La fallecida podía llevar cerca de una semana en el agua y no presentaba signos de violencia

Hallado un cadáver de mujer en una zona de rocas de Oia

Agentes de la Guardia Civil y operarios de una funeraria trasladan el cadáver. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Una mujer fue hallada muerta ayer por la mañana en una zona de rocas del municipio de Santa María de Oia, a unos 500 metros de donde se encuentra el monasterio.
El cuerpo estaba semidesnudo y presentaba la cara y el cuerpo con numerosos golpes, principalmente en el rostro. Los primeros indicios barajados por los investigadores de la Guardia Civil parecen apuntar a que el cuerpo podía encontrarse en el agua cerca de una semana y que las lesiones ser consecuencia de los golpes contra las rocas y la acción de los peces. Al cierre de esta edición la víctima aún no había sido identificada. En la zona no hay ninguna denuncia de mujeres desaparecidas. La autopsia a la que se va a someter al cuerpo podrá determinar las causas de la muerte y el origen de las lesiones, aunque todo apunta a que no se trata de una muerte violenta.

Una vecina de la zona fue la que encontró el cuerpo de la mujer e una zona de rocas, que inmediatamente dio la voz de alarma. Hasta el lugar del hallazgo llegó poco después el alcalde de Oia, Alejandro Rodríguez, quien explicó que él mismo se dirigió al lugar con tres concejales cuando recibió el aviso sobre el mediodía de una persona que había visto un cuerpo en las rocas. 'Llamaron diciendo que había un cadáver en la zona de Con Domínguez', comentó el regidor, quien señaló además que al llegar se encontraron con el cuerpo de una joven 'de entre 40 y 45 años' que, según precisó, piensan 'que no es de Oia'. Ninguno de los presentes tocó el cadáver porque la marea estaba bajando y estaba en una zona rocosa con arena, de donde a unos 150 metros se encuentra un camino. Al lugar acudieron efectivos de la Guardia Civil, así como un forense y personal del 061, que movilizó una ambulancia y un médico, que únicamente confirmó el fallecimiento de la mujer.

Los escasos datos con los que cuentan la Guardia Civil para identificar a la fallecida es que tenía pelo castaño, medía 1,65 de altura, de complexión mediana y que vestía un pantalón vaquero con un cinturón. En la ropa no se encontraron documentos.

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