La iniciativa del Parlamento gallego fue rechazada por 165 votos en contra y 146 abstenciones

El PSOE bloqueó en Madrid el traspaso de Tráfico a Galicia

Quintana (derecha), con Pedro Puy, Jorquera y el senador ourensano Pérez Bouza. (Foto: Javier Lizón)
Ayer se vivió una de esas jornadas que dejan perplejos a los ciudadanos: dos formaciones políticas mantienen posturas diferentes cuando están Galicia y cuando están en Madrid.
Los votos en contra del PSOE y la abstención del PP en el Congreso provocó el rechazo a las transferencias en materia de tráfico y seguridad vial que esas mismas formaciones habían aprobado en el Parlamento gallego. Ni siquiera la presencia de los tres representantes gallegos del BNG, PSOE y PP, Anxo Quintana, Xoaquín Fernández Leiceaga y Pedro Puy Fraga, desplazados a este debate y sus vehementes intervenciones consiguieron cambiar la postura de los dos grandes grupos políticos. Al final las votaciones arrojaron 165 votos en contra, 146 abstenciones y 25 votos a favor de IU, BNG, CIU, PNV, CC y Nafarroa Bai.

El diputado socialista por Barcelona Juan Carlos Corcuera fue el encargado de explicar las razones de su grupo para rechazar la transferencia en materia de seguridad vial. En primer lugar aseguró que el Estatuto de Galicia no contemplaba el ejercicio de las competencias de tráfico, como por el contrario sí lo hacían los estatutos del País Vasco y Cataluña. Además, esgrimió como justificación al voto negativo de su partido la competencia estatal del tráfico, lo que obligaría a desarrollar una nueva administración electrónica de ámbito autonómico en esta materia de tráfico y su posterior coordinación con el Estado.


SIN POLICÍA AUTONÓMICA

Por parte de los populares, le correspondió el turno al diputado Arturo García-Tizón, quien en su intervención explicó que no era el momento para debatir estas transferencias dando dos razones para ello, la falta de una Policía Autonómica plena, ya que en la actualidad el número de agentes operativos lo situó en 250, y la situación económica del país, argumentado para ello que el coste de esta trasferencia estaría entre los 70 y los 100 millones de euros anuales. 'Vemos con enorme simpatía la situación, pero comprendemos también que ante la situación existente en estos momentos y ante otras prioridades esta proposición de ley tendrá que esperar a otro momento posterior, aun contando con toda nuestra simpatía'.

Los diputados gallegos Quintana, Leiceaga y Puy tuvieron un turno de cinco minutos para defender su posición. Todos ellos hicieron referencia a la singularidad de Galicia, por su climatología lluviosa, su orografía complicada, el gran número de kilómetros de carreteras secundarias, el elevado número de entidades de población y un transporte público deficiente. Los parlamentarios afirmaron que la transferencia del tráfico y la seguridad ayudaría a mejorar los índices de siniestralidad tan elevados de las carreteras gallegas.

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