Elevará de 16 a 18 años la edad para consumir cerveza o sidra y controlará los 'botellones'

La ley 'antialcohol' autoriza pruebas en la calle a menores

La nueva Ley de Comercio prohibe las promociones un mes antes de la temporada de rebajas.
La mitad de los jóvenes que asisten a los 'botellones' tienen menos de 18 años, muchos de ellos 14, una edad temprana en la que se inician en el consumo de alcohol una gran parte de los que después acabarán siendo adictos.
Aunque no lo cita, la ley de prevención de consumo de alcohol en menores de edad, promovida por la consellería de Sanidade, está dirigida fundamentalmente a atacar ese fenómeno social que deriva en problemas de salud para los consumidores y de convivencia ciudadana. El Parlamento aprobó ayer, con el voto mayoritario del PP, esa norma que eleva de 16 a 18 años la edad legal mínima para consumir bebidas alcohólicas en lugares públicos, catalogadas como tales en adelante las que superen 1,2 grados.

Los jóvenes mayores de 16 años no podrán, por tanto, ingerir, como hasta ahora, vino, cerveza, sidra o licores de frutas, consideradas todas ellas bebidas de baja graduación (inferiores a 18º). Tampoco estarán autorizados para la compra.

La ley autoriza a realizar controles de alcoholemia a menores en la calle y en los establecimientos públicos, una responsabilidad de vigilancia que recaerá en los concellos.


MULTAS Y TRABAJO SOCIAL

Los controles que den positivo se considerarán faltas leves y pueden acarrear multas de hasta 600 euros, si bien la ley promueve que sean sustituidas por trabajos en beneficio de la comunidad o programas de formación con carácter preventivo. Las prohibiciones también incumben a los vendedores, para quienes las infracciones más graves pueden implicar multas de hasta 600.000 euros o el cierre del establecimiento por un periodo de 5 años.

La ley impedirá la entrada de menores a discotecas o pubs, salvo en sesiones sin servicio de alcohol, y prohibirá las promociones de copas '2 por 1' o 'la hora feliz' de barra libre. También la venta o ingesta en centros docentes y espacios deportivos frecuentados mayoritariamente por menores. La norma restringirá además la publicidad y regulará las máquinas expendedoras automáticas.

PSdeG y BNG votaron en contra de la ley, por considerarla eminentemente sancionadora y recaudatoria. Para María Luis Bouza (BNG) incurre además en contradicciones porque un joven de 16 años puede por ley trabajar en un local de venta alcohol pero no podrá consumirlo e 'ilegaliza' prácticas formativas como los cursos de sumilleres en módulos de hostelería de FP. Modesto Pose (PSdeG) censuró la delegación en los concellos del control de los 'botellones', para 'culpar aos alcaldes cando se vexa que a lei non resolve ningún problema', y que la norma acabe sancionando no al joven infractor sino al padre. 'De onde lle vai tirar 600 euros a un mozo?', inquirió. Ángeles Díaz Pardo (PP)defendió que los concellos 'aplaudiron a lei' y negó el afán sancionador que imputa la oposición. Según dijo, las multas 'están para os que venden aos menores'. Estos cumplirán la sanción con trabajos comunitarios y educativos, pagarán 'só se eles elixen' hacerlo así, manifestó la diputada popular.

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