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Martiño Noriega confía en las posibilidades del "equipazo" de Compostela Aberta

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photo_camera Martiño Noriega en las calles santiaguesas.

Compostela Aberta, explica, es una propuesta que va más allá de una coalición tradicional, "más allá de AGE, o de un AGE más Podemos"

El cabeza de lista a la Alcaldía de Santiago por Compostela Aberta, Martiño Noriega, valora el "retorno positivo" que esta plataforma ha vivido a lo largo de la precampaña, con "una gran asistencia e importante interlocución", y confía en las posibilidades del "equipazo" con el que se presenta.

Está convencido de que se impondrán como la primera fuerza, se muestra "confiado" de ello y lamenta en una entrevista "la agresividad" que ha visto en esta carrera hacia las urnas, no solo en el PP, puesto que también esta opción política recibió "palabras fuertes" de otros oponentes.

El todavía regidor municipal de Teo (A Coruña) relaciona esta circunstancia con el hecho de que se avecina un panorama muy distinto en el que se dibujará "un nuevo horizonte" que obligará a determinadas fuerzas políticas a "modificar el status quo en el que estaban afianzados desde hace mucho tiempo".

De los errores de fondo que ha escuchado hacia su plataforma alude al que sitúa a Compostela Aberta como la marca blanca de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), y dice que el que piense eso "no entiende en absoluto los procesos de candidaturas ciudadanas".

Compostela Aberta, explica, es una propuesta que va más allá de una coalición tradicional, "más allá de AGE, o de un AGE más Podemos", dado que es un "campo de experimentación en el que hay mucha generosidad, en el que muchos participantes en este proyecto renunciaron a una postura partidaria por la defensa del conjunto".

Martiño Noriega confiesa que estos procesos "de acumulación" de fuerzas son muy complicados, puesto que requieren de un compromiso firme y de renuncias como las expuestas, pero ve en ellos "la única manera de vencer a un enemigo poderoso y a los poderes fácticos".

El ultraje por el que se ha sentido más indignado tiene que ver con su persona, puesto que hubo voces que alertaron de que ve en la capital gallega un trampolín para acceder a cargos mayores, por lo que emplearía el bastón de mando "para su propio beneficio".

"Me molesta", y su malestar es semejante al que le produce verse cuestionado por el hecho de que no haya dejado de ser el regidor de Teo, porque abandonar es lo que "sería una irresponsabilidad y una falta de respeto hacia los vecinos que votaron".

"Mi compromiso con Santiago ha quedado demostrado", enfatiza, y comenta, preguntado por unas declaraciones del nacionalista Xosé Manuel Beiras que dijo que prefería a su compañero en la coportavocía de Anova, Martiño Noriega, como presidente de la Xunta; que "Xosé Manuel sabe que intento ser responsable con los roles".

Recuerda Martiño Noriega un episodio del pasado, cuando fue interpelado para encabezar la candidatura de AGE para el Parlamento Europeo, "y todo el mundo daba por hecho que iba a ir, pero yo tenía una responsabilidad en Teo".

La actual es culminar su mandato en este municipio coruñés y recuperar Compostela para la ciudadanía, "un reto tan importante que merece la pena que todo el mundo se vuelque, y máxime yo mismo".

Recrimina que se "juegue mucho" al acertijo de "qué hará Martiño si no gana", y él devuelve la consulta, sin dejar las adivinanzas: "¿Qué hará Agustín (Hernández, candidato del PP y actual alcalde) cuándo pierda siendo el número tres del PPdeG y habiendo llegado como el hombre fuerte de Feijóo? Veamos".

Acerca de si Compostela Aberta responde a una candidatura personalista, otra de las críticas, asegura que no es así, puesto que en su caso únicamente pone rostro público y voz a un proyecto "al servicio de un equipo y no de uno mismo".

Martiño Noriega se niega a hacer "electoralismo con la necesidad de la gente" y anuncia que peleará por devolver a Compostela "la alegría y la vida", así como por volver a encender "su motor cultural, que ha estado apagado porque el PP solamente entiende la cultura si es sumisa".

Por último, expone que un mito a derribar es que la Xunta esté cumpliendo con Santiago, porque "las aportaciones minoraron y es hora de desmitificar esa leyenda urbana de que el mismo color político en una y otra institución es beneficioso". 

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