Algunos de los principales protagonistas del papel 'couché' han vuelto a la rutina en un momento de cambios cruciales en sus vidas. Este semana, las revistas nos descubren nuevas relaciones, divorcios, una próxima paternidad y reabren el debate sobre la protección de los menores en los medios de comunicación a raíz del caso 'Andreíta'.
Y es que 'La Esteban', la voz del pueblo como ella misma se autodenomina, está pasando por uno de los tragos más amargos de su vida, y han sido muchos. Ahora, no solo se enfrenta a la Fiscalía de Menores, que investiga si Belén sobreexpone a su hija en los medios, sino que, en medio de la tormenta ha surgido un huracán: el divorcio.
Pocos meses después de reconciliarse con su marido Fran, una fuerte discusión ha dado al traste con la relación, según publica la revista Pronto. Eso unido al debate público que se ha abierto por la polémica intervención del Defensor del Menor en su caso, hace pensar que la 'princesa del pueblo' se siente menos princesa que nunca. Eso sí, su desdicha no se debe al dinero.
Cada vez que Belén -o alguno de sus satélites- aparece en televisión, sube el pan. O lo que es lo mismo, la audiencia. Y mientras las cadenas están encantadas con el 'culebrón de Ambiciones' o con las aventuras y desventuras de Belén Esteban, la protagonista de la historia está en condiciones de afirmar que, en su caso, el dinero no da la felicidad.
Pocos meses después de reconciliarse con su marido Fran, una fuerte discusión ha dado al traste con la relación, según publica la revista Pronto. Eso unido al debate público que se ha abierto por la polémica intervención del Defensor del Menor en su caso, hace pensar que la 'princesa del pueblo' se siente menos princesa que nunca. Eso sí, su desdicha no se debe al dinero.
Cada vez que Belén -o alguno de sus satélites- aparece en televisión, sube el pan. O lo que es lo mismo, la audiencia. Y mientras las cadenas están encantadas con el 'culebrón de Ambiciones' o con las aventuras y desventuras de Belén Esteban, la protagonista de la historia está en condiciones de afirmar que, en su caso, el dinero no da la felicidad.
