El Consello Regulador garantiza la calidad del producto certificado por la denominación de origen

La 'virulencia' de la marea roja preocupa al sector mejillonero

Bateas de mejillón en la ría de A Coruña. (Foto: ARCHIVO)
La marea roja que, una semana más, mantiene cerrada la práctica totalidad de los polígonos de bateas de las rías gallegas comienza a causar preocupación entre los distintos profesionales del sector del mejillón de Galicia, desde los productores hasta las conserveras, pasando por las empresas depuradoras y los cocederos.
Varios portavoces advierten de las posibles pérdidas económicas si se prolonga durante más semanas la presencia de toxinas, hecho habitual en primavera que comparan con el florecimiento de los campos pero que este año se manifiesta de forma más temprana y 'virulenta' que otros, por lo que provocó el cierre administrativo de la mayoría de los polígonos hace unos quince días.

Asimismo, el sector teme la posible incidencia negativa de la medida del Gobierno francés, adoptada el pasado viernes, de retirada de partidas de mejillón gallego por varios casos de intoxicación. En todo caso, el presidente del Consello Regulador do Mexillón de Galicia, Francisco Alcalde, subrayó, a la espera de que se clarifiquen los datos, que si llegó producto al mercado en mal estado no había sido certificado por la Denominación de Orixe Protexida (D.O.P.), puesto que esta garantiza unos controles exhaustivos, así como el control y la supervisión de las consellerías de Mar y Sanidade.


CIERRES ADMINISTRATIVOS

Este problema se une a la preocupación por los cierres de los polígonos de bateas. A día de hoy, casi el 100% de las plataformas tienen prohibida la extracción por la presencia de toxinas y una de las consecuencias más perjudiciales, a juicio de Francisco Alcalde, será la caída de cuota de mercado de este producto. El mejillón ha 'desaparecido' de los puntos de venta y 'el consumidor se puede habituar a productos sustitutivos', razona y cree que, de mantenerse la situación 'puede llevar aparejada la reducción de actividades comerciales'.

Manuel García, de la Asociación Galega de Depuradoras de Mexillón, entiende también que, 'de persistir el cierre total, habrá que buscarse la vida', pues afectará, sobre todo, a aquellas empresas que solo vendan mejillón -que no son la mayoría, pues buena parte ha diversificado su producción y también depura otro marisco, como la almeja-.

Por parte de la Asociación Galega de Cocederas de Mexillón, Serafín Santorum explica que, en esta fase de la cadena, la afectación del cierre de las bateas 'depende de si hay un pedido' y no se puede abastecer al cliente, pero, según destaca, 'históricamente' el mes de abril 'no es tiempo de mucho trabajo' y para congelado hay producto en las cámaras. La campaña 'fuerte' destinada a la conserva comienza en agosto.

El sector extractor es uno de los menos afectados. 'Es como un paro biológico', explicó el presidente de la organización de productores OPMega, Ignacio Lorenzo. 'Todo el mejillón que no se vende ahora, se vende después. Además, ahora el producto está en época de desove y no presenta buenas condiciones ni en calidad ni en tamaño', argumentó.

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