Jack Nicholson y Morgan Freeman, dos leyendas de la gran pantalla, coinciden por primera vez en el cine en 'Ahora o nunca', una reunión tardía de clásicos del celuloide que llegará el próximo viernes a España y que sigue la tradición de otros títulos como 'En el estanque dorado' y 'Los niños del Brasil'.
Ambos tienen setenta años y han protagonizado algunos de los títulos más importantes de las últimas décadas. Suman entre los dos cuatro Óscar y quince candidaturas, pero no ha sido hasta este año cuando el realizador de 'Algunos hombres buenos', Rob Reiner, ha decidido contar con esta pareja de ases cinematográficos para una misma película.
'Ahora o nunca', una 'road movie' protagonizada por dos enfermos terminales que quieren saldar sus deudas pendientes, debutó en el número uno en la taquilla estadounidense, lo que confirma el tirón de una buena suma de veteranías cinematográficas.
No es la primera vez que el séptimo arte recurre a dos grandes y experimentados actores para dar empuje a sus producciones y así un clásico sentimental de principios de los ochenta, 'En el estanque dorado' (1981), de Mark Rydell, supuso un encuentro de titanes: Henry Fonda y Katharine Hepburn.
Para el actor de 'Falso culpable' (1956) la película supuso un fantástico canto de cisne, que le reportó póstumamente el único Óscar competitivo de su carrera y le convirtió en el actor de más edad -76 años- en ganar un galardón que le llegaba cuarenta años después de haber optado a él por 'Las uvas de la ira' (1940).
La actriz de 'De repente, el último verano' (1959), con 74 años, consiguió -a pesar de su acusado Parkinson y de que el estudio tenía preparada como posible sustituta a Barbra Stanwick- su cuarto premio de la Academia, un récord que todavía no ha sido superado por ningún intérprete.
La relación de pareja crepuscular sustituía al escalofriante antagonismo entre Laurence Olivier y Gregory Peck, que habían compartido directores como Alfred Hitchcock y William Wyler pero jamás película, hasta que en 1978 Franklin J. Schaffner hizo confluir sus carreras en la terrorífica 'Los niños del Brasil'.
El actor de 'La barrera invisible' (1947) encarnó con 62 años al sádico doctor nazi Josef Mengele -por aquel entonces, todavía vivo-, mientras que el actor de 'Rebeca' (1940), de 71, luchaba contra su plan de restablecer el Tercer Reich.
Una pequeña cinta de 1987, 'Las ballenas de agosto', atrajo hacia su paz argumental a la musa del cine mudo Lillian Gish y a la gran arpía del clásico, Bette Davis, que moriría dos años después con 81 años.
La protagonista de 'Lirios rotos' (1919) y la actriz de 'La loba' (1941) jamás habían compartido planos hasta esta película, último título de la filmografía de Gish que, a sus 93 años, se convirtió en la actriz de más edad en asumir un papel protagonista en cine.
Ingrid Bergman e Ingmar Bergman, a pesar de tener el mismo apellido y país de origen, Suecia, no realizaron un filme juntos hasta 1978, cuando actriz -con 63 años- y director -con 60- rodaron 'Sonata de otoño', un filme por el que ambos optarían al Óscar y que sería la despedida del cine de Ingrid.
La protagonista de 'Casablanca' (1942) había ganado su tercer premio de la Academia por 'Asesinato en el Oriente Express' (1974), película de Sidney Lumet que inauguró la serie de adaptaciones de novelas de misterio de Agatha Christie, caracterizadas por amplios repartos, verdaderos encuentros de viejas glorias del cine.
Bergman coincidió por primera vez en aquel film con Lauren Bacall, Richard Widmark y John Gielgud, mientras que 'Muerte en el Nilo' (1978) unió a David Niven, Peter Ustinov, Bette Davis y Angela Lansbury, y 'El espejo roto' (1980) 'presentó' en la gran pantalla a Elizabeth Taylor, a Kim Novak y a Tony Curtis, entre otros.
'Ahora o nunca', una 'road movie' protagonizada por dos enfermos terminales que quieren saldar sus deudas pendientes, debutó en el número uno en la taquilla estadounidense, lo que confirma el tirón de una buena suma de veteranías cinematográficas.
No es la primera vez que el séptimo arte recurre a dos grandes y experimentados actores para dar empuje a sus producciones y así un clásico sentimental de principios de los ochenta, 'En el estanque dorado' (1981), de Mark Rydell, supuso un encuentro de titanes: Henry Fonda y Katharine Hepburn.
Para el actor de 'Falso culpable' (1956) la película supuso un fantástico canto de cisne, que le reportó póstumamente el único Óscar competitivo de su carrera y le convirtió en el actor de más edad -76 años- en ganar un galardón que le llegaba cuarenta años después de haber optado a él por 'Las uvas de la ira' (1940).
La actriz de 'De repente, el último verano' (1959), con 74 años, consiguió -a pesar de su acusado Parkinson y de que el estudio tenía preparada como posible sustituta a Barbra Stanwick- su cuarto premio de la Academia, un récord que todavía no ha sido superado por ningún intérprete.
La relación de pareja crepuscular sustituía al escalofriante antagonismo entre Laurence Olivier y Gregory Peck, que habían compartido directores como Alfred Hitchcock y William Wyler pero jamás película, hasta que en 1978 Franklin J. Schaffner hizo confluir sus carreras en la terrorífica 'Los niños del Brasil'.
El actor de 'La barrera invisible' (1947) encarnó con 62 años al sádico doctor nazi Josef Mengele -por aquel entonces, todavía vivo-, mientras que el actor de 'Rebeca' (1940), de 71, luchaba contra su plan de restablecer el Tercer Reich.
Una pequeña cinta de 1987, 'Las ballenas de agosto', atrajo hacia su paz argumental a la musa del cine mudo Lillian Gish y a la gran arpía del clásico, Bette Davis, que moriría dos años después con 81 años.
La protagonista de 'Lirios rotos' (1919) y la actriz de 'La loba' (1941) jamás habían compartido planos hasta esta película, último título de la filmografía de Gish que, a sus 93 años, se convirtió en la actriz de más edad en asumir un papel protagonista en cine.
Ingrid Bergman e Ingmar Bergman, a pesar de tener el mismo apellido y país de origen, Suecia, no realizaron un filme juntos hasta 1978, cuando actriz -con 63 años- y director -con 60- rodaron 'Sonata de otoño', un filme por el que ambos optarían al Óscar y que sería la despedida del cine de Ingrid.
La protagonista de 'Casablanca' (1942) había ganado su tercer premio de la Academia por 'Asesinato en el Oriente Express' (1974), película de Sidney Lumet que inauguró la serie de adaptaciones de novelas de misterio de Agatha Christie, caracterizadas por amplios repartos, verdaderos encuentros de viejas glorias del cine.
Bergman coincidió por primera vez en aquel film con Lauren Bacall, Richard Widmark y John Gielgud, mientras que 'Muerte en el Nilo' (1978) unió a David Niven, Peter Ustinov, Bette Davis y Angela Lansbury, y 'El espejo roto' (1980) 'presentó' en la gran pantalla a Elizabeth Taylor, a Kim Novak y a Tony Curtis, entre otros.
