El pasado verano volvió a abrir sus puertas el restaurante Arcadia, en Arcade. Era un clásico, que había iniciado su andadura en 1984 y desde el principio se había destacado por una cocina basada en los productos del mar y especialmente el marisco. Es cierto. Pescados y marisco son recetas comunes a la mayoría de los restaurantes de esta localidad marinera de gran tradición hostelera, probablemente la que más restaurantes y casas de comida tiene por habitante de toda Galicia y de otras muchas villas marineras de nuestro litoral. Pero su cierre, coincidiendo con la pandemia nos dejaba sin una especialidad que era única de este establecimiento: el salpicón de buey. Su reapertura, de la mano de dos hermanos, uno al frente de la sala y el otro en la cocina, ha supuesto la recuperación de un plato verdaderamente singular, manteniendo la misma receta gracias a la colaboración de la persona que ya lo hacía en su anterior y dilatada etapa.
Con las mismas instalaciones, la nueva dirección le ha dado algunos cambios, como la incorporación de un menú del día por doce euros que se ofrece de lunes a viernes a mediodía, o una carta que ha simplificado un poco su variedad, aunque manteniendo algunos de los platos emblemáticos de la casa. Y una particularidad: la apertura desde las 10 de la mañana a medianoche, con la cocina abierta todo el día. Un lugar para comer bien incluso a deshora.
