El presidente de la Xunta en funciones, Emilio Pérez Touriño, criticó la demagogia del líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, que, a su juicio, no cabe en los edificios administrativos de San Caetano, y admitió que tal vez debió responder a sus acusaciones de despilfarro utilizando datos del anterior Ejecutivo gallego del que el popular era vicepresidente.
En la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Touriño recordó que el anterior Gobierno gallego contaba con 32 vehículos del grupo A de la marca Audi comprados por el PP. Le pasaré a Feijóo información de primera mano y papeles que lo acreditan, aunque él sabe bien de lo que hablo, sentenció, por lo que criticó el oportunismo y la falsedad de sus promesas electorales.
Así, frente a la promesa de que venderá su coche oficial --un Audi A8 blindado-para comprar un Citron C6, Touriño reveló que cuando era vicepresidente, desde el primer día, incluso en campaña electoral el popular tuvo a su disposición un Audi A8, aunque sin blindaje, porque su cargo no lo requería. Por ello, aseguró no entender que ahora no le guste ese modelo.
También apuntó que el anterior presidente de la Xunta, Manuel Fraga, compró dos Audi A8 --en 2001 y 2002-y un Volkswagen Touareg --en 2004-sin dotación presupuestaria y, en caso del último, sin siquiera procedimiento de contratación, por lo que, a posteriori, debió pasar por un expediente de convalidación de gasto. Del mismo modo, informó de que el segundo A8 tenía un precio de 331.000 euros. Ya costaban antes los coches, ironizó.
Estoy seguro que el señor Feijóo dispone de toda esta información, aunque guardada en un cajón, sentenció, y se preguntó si ésta es la austeridad y regeneración democrática que preconiza el dirigente popular y próximo presidente de la Xunta. Tanta demagogia, oportunismo y falsedad acumulada no cabe en los edificios de San Caetano, reiteró.
DENUNCIAR PUBLICAMENTE
Preguntado sobre por qué no aportó estos datos cuando el PP le acusó de tendencia al lujo, el socialista admitió que, tal vez, a la vista de lo ocurrido, debería haberlo hecho, y achacó su negativa a hacerlos públicos a que cada uno tiene su actitud en la vida. Yo tengo una forma de comportarme y Feijóo tiene otra, expuso.
La mía no es enturbiar ni enlodar, afirmó, y entendió que no hay nada que decir sobre los coches blindados porque todos los presidentes autonómicos los tienen. Menos el del taxi, apostilló, en relación al presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, que utiliza este servicio público cuando tiene que viajar a Madrid.
VOTO EMIGRANTE
Por otra parte, sobre las dudas sembradas por el PP con respecto a las garantías del voto emigrante, Touriño evidenció que cuando gobernaban y ganaban en el exterior, estaban encantados con el sistema y no decían nada. Ahora sí, porque pierden, censuró.
Antes eran felices, aplaudían y usaban las instituciones para hacer campaña, criticó, al tiempo que añadió que de todo esto hay constancia fehaciente, fotográfica y testimonial. Es algo difícilmente atribuible a mí, señaló.
Estoy esperando que pongan en un papel cómo se hace para introducir las urnas para las europeas y que le digan a Zapatero cómo se puede resolver esto en los días que quedan, ironizó, y subrayó que este país ya es maduro. No me pidan que comulgue con ruedas de molino, sentenció, sobre las ansias renovadoras y regeneradoras del PP visto lo visto.
Así, frente a la promesa de que venderá su coche oficial --un Audi A8 blindado-para comprar un Citron C6, Touriño reveló que cuando era vicepresidente, desde el primer día, incluso en campaña electoral el popular tuvo a su disposición un Audi A8, aunque sin blindaje, porque su cargo no lo requería. Por ello, aseguró no entender que ahora no le guste ese modelo.
También apuntó que el anterior presidente de la Xunta, Manuel Fraga, compró dos Audi A8 --en 2001 y 2002-y un Volkswagen Touareg --en 2004-sin dotación presupuestaria y, en caso del último, sin siquiera procedimiento de contratación, por lo que, a posteriori, debió pasar por un expediente de convalidación de gasto. Del mismo modo, informó de que el segundo A8 tenía un precio de 331.000 euros. Ya costaban antes los coches, ironizó.
Estoy seguro que el señor Feijóo dispone de toda esta información, aunque guardada en un cajón, sentenció, y se preguntó si ésta es la austeridad y regeneración democrática que preconiza el dirigente popular y próximo presidente de la Xunta. Tanta demagogia, oportunismo y falsedad acumulada no cabe en los edificios de San Caetano, reiteró.
DENUNCIAR PUBLICAMENTE
Preguntado sobre por qué no aportó estos datos cuando el PP le acusó de tendencia al lujo, el socialista admitió que, tal vez, a la vista de lo ocurrido, debería haberlo hecho, y achacó su negativa a hacerlos públicos a que cada uno tiene su actitud en la vida. Yo tengo una forma de comportarme y Feijóo tiene otra, expuso.
La mía no es enturbiar ni enlodar, afirmó, y entendió que no hay nada que decir sobre los coches blindados porque todos los presidentes autonómicos los tienen. Menos el del taxi, apostilló, en relación al presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, que utiliza este servicio público cuando tiene que viajar a Madrid.
VOTO EMIGRANTE
Por otra parte, sobre las dudas sembradas por el PP con respecto a las garantías del voto emigrante, Touriño evidenció que cuando gobernaban y ganaban en el exterior, estaban encantados con el sistema y no decían nada. Ahora sí, porque pierden, censuró.
Antes eran felices, aplaudían y usaban las instituciones para hacer campaña, criticó, al tiempo que añadió que de todo esto hay constancia fehaciente, fotográfica y testimonial. Es algo difícilmente atribuible a mí, señaló.
Estoy esperando que pongan en un papel cómo se hace para introducir las urnas para las europeas y que le digan a Zapatero cómo se puede resolver esto en los días que quedan, ironizó, y subrayó que este país ya es maduro. No me pidan que comulgue con ruedas de molino, sentenció, sobre las ansias renovadoras y regeneradoras del PP visto lo visto.