Un sospechoso paquete con cables dirigido a Magdalena de Suecia ha puesto en alerta a la Familia Real sueca. El remitente ha resultado ser un admirador perturbado que le ofrecía su mano en matrimonio en la carta que acompañaba al paquete.
Un sujetador, unas medias y un montón de cables. Eso contenía la caja que un desconocido le envió a la princesa Magdalena de Suecia a la fundación World Childhood, en Nueva York. En la carta adjunta al paquete el admirador le proponía matrimonio y se dirigía a ella llamándola 'cariño mío'.
La caja pasó el escáner de seguridad y fue entonces cuando las Fuerzas de Seguridad suecas se pusieron en alerta, pero lo que llamaron a los artificieros para que examinaran mejor el contenido de la caja. Finalmente, todo quedó en un susto, confirma el New York Post.
Todavía no se sabe la identidad del desconocido que envió el paquete, aunque el Departamento de Policía de Nueva York se ha ofrecido voluntario para ayudar en la investigación.
'La Familia Real recibe correo extraño de vez en cuando, pero no es lo más habitual', afirma Jenny Alexandersson, especialista en la casa real sueca del diario sueco Aftonbladet. 'Hay muchos fans locos ahí fuera'.
Las aspiraciones amorosas del remitente se van a ver truncadas en muy poco tiempo, pues la princesa está planeando su boda con su novio desde hace siete años, Jonas Bergstrom. Ambos viven en un modesto apartamento de tres habitaciones en el centro de Estocolmo, aunque pasan gran parte de su tiempo en Nueva York.
La caja pasó el escáner de seguridad y fue entonces cuando las Fuerzas de Seguridad suecas se pusieron en alerta, pero lo que llamaron a los artificieros para que examinaran mejor el contenido de la caja. Finalmente, todo quedó en un susto, confirma el New York Post.
Todavía no se sabe la identidad del desconocido que envió el paquete, aunque el Departamento de Policía de Nueva York se ha ofrecido voluntario para ayudar en la investigación.
'La Familia Real recibe correo extraño de vez en cuando, pero no es lo más habitual', afirma Jenny Alexandersson, especialista en la casa real sueca del diario sueco Aftonbladet. 'Hay muchos fans locos ahí fuera'.
Las aspiraciones amorosas del remitente se van a ver truncadas en muy poco tiempo, pues la princesa está planeando su boda con su novio desde hace siete años, Jonas Bergstrom. Ambos viven en un modesto apartamento de tres habitaciones en el centro de Estocolmo, aunque pasan gran parte de su tiempo en Nueva York.
