La controvertida gestión económica del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se evidenció una vez esta semana con ocasión de la publicación de la ejecución presupuestaria del Ejecutivo gallego correspondiente a 2011, aparecida en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el pasado jueves.
Mientras que en la comunidad autónoma crece la tasa de desempleo por encima de la media española y el 12,2% de paro que encontró Feijóo a su llegada al Ejecutivo, después de tres años supera ya el 20%, la situación del mercado de trabajo gallego muestra el desinterés de un Ejecutivo que con más de 280.000 parados y más de 80.000 familias que ya no tienen ningún ingreso deja sin ejecutar 160 millones de euros en el capítulo de los presupuestos del 2011 dedicados a la promoción del empleo y el mercado de trabajo, devueltos al Estado por la incapacidad de quien debiera de haberlos ejecutado.
Es de destacar que el Gobierno gallego deja sin ejecutar 44 millones de euros correspondientes al programa de empleabilidad que tendrían que haber sido dedicados a permitir la contratación de trabajadores en paro, u otros 38 millones millones para formación profesional de los desempleados, que permitirían no sólo participar en un programa de formación si no facilitar el reciclaje de los trabajadores, aumentando así las posibilidad de encontrar un nuevo trabajo.
ENDEUDAMIENTO
Además, el Ejecutivo que preside Núñez Feijóo tuvo el año pasado un ahorro negativo de 111 millones de euros, es decir que los ingresos corrientes no permiten cubrir los gasto corrientes comprometidos y es preciso endeudarse para mantener los gastos corrientes, aquellos que genera su propia estructura administrativa y no, como sucedía hasta ahora, que se endeudaba para generar inversión productiva.
En 2011, la Xunta renunció a utilizar su capacidad presupuestaria para ejecutar inversiones y a dinamizar la economía y el empleo con los 842 millones de euros de inversión que no ejecuta. Una parte de estos recursos no ejecutados procede de la previsión para 2011 y más de 650 millons de euros proceden de fondos europeos, FCI o convenios suscritos a lo largo del año o de remanentes de ejercios anteriores que fueron incorporados al presupuesto vigente y que permitirían disponer de más recursos sin incrementar ni el déficit ni el endeudamiento.
De los datos publicados en el DOG se deduce que la Xunta sólo fue capaz de ejecutar en 2011 el 61 por ciento de los capítulos de gasto productivo, por lo que 841 millones de euros del crédito vigente no fueron utilizados. Se podría afirmar que el Ejecutivo autonómico sólo gasta en funcionamiento y gasto corriente, mientras olvida totalmente el gasto productivo.
El análisis de la ejecución presupuestaria muestra también que sólo 12 de cada 100 euros gastados por el Gobierno autonómico fueron destinados a inversiones productivas que podrían dar la vuelta a la situación económica y modernizar definitivamente el tejido productivo de la comunidad gallega.
A la vista de estos datos, el responsable de empleo de la Ejecutiva del PSdeG, José Manuel Civeira, acusó ayer a los populares de no creer en las políticas de promoción de empleo y criticó, además, que Núñez Feijóo vaya a recortar 109 promotores y orientadores de empleo, cuando la comunidad autónoma pierde 94 puestos de trabajo cada día, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Es de destacar que el Gobierno gallego deja sin ejecutar 44 millones de euros correspondientes al programa de empleabilidad que tendrían que haber sido dedicados a permitir la contratación de trabajadores en paro, u otros 38 millones millones para formación profesional de los desempleados, que permitirían no sólo participar en un programa de formación si no facilitar el reciclaje de los trabajadores, aumentando así las posibilidad de encontrar un nuevo trabajo.
ENDEUDAMIENTO
Además, el Ejecutivo que preside Núñez Feijóo tuvo el año pasado un ahorro negativo de 111 millones de euros, es decir que los ingresos corrientes no permiten cubrir los gasto corrientes comprometidos y es preciso endeudarse para mantener los gastos corrientes, aquellos que genera su propia estructura administrativa y no, como sucedía hasta ahora, que se endeudaba para generar inversión productiva.
En 2011, la Xunta renunció a utilizar su capacidad presupuestaria para ejecutar inversiones y a dinamizar la economía y el empleo con los 842 millones de euros de inversión que no ejecuta. Una parte de estos recursos no ejecutados procede de la previsión para 2011 y más de 650 millons de euros proceden de fondos europeos, FCI o convenios suscritos a lo largo del año o de remanentes de ejercios anteriores que fueron incorporados al presupuesto vigente y que permitirían disponer de más recursos sin incrementar ni el déficit ni el endeudamiento.
De los datos publicados en el DOG se deduce que la Xunta sólo fue capaz de ejecutar en 2011 el 61 por ciento de los capítulos de gasto productivo, por lo que 841 millones de euros del crédito vigente no fueron utilizados. Se podría afirmar que el Ejecutivo autonómico sólo gasta en funcionamiento y gasto corriente, mientras olvida totalmente el gasto productivo.
El análisis de la ejecución presupuestaria muestra también que sólo 12 de cada 100 euros gastados por el Gobierno autonómico fueron destinados a inversiones productivas que podrían dar la vuelta a la situación económica y modernizar definitivamente el tejido productivo de la comunidad gallega.
A la vista de estos datos, el responsable de empleo de la Ejecutiva del PSdeG, José Manuel Civeira, acusó ayer a los populares de no creer en las políticas de promoción de empleo y criticó, además, que Núñez Feijóo vaya a recortar 109 promotores y orientadores de empleo, cuando la comunidad autónoma pierde 94 puestos de trabajo cada día, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
