Sin rastro en la primera cacería fuera de temporada

Madrugaron, cogieron los perros y mimaron las escopetas. El mismo ritual de otras muchas ocasiones, pero ésta era especial. Era el segundo sábado de julio y había batida de jabalí, la primera fuera de temporada que autoriza la consellería de Medio Ambiente.
Los cazadores del tecor societario Riberas del Tambre, de Oroso (A Coruña) salieron ese día al monte con la intención de ‘vengar’ a los agricultores de la zona, que habían padecido en repetidas ocasiones la inoportuna visita del puerco bravo. ‘Estragan as hortas, arrasan coas leiras sementadas de millo e mesmo veñen fozar ó silo’, relata Juan Vázquez, propietario de una explotación ganadera.

Las quejas de los agricultores no cayeron en saco roto y la consellería de Medio Ambiente autorizó esta batida. ‘La lluvia había borrado las huellas y los perros no consiguieron seguir el rastro del jabalí’, explica José Manuel Cores, guardia de campo. ‘Teníamos permiso para cazar cuatro ejemplares, pero regresamos a casa de vacío. Los buenos cazadores ya saben que hay días mejores y otros peores’, afirma.

Los habituales del coto de Riberas del Tambre no podían ocultar su decepción en cada falsa alarma que daban los perros que guiaban a la cuadrilla y, aunque rastrearon una zona muy amplia, reclamaron la extensión de las batidas a tierras limítrofes al tecor: ‘Muchos jabalíes cruzan la carretera en puntos alejados del tecor, poniendo en riesgo la seguridad de los conductores. En esta comarca son habituales los atropellos de animales salvajes, en los que las dos partes llevan las de perder’.

Nuevas batidas

La de Oroso fue la primera, pero no será la única batida extraordinaria. Se autorizarán tres en Arzúa, dos en Boimorto y una en O Pino. En estos tres municipios coruñeses se han registrado daños importantes en terrenos de cultivo, destinados al ganado o al consumo humano, y se han contabilizado varios accidentes de tráfico por la irrupción de un animal salvaje en la carretera.

‘O verdadeiro perigo para a poboación é cando se cruza nunha pista porque o golpe é importante -explica Miguel Mella-. Polo demais, non hai ris co de que ataquen ás persoas. Teñense achegado ás casas e nunca se botaron a ninguén. Se estás quieto e non fas movementos bruscos, mesmo se achegan a ti’.

Los vecinos de la zona confirman que la población se ha multiplicado en los últimos años: ‘Ó ser unha especie protexida que non se pode cazar libremente, é normal que vaia aumentando o número’. Los técnicos de Medio Ambiente manejan otras hipótesis y apuntan a la mejora de la eficacia reproductiva de la especie como un factor clave para el notable incremento de la población de jabalí. En los últimos años se han detectado partos de ocho crías, cuando antes no eran habituales más de cuatro nacimientos simultáneos.

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