Una vecina de Vilaza (Monterrei), Rosa María Rolán González, denunció ante la Guardia Civil el tiroteo de dos perros abandonados, falleciendo uno de ellos a causa de las heridas que sufrió.
Los disparos se registraron en la mañana del pasado lunes cuando los canes merodeaban por los alrededores del pueblo. La denunciante salió en ayuda de los animales, pero uno, una perra con medio año de vida, ya la encontró muerta. 'El otro seguro que también fallecerá porque estaban sangrando abundantemente', explicó Rosa María Rolán.
Los perros eran parte de una camada de cuatro cabezas, todos ellos abandonados, que tomaron como hogar un prado, situado a menos de 100 metros de las viviendas de la citada localidad. La familia de la denunciante solía darles de comer, ya que, según dice Rolán González, no se mostraban agresivos con ningún vecino. 'No hacían daño a nadie', apuntó.
Pero lo animales tenían detractores, dado que en el Concello, más en concreto el propio alcalde, José Luis Suárez Conde, ya había recogido numerosas quejas de vecinos 'porque os cans pasaban a noite ladrando e non os deixaban dormir', aseguró el regidor.
Desde el Concello de Monterrei se alertó en varias ocasiones a la empresa de recogida de perros- presta el servicio a través de la Mancomunidad de Municipios de Verín- para que los recogiera y los llevara a sus instalaciones.
Las llamadas fueron atendidas, pero se da la paradoja que los canes desaparecían nada más llegar los operarios de la empresa 'e, unha vez que se marchaban, xa volvían vir para o seu sitio no campo. Non había forma de collelos', explicó Suárez Conde.
María Rosa Roldán calificó el tiroteo como una 'auténtica salvajada' y alertó a los responsables de las perreras de Carballiño, Xinzo y Ourense para que se hicieran cargo del perro que quedó malherido, así como de sus dos compañeros.
La vecina asegura que los disparos -no vio al autor- se produjeron en al lado de las viviendas, dado que la perra muerta estaba entre dos edificaciones, dentro de la zona de seguridad que deben respetar los cazadores. 'Os disparos rexistráronse prácticamente entre as mesmas casas', añadió Roldán González, que ayer temía que el autor de los disparos termine abatiendo en los próximos días a los perros que quedaron con vida aprovechando cualquier jornada de caza.
Por su parte, el alcalde José Luis Suárez Conde condenó ayer el acto argumentado que ningún vecino tiene porqué matar o maltratar a cualquier animal que esté abandonado 'cando temos un servicio de recollida que pagamos todos', apunto el regidor.
La empresa recogió en los últimos dos meses una docena de perros en Monterrei, Cualedro, Verín, Castrelo y Oímbra.
Los perros eran parte de una camada de cuatro cabezas, todos ellos abandonados, que tomaron como hogar un prado, situado a menos de 100 metros de las viviendas de la citada localidad. La familia de la denunciante solía darles de comer, ya que, según dice Rolán González, no se mostraban agresivos con ningún vecino. 'No hacían daño a nadie', apuntó.
Pero lo animales tenían detractores, dado que en el Concello, más en concreto el propio alcalde, José Luis Suárez Conde, ya había recogido numerosas quejas de vecinos 'porque os cans pasaban a noite ladrando e non os deixaban dormir', aseguró el regidor.
Desde el Concello de Monterrei se alertó en varias ocasiones a la empresa de recogida de perros- presta el servicio a través de la Mancomunidad de Municipios de Verín- para que los recogiera y los llevara a sus instalaciones.
Las llamadas fueron atendidas, pero se da la paradoja que los canes desaparecían nada más llegar los operarios de la empresa 'e, unha vez que se marchaban, xa volvían vir para o seu sitio no campo. Non había forma de collelos', explicó Suárez Conde.
María Rosa Roldán calificó el tiroteo como una 'auténtica salvajada' y alertó a los responsables de las perreras de Carballiño, Xinzo y Ourense para que se hicieran cargo del perro que quedó malherido, así como de sus dos compañeros.
La vecina asegura que los disparos -no vio al autor- se produjeron en al lado de las viviendas, dado que la perra muerta estaba entre dos edificaciones, dentro de la zona de seguridad que deben respetar los cazadores. 'Os disparos rexistráronse prácticamente entre as mesmas casas', añadió Roldán González, que ayer temía que el autor de los disparos termine abatiendo en los próximos días a los perros que quedaron con vida aprovechando cualquier jornada de caza.
Por su parte, el alcalde José Luis Suárez Conde condenó ayer el acto argumentado que ningún vecino tiene porqué matar o maltratar a cualquier animal que esté abandonado 'cando temos un servicio de recollida que pagamos todos', apunto el regidor.
La empresa recogió en los últimos dos meses una docena de perros en Monterrei, Cualedro, Verín, Castrelo y Oímbra.
