Carlos Montero: "El Festival de Cortos de Verín funciona de lanzadera y genera trabajo cualificado"

Carlos Montero, director del Festival Internacional de Cortos (FIC) Vía XIV de Verín, continúa apostando por el talento local y busca que el certamen cinematográfico, que arranca su séptima edición este martes, sea un contenedor cultural. Este año fortalece sus actividades paralelas y busca ampliar su público actual. ¿Qué resaltaría de esta edición? Estuvimos dos años manteniéndonos, tratando de sostener una programación mínima de calidad para que no se perdiera el festival. Ahora retomamos lo que siempre quisimos hacer: que el Vía XIV fuera un contenedor cultural. Tenemos una matriz que es el cine, pero creemos que en un lugar como Verín, que no es una gran ciudad, tenemos que hacer una programación variada y este año lo logramos. Entonces, ¿el objetivo es ser ese contenedor cultural? Sí. Nuestra idea es que haya una parte consolidada, que es el festival de cortos propiamente, y trabajar dentro de la organización en diferentes departamentos, incluso estamos pensando en tratar de crear una programación anual. Por el momento, el próximo paso es la colaboración con el ámbito educativo, crear un “mini-FIC” durante el curso escolar. Mientras, trabajamos con actividades infantiles. Tras dos años “a medias” por el coronavirus, ¿tenían ganas? El primer año de pandemia tuvimos que suspender conciertos que teníamos programados, el año pasado fue a medias todo porque había protocolos. Ahora retomamos el camino y la dirección que queríamos llevar, por lo que venimos con mucha fuerza y ganas. Algo que no cambia es la apuesta por lo local… Es muy importante ser visibilizadores de lo que hay en la comarca. Aquí hay muchos profesionales de la comunicación, nosotros posibilitamos una plataforma en la que la gente pueda arrancar o dejar ver lo que puede hacer. Siempre intentamos contar con gente de la comarca y de hecho casi no necesitamos llamar a personas de fuera. Eso quiere decir que aquí hay mucho potencial. Es también una forma de dejar dinero en Verín. Exacto. Tenemos 68.000 euros de presupuesto, de los que un 38% es de patrocinio privado. El Concello pone 40 mil euros, la Diputación 5.000 y la Eurocidade 2.000 euros. El gasto de personal, que al final es un retorno, es una manera de generar trabajo cualificado y de calidad, con todo lo que conlleva. Creo que esto es un valor, una de las cosas por las que sigues cuando estás frustrado, porque además de dejar dinero en Verín, sirves de lanzadera para gente que empieza aquí, más allá de la promoción que haces de Verín. El equipo está formado por 18 personas y de esos, habrá tres voluntarios, y la mayoría de los que ahora están contratados, empezaron de voluntarios. Este año quieren abrirse a más público, ¿por qué? Tenemos un perfil de mediana edad, y nos falta atraer a esa parte más joven. Creo que el camino es meterse en el ámbito educativo, el año que lo hicimos funcionó. También intentamos hacer una programación musical variada como gancho, de ahí que la Zona Roombo es importante, con mucha variedad. Es una manera de mostrar que no es un evento solo para cinéfilos, que hay cabida para todos. ¿Cuántos cortos hay este año? Este año tenemos 18 cortos de 12 países. ¿Qué es para usted el FIC? Es un hijo con todo lo que conlleva. Da muchos quebraderos de cabeza pero también muchas satisfacciones. Si tuviera que escoger algo sería la capacidad que tuvimos de materializar la primera idea con la que nació esto: el contenedor cultural. Esto nació siendo un evento para promocionar Verín. Primero fue el concepto de Vía XIV, el camino de cultura y después se materializó con los cortos.