La Xunta ya no contempla a Vigo como capital de la Eurorregión

De nuevo se vuelve a plantear Galicia en base a cuatro tipos de núcleos: centros comarcales, como A Cañiza; subcabezas del sistema urbano intermedio, como Vilagarcía; cabeceras de sistema urbano, que serían Santiago, Lugo y Ourense, y por fin los espacios metropolitanos, que consistirían en las denominadas Metrópolis Ártabra, configurada por Coruña y Ferrol, y la Metrópolis de las Rías Baixas, con Vigo y Pontevedra. En líneas generales se trata de un dibujo que mantiene el diseño de ordenación del territorio que planteaba la socialista María José Caride al frente de la Consellería de Política Territorial, y que resultó muy criticado en Vigo porque suponía plantear una especie de área metropolitana con Pontevedra que ninguna fuerza política o agente social había solicitado. La anterior Xunta se defendió advirtiendo de que no se trataba de una organización administrativa, sino territorial, pero lo cierto es que el esquema se mantiene en el ideario de la nueva Consellería de Territorio y Medio Ambiente, heredera de Política Territorial. Para que no haya dudas, Touriño negó de forma expresa la creación del Área Metropolitana de Vigo, que había aceptado antes de llegar al poder, y propuso en su campaña de las autonómicas de este año ‘construir’ entre Vigo y Pontevedra la ‘Metrópolis de las Rías Baixas’, asegurando que era un compromiso ‘inamovible’ dentro de la ordenación de Galicia. El PP parece compartir ahora este planteamiento que antes rechazaba. Estas dos regiones metropolitanas , Vigo-Pontevedra y Coruña-Ferrol, se conciben ahora como ‘ámbitos de planificación territorial y urbana, de infraestructuras, equipamientos y servicios a los ciudadanos desde una perspectiva global’. Y advierte la Xunta de que serán ‘elementos de cohesión y de articulación’ que serán desarrollados mediante ‘planes territoriales integrados’. ‘Se trata de configurar un sistema equilibrado que defina un sistema metropolitano más integrado, eficaz y atractivo’, señalan las DOT. Por lo que parece, competencia directa al Área Metropolitana previsto, de 14 ayuntamientos y sin Pontevedra. En cambio, sí hay algunas variaciones sobre el planteamiento en otros aspectos. Quizá el más llamativo, porque también supuso notable controversia, es el papel otorgado a Vigo dentro de la Eurorregión: mientras la Xunta bipartita había incluido de forma expresa que Vigo tenía las condiciones para ser ‘un punto clave para configurar la futura capital de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal por su situación central’, en las nuevas Directrices de Ordenación ha desaparecido la primera parte de la frase y sólo se dice que Vigo ‘ocupa una posición central en la Eurorregión que permitirá a este espacio asumir un creciente protagonismo en este nueva estructura territorial’. Da la sensación de que los nuevos responsables de la Consellería de Territorio han sido sensibles a las fuertes protestas de los alcaldes de Pontevedra y A Coruña y suprimido la ‘capitalidad’ viguesa, dejando a cambio un texto retorcido donde se elude este título simbólico pero antes explícito. En esta misma línea también habría que añadir que la Agrupación Europea de Cooperación Territorial, que se anunció como la figura jurídica para hacer efectiva la posición de Vigo, todavía no funciona pese a que fue creada oficialmente hace un año por Xunta y Gobierno luso. Recientemente se dio un nuevo impulso y se prevé que pueda comenzar a trabajar en 2010 para gestionar fondos comunitarios para la Eurorregión.

Desaparece la propuesta de un puerto exterior en la boca de la Ría viguesa

Otra novedad en las Directrices de Ordenación del Territorio que se encuentra en fase de información por parte de la Consellería de Medio Ambiente con respecto al documento anterior se refiere a las puertos. En las DOT de la Xunta bipartita se contemplaba como una propuesta de futuro la construcción de un tercer puerto exterior en Galicia, que se situaría a la entrada de la Ría de Vigo para servir a la ciudad y su área metropolitana. Esta instalación, como los nuevos muelles de A Coruña y Ferrol, estaría en mar abierto, en el municipio de Santa María de Oia, entre Baiona y A Guarda, y se trataría de una gran plataforma para el movimiento de contenedores. De esta forma Vigo tendría su puerto exterior y podría liberar espacio en el centro urbano. Aunque esta propuesta ya había sido rechazada de plano tanto por el Concello de Oia como por la Autoridad Portuaria viguesa —que recordó que la gran ventaja del puerto es precisamente su situación central y que está operativo los 365 días del año, lo que no se podría garantizar fuera de la Ría— resulta sorprendente este cambio, que no fue planteado de forma expresa a la Xunta por la dirección del Puerto.