El acusado de matar a su novia a golpes con un adoquín en un piso de Vigo en verano de 2008, Manuel D.D.S., ejerció ayer su derecho a la última palabra al final del juicio que se siguió contra él en la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica, y negó ser un asesino o una persona 'fría y calculadora'.
El hombre, que pronunció su alegato final entre lágrimas, asumió el crimen, aunque precisó que no sabe 'cómo ocurrió'. Durante el juicio reconoció haber asestado un golpe a su pareja, Aellyka Dacosta, aunque la autopsia evidenció que hubo 'entre 9 y 11 golpes con un objeto contundente'.
Asimismo, negó haber maltratado a la hija que tenía en común con la fallecida, y aseveró que es 'un padre, no un monstruo', al tiempo que lamentó, en referencia a lo sucedido, que 'ya no se puede volver atrás en el tiempo'. En todo caso, Manuel D.D.S. pidió que los hechos y el proceso judicial no sean utilizados para quitarle a su hija.
Con respecto al asesinato de Aellyka, el acusado admitió tener su 'parte de culpa', pero negó algunas de las declaraciones de los testigos sobre la supuesta presión y amenazas que ejercía sobre su pareja y la familia de ésta. También rechazó que hubiera viajado de Brasil a España, dos semanas antes del crimen, con la intención de acabar con la vida de su novia.
El juicio concluyó con la última declaración del acusado y, tras recibir las instrucciones y el objeto de veredicto, el jurado ha quedado aislado para deliberar.
El Ministerio Fiscal pide para Manuel una pena de 20 años de prisión por asesinato con el agravante de parentesco y 120.000 euros de indemnización para la hija de Aellyka.
Asimismo, negó haber maltratado a la hija que tenía en común con la fallecida, y aseveró que es 'un padre, no un monstruo', al tiempo que lamentó, en referencia a lo sucedido, que 'ya no se puede volver atrás en el tiempo'. En todo caso, Manuel D.D.S. pidió que los hechos y el proceso judicial no sean utilizados para quitarle a su hija.
Con respecto al asesinato de Aellyka, el acusado admitió tener su 'parte de culpa', pero negó algunas de las declaraciones de los testigos sobre la supuesta presión y amenazas que ejercía sobre su pareja y la familia de ésta. También rechazó que hubiera viajado de Brasil a España, dos semanas antes del crimen, con la intención de acabar con la vida de su novia.
El juicio concluyó con la última declaración del acusado y, tras recibir las instrucciones y el objeto de veredicto, el jurado ha quedado aislado para deliberar.
El Ministerio Fiscal pide para Manuel una pena de 20 años de prisión por asesinato con el agravante de parentesco y 120.000 euros de indemnización para la hija de Aellyka.