El alcalde de Ferrol, Vicente Irisarri, del PSdeG, amenazó a Izquierda Unida con un gobierno en minoría aplicando el reglamento de la Ley de Grandes Ciudades que espera llevar a pleno extraordinario el próximo lunes.
El objetivo es zanjar la crisis del bipartito ferrolano, que estalló esta semana después de varias desavenencias públicas en 15 meses de gobierno en coalición como resultado de los comicios municipales del 2007.
Habrá que seguir sufriendo, afirmó el regidor ferrolano, para exigir a Izquierda Unida que o cambia y colabora en el progreso o vaticina un posible gobierno en minoría del grupo socialista cuando tengamos lista esta herramienta -reglamento de la Ley de Grandes Ciudadesque nos permita tomar esta decisión.
Desde las filas del Izquierda Unida, a través de un comunicado, replicaron esta tarde al regidor socialista manifestando que a su juicio, Irisarri acaba de demostrar que estaba utilizando a la formación para conseguir su objetivo de gobernar en solitario evidenciando de este modo su nulo interés por los ciudadanos.
Asimismo, dejaron entrever que previsiblemente rechazarán en pleno esa propuesta socialista para la aprobación del reglamento.
No obstante, ninguna de las dos formaciones da por roto el pacto local suscrito el 12 de junio del 2007, que les permitió sumar una mayoría de 13 ediles de los 25 que constan en la corporación ferrolana.
Tras las elecciones municipales del 2007, la formación socialista obtuvo 9 ediles frente a los 4 de IU, la formación que lidera Yolanda Díaz, primera teniente de alcalde de la ciudad.
No vamos a tomar ninguna decisión precipitada convirtiendo a Ferrol en una ciudad ingobernable, aseguró hoy el regidor ferrolano, para añadir a continuación que, con la Ley de Grandes Ciudades, que calificó de magnífica, Ferrol se podría gobernar perfectamente en minoría.
Irisarri, que hoy atendía a los medios de comunicación tras la inauguración de un tramo del vial de acceso al puerto ferrolano, manifestó que el PSOE es una fuerza política responsable que lo quiere es un buen gobierno para la ciudad y mostró su respeto hacia IU pese a las diferencias.
Somos una pareja seria y responsable que lo está intentando, lo que ocurre es que hay diferencias, resumió el alcalde quien, sin embargo, cargó las tintas contra sus socios que le exigen una rebaja salarial como condición para negociar los presupuestos municipales del próximo año.
Irisarri, que percibe 73.000 euros anuales como regidor -y otras retribuciones por su presencia en los Consejos de Administración del Puerto de Ferrol y Portos de Galicia-, sostuvo que fue un acierto incrementar los salarios de la corporación y consideró que la demagogia de IU en torno a las retribuciones salariales de los ediles es una cortina de humo con la que pretenden ocultar cuestiones internas que afectan a la formación a nivel estatal.
En su opinión, la política retributiva del municipio ferrolano es absolutamente homologable al resto de ciudades gallegas.
No hay nada que esconder, sentenció, para añadir a continuación que los concejales de IU han venido cobrando religiosamente y ninguno de ellos ha devuelto ni una peseta, ni lo ha donado a una ONG.
Todo lo demás es demagogia en un tema donde es muy fácil confundir a la opinión, añadió.
Además, se defendió de las acusaciones de electoralismo vertidas por sus socios de gobierno a propósito de una campaña institucional para reforzar la imagen exterior de la ciudad argumentando que se trata de la típica campaña de cualquier nuevo gobierno, y consideró que la polémica se ha manipulado y tratado fuera de contexto con razones que no obedecen a la realidad.
Desde las filas del PP ferrolano culparon al alcalde de la crisis permanente del gobierno local y tacharon de lamentable que la ciudad sólo aparezca en los medios por las continuas broncas entre los dos socios del Ejecutivo local
Habrá que seguir sufriendo, afirmó el regidor ferrolano, para exigir a Izquierda Unida que o cambia y colabora en el progreso o vaticina un posible gobierno en minoría del grupo socialista cuando tengamos lista esta herramienta -reglamento de la Ley de Grandes Ciudadesque nos permita tomar esta decisión.
Desde las filas del Izquierda Unida, a través de un comunicado, replicaron esta tarde al regidor socialista manifestando que a su juicio, Irisarri acaba de demostrar que estaba utilizando a la formación para conseguir su objetivo de gobernar en solitario evidenciando de este modo su nulo interés por los ciudadanos.
Asimismo, dejaron entrever que previsiblemente rechazarán en pleno esa propuesta socialista para la aprobación del reglamento.
No obstante, ninguna de las dos formaciones da por roto el pacto local suscrito el 12 de junio del 2007, que les permitió sumar una mayoría de 13 ediles de los 25 que constan en la corporación ferrolana.
Tras las elecciones municipales del 2007, la formación socialista obtuvo 9 ediles frente a los 4 de IU, la formación que lidera Yolanda Díaz, primera teniente de alcalde de la ciudad.
No vamos a tomar ninguna decisión precipitada convirtiendo a Ferrol en una ciudad ingobernable, aseguró hoy el regidor ferrolano, para añadir a continuación que, con la Ley de Grandes Ciudades, que calificó de magnífica, Ferrol se podría gobernar perfectamente en minoría.
Irisarri, que hoy atendía a los medios de comunicación tras la inauguración de un tramo del vial de acceso al puerto ferrolano, manifestó que el PSOE es una fuerza política responsable que lo quiere es un buen gobierno para la ciudad y mostró su respeto hacia IU pese a las diferencias.
Somos una pareja seria y responsable que lo está intentando, lo que ocurre es que hay diferencias, resumió el alcalde quien, sin embargo, cargó las tintas contra sus socios que le exigen una rebaja salarial como condición para negociar los presupuestos municipales del próximo año.
Irisarri, que percibe 73.000 euros anuales como regidor -y otras retribuciones por su presencia en los Consejos de Administración del Puerto de Ferrol y Portos de Galicia-, sostuvo que fue un acierto incrementar los salarios de la corporación y consideró que la demagogia de IU en torno a las retribuciones salariales de los ediles es una cortina de humo con la que pretenden ocultar cuestiones internas que afectan a la formación a nivel estatal.
En su opinión, la política retributiva del municipio ferrolano es absolutamente homologable al resto de ciudades gallegas.
No hay nada que esconder, sentenció, para añadir a continuación que los concejales de IU han venido cobrando religiosamente y ninguno de ellos ha devuelto ni una peseta, ni lo ha donado a una ONG.
Todo lo demás es demagogia en un tema donde es muy fácil confundir a la opinión, añadió.
Además, se defendió de las acusaciones de electoralismo vertidas por sus socios de gobierno a propósito de una campaña institucional para reforzar la imagen exterior de la ciudad argumentando que se trata de la típica campaña de cualquier nuevo gobierno, y consideró que la polémica se ha manipulado y tratado fuera de contexto con razones que no obedecen a la realidad.
Desde las filas del PP ferrolano culparon al alcalde de la crisis permanente del gobierno local y tacharon de lamentable que la ciudad sólo aparezca en los medios por las continuas broncas entre los dos socios del Ejecutivo local
