“Os datos recollidos do evento confirman o éxito da primeira edición da Festa da Cervexa”. Así es el balance que realiza el Concello de Verín del acontecimiento que congregó a vecinos y visitantes en el ya inaugurado parque A Preguiza: “As cifras falan por si soas e deixan ben claro que esta edición vén para quedar”, añaden desde la casa consistorial.
Tras dos intensos días de celebración, la organización cerró el domingo la carpa -con aforo de 450 personas- instalada en A Preguiza con un balance “moi positivo”. Así lo confirmó ayer Gerardo Seoane, regidor municipal de la villa, quien afirmó que se abrieron un total de 125 barriles de cerveza para servir a los más de 4.500 asistentes que visitaron el recinto los días 8 y 9 de octubre.
“A cifra recollida de persoas que se achegaron á festa faise en base á ocupación da carpa e as entradas vendidas para os concertos”, remarca Seoane Fidalgo, quien se dejó ver en ambas jornadas disfrutando del evento. Una cita que, en las horas de máxima afluencia, vivió el “cheo absoluto”, siendo necesario limitar temporalmente el acceso para garantizar el cumplimiento del aforo permitido.
Buen sabor de boca
“Moi positiva” fue también la valoración final realizada por las empresas responsables de instalar los puestos gastronómicos en la fiesta -churrasco, pulpo, salchichas, crepes, callos, empanada…-. “Segundo a enquisa realizada -explicó Gerardo Seoane-, todos os participantes confirman un rotundo éxito de vendas”.
Como datos representativos, durante los dos días de celebración, se vendieron más de 1.000 salchichas, 400 kilogramos de pulpo y 50 kilos de carne “ao caldeiro”. Las colas, tanto en los puestos de comida como en los de bebida, eran notorias e incluso el viernes, los más “tardones”, se quedaron sin poder disfrutar del churrasco, que agotó sus existencias.
Además de las degustaciones gastronómicas y cerveceras, la fiesta incluyó en su programación dos conciertos de primer nivel: el viernes, Ortiga hizo bailar al público más joven al ritmo de sus canciones verbeneras; mientras que el sábado, Mitic, acercó a la villa del Támega la música de la gaita combinada con diferentes estilos musicales. Ambos conciertos colgaron el cartel de lleno, dentro del aforo permitido por la situación sanitaria actual.
A pesar del coronavirus, la I Fiesta de Cerveza verinesa devolvió “la antigua normalidad” a los vecinos de la villa, quienes, después de mucho tiempo, se rencontraron con caras ya desaparecidas de la vida social. Y es que este evento congregó a jóvenes y mayores, los que disfrutaron de una cerveza y un buen pincho, acompañados de la música de la charanga “Fuego”.
