Obituario | Víctor Magariños, el referente para una generación

El piloto y empresario pontevedrés, Víctor Magariños, falleció ayer en un accidente de tráfico tras impactar contra otro vehículo que realizaba los reconocimientos del Rally de Pontevedra, en el que planeaba participar. Víctor era un hombre tranquilo, un tipo cercano que siempre estaba dispuesto a escuchar a todo el mundo y atender a cualquier persona, ya fuese en su taller, en el que desarrollaba su trayectoria profesional o en las carreras, en las que se ganó el cariño de todos los aficionados gallegos con su conducción generosa y el sonido de su "juguete", un precioso BMW M3 que era la envidia y admiración de muchos. Precisamente ese BMW, que llegó a Galicia hace más de 20 años se convirtió junto a sus manos rápidas y hábiles en uno de los vehículos considerados fetiche de toda una generación de aficionados que crecieron escuchando el particular sonido atmosférico de un coche que creció en prestaciones al mismo tiempo que él cumplía sueños con él. Referente y consejero siempre para nuevos pilotos de la zona, impulsor y parte activa de las carreras en la provincia de Pontevedra desde mediados de los años noventa, en los que comenzó a correr con un Seat 124 en el campeonato Gallego, Víctor Magariños fue dejando de competir asiduamente en las últimas temporadas, para hacerlo de forma esporádica en eventos seleccionados y en carreras de montaña próximas a su residencia. En este caso cambiaba el M3 por un Porsche 997 GT3 con el que ya había mostrado maneras y acumulado más de una victoria dentro de la categoría de carrozados. El retorno del Rally de Pontevedra en esta temporada tan atípica también iba a ser del de su vuelta a competir por las carreteras cercanas a su casa y no es un secreto que había mostrado su felicidad por volver a hacerlo. Tres veces ganador del "Solo Gr.A", en la memoria de todos y como legado para sus dos hijos Uxío y Noa quedarán los cientos de imágenes y vídeos que surgieron en las redes sociales agradeciéndole su esfuerzo y pasión por convertir el automovilismo que tanto amaba, en algo mucho más terrenal de lo que muchas veces se puede llegar a pensar.