Un sobrino de Rouco Varela se hizo cargo del Obispado de Lugo

Antonio María Rouco Varela
Alfonso Carrasco Rouco, sobrino del Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, se ha convertido esta mañana en el obispo 101 de la Diócesis de Lugo, en sustitución de José Gómez, fallecido recientemente.
En una ceremonia cargada de presencia episcopal, Carrasco Rouco, fue consagrado como Obispo en un acto celebrado en una abarrotada Catedral de Lugo, que presidió el propio Rouco Varela, quien también fue el encargado de cederle a su sobrino el sello espiscopal que lució en el acto catedralicio.

Asistieron una veintena de obispos, pero entre la comitiva destacaba la presencia del propio Rouco Varela; el Presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez; el Cardenal Arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco Vicente; el Cardenal de Toledo, Antonio Cañizares y, los Arzobispos de Tarrogana, Jaume Pujol, y de Santiago, Julián Barrio.

También hubo una amplia representación política encabezada por el conselleiro de Presidencia, José Luís Méndez Romeo y las primeras autoridades locales.

El nuevo prelado de Lugo pasó la noche en su localidad natal de Vilalba y desde allí partió a primera hora de la mañana para detenerse en la iglesia de Rábade, la primera del territorio episcopal, donde aprovechó para rezar. Posteriormente, hizo lo propio en la Iglesia de Santiago A Nova, ya en Lugo capital.

Acompañado por 70 autoridades políticas, civiles y militares, 63 familiares y amigos, 23 obispos, 5 arzobispos, 3 cardenales y 400 sacerdotes, comenzó el acto de consagración en la catedral de Lugto, que estaba totalmente abarrotada.

El Cardenal Rouco Varela pronunció una homilía centrada en el Evangelio y sin entrar en ningún otro aspecto que no tuviera nada que ver con la misión apostólica de la iglesia y el acto de consagración episcopal.

Tuvo una alusión a la vida familiar del nuevo obispo, del que dijo que ’nunca’ estuvo solo en el camino de vocación de cristiano y de sacerdote.

‘Desde el principio de tú vida has encontrado en tu madre, en tu familia más próxima y en la parroquia de Santa María de Vilalba, ambiente humano y espiritual para poder decir 'sí' al Señor que te llamaba’, precisó Rouco dirigiéndose al nuevo obispo.

También aseveró que el ejercicio pastoral del ya obispo Alfonso Carrasco y su formación universitaria le ayudaron a ’profundizar más hondamente en la comprensión intelectual y en la vivencia del Misterio de Comunión que es la iglesia, por la vía de la reflexión teológica y de nuevas experiencias espirituales y apostólicas’.

El nuevo obispo lucense nació el 12 de octubre de 1956 en Vilalba (Lugo); cursó la enseñanza secundaria en el Seminario de Mondoñedo y los estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad de Salamanca, que complementó posteriormente con los de Teología en Friburgo (Suiza), donde obtuvo la licenciatura en 1980, para ser ordenado sacerdote el 8 de abril de 1985 en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol.

Fue decano de la Facultad de Teología ’San Dámaso’ de Madrid y entre los años 2001 y 2006 colaboró regularmente en las Teleconferencias de la Congregación para Clero.

También actuó como relator de la Cuarta Ponencia (‘Cómo vivir la comunión en la Iglesia’) y es miembro nato de la Asamblea y de la Comisión central del Tercer Sínodo Diocesano de Madrid.

Además es miembro de la Comisión Teológica Asesora de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española y fue, hasta su ordenación episcopal, profesor de Teología dogmática en la Facultad de Teología ’San Dámaso’ de Madrid y director del Departamento de Dogmática de la misma Facultad e 2006.

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