Diego Armando Maradona pidió perdón el jueves por el histórico gol que marcó con el puño a la selección inglesa en el Mundial de México 1986, pero dijo que no puede cambiar la historia.
En una entrevista al periódico inglés 'The Sun', el ex capitán de la selección argentina dijo: 'Si pudiera pedir perdón y volver atrás y cambiar la historia lo haría.
En una entrevista al periódico inglés 'The Sun', el ex capitán de la selección argentina dijo: 'Si pudiera pedir perdón y volver atrás y cambiar la historia lo haría.
Pero el gol todavía es un gol, Argentina fue campeona del mundo y yo fui el mejor jugador del mundo'.
'No puedo cambiar la historia, todo lo que puedo hacer es seguir adelante', agregó.
Tras marcar el polémico tanto, Maradona se iluminó y tras dejar atrás medio equipo inglés sumó otro gol - que fue reconocido como el mejor en la historia de los mundiales- para darle al equipo argentino la victoria por 2-1.
En la entrevista, el ex astro del fútbol también se refirió a su adicción a las drogas, de la cual asegura haberse curado. 'En mi peor momento, tomaba cocaína con whisky constantemente durante tres días, dormía un día, luego tomaba cocaína constantemente durante tres días, y jugaba un partido el domingo', relató.
'No podía saber lo que ocurría a mi alrededor, pero aún seguía siendo mejor que todos los otros jugadores (...) Pensé en matarme varias veces, pero después pensaba lo que dejaría atrás. Fueron mis hijas y sus ojos lo que me ayudó. Por eso estoy todavía aquí ahora', concluyó.
'No puedo cambiar la historia, todo lo que puedo hacer es seguir adelante', agregó.
Tras marcar el polémico tanto, Maradona se iluminó y tras dejar atrás medio equipo inglés sumó otro gol - que fue reconocido como el mejor en la historia de los mundiales- para darle al equipo argentino la victoria por 2-1.
En la entrevista, el ex astro del fútbol también se refirió a su adicción a las drogas, de la cual asegura haberse curado. 'En mi peor momento, tomaba cocaína con whisky constantemente durante tres días, dormía un día, luego tomaba cocaína constantemente durante tres días, y jugaba un partido el domingo', relató.
'No podía saber lo que ocurría a mi alrededor, pero aún seguía siendo mejor que todos los otros jugadores (...) Pensé en matarme varias veces, pero después pensaba lo que dejaría atrás. Fueron mis hijas y sus ojos lo que me ayudó. Por eso estoy todavía aquí ahora', concluyó.
