empleos en Ourense, pasando de los 649 aquel año a los 363 de finales del 2019, según la Asociación Española de Banca.

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