LA REVISTA

Zamora, enclave en la Vía de la Plata

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photo_camera Catedral de Zamora.

La ciudad del románico guarda una fuerte impronta medieval

Zamora conserva en su casco antiguo un importante legado de arte románico, lo que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. Enclavada a orillas del río Duero y en plena Ruta Vía de la Plata, su importancia medieval ha dejado huella en murallas, palacios y templos.
El Puente de Piedra que cruza el Duero da la entrada a esta ciudad de fuerte impronta medieval, conocida como la Ciudad del Románico. Sus construcciones llevan al visitante a la Edad Media, época en la que la ciudad soportó sitios y ataques. Llamada “la Bien Cercada”, por su triple cinturón defensivo, conserva casi en su integridad el primero de ellos. Destaca el Portillo de la Traición, además de la Puerta de Doña Urraca y del Obispo. Y dominando todo este trazado, el Castillo y la Catedral.


Rodeada por el Parque del Castillo, se encuentra esta fortaleza de origen árabe que aún conserva la Torre del Homenaje, la puerta y el foso. A su lado, se levantan la torre y el cimborrio de la Catedral de Zamora, sin duda, sus elementos más característicos. La cúpula gallonada y cubierta con escamas de piedra, de estilo bizantino, se construyó en el siglo XII; mientras que la torre románica que le acompaña data del XIII. En el interior del templo, sobresalen las rejas y púlpitos de hierro forjado, los bajorrelieves de la sillería del coro y el claustro neoclásico, que acoge al Museo Catedralicio.
En nuestro camino hasta la Plaza Mayor, por calles estrechas y empedradas, admiraremos un nutrido conjunto de iglesias románicas, como las de San Ildefonso, La Magdalena o San Cipriano. Bóvedas de crucería gótica, ábsides y portadas adornadas con motivos vegetales y los relieves más antiguos de la ciudad, son algunas de las joyas que, respectivamente, podemos encontrar en este hermoso paseo monumental. Merece la pena detenerse en los capiteles y arquivoltas de todos los templos románicos que encontremos a nuestro paso.


Dentro de la arquitectura civil, destacan algunos edificios más emblemáticos de traza renacentista: el Hospital de la Encarnación, sede de la Diputación Provincial; el Ayuntamiento Viejo, mandado construir por los Reyes Católicos; el Palacio de los Momos, actual sede de la Audiencia Provincial; o el Palacio del Cordón, que aloja al Museo de Zamora. Otra joya de la arquitectura renacentista es el Palacio de los Condes de Alba de Aliste (siglo XV), hoy Parador de Turismo.

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