La falta de convocatorias y el rechazo a incluir una moción fueron los argumentos de los "populares"
La corporación municipal de Verín ha decidido irse de vacaciones de la peor de las maneras posibles, con un claro y evidente enfrentamiento entre el grupo de gobierno y los concejales de la oposición y una suerte de declaraciones cruzadas que no hace sino enturbiar la ya de por sí maltrecha vida política local.
Los representantes del Partido Popular no consumieron ni dos minutos ayer en la sesión plenaria ordinaria convocada por Gerardo Seoane. Su portavoz, Jiménez Morán, pidió la palabra para justificar "que se está incumpliendo la ley, como muchas otras tantas veces al convocar un pleno, después de casi cuatro meses, prácticamente con un punto del orden del día tan importante como lo es la aprobación de las fiestas locales, sin haber traído todavía a pleno la liquidación del presupuesto del año 2016". Concluida su alocución, se levantaron sin más y abandonaron la sala. Sin embargo, el mayor de los malestares de las filas del PP no se refería al retraso en la convocatoria de las sesiones plenarias.
Antes de comparecer en el salón, ya se conocía que el alcalde, Gerardo Seoane, había omitido en el orden del día la moción por la que el grupo de la oposición solicitaba un acuerdo que requiriese de manera unámine y desde el pleno a la Diputación provincial el pago de los más de 500 mil euros que en su día comprometió para las obras del auditorio.
"Es una absoluta falta de respeto hacia este grupo y hacia los numerosos vecinos que representamos", indico Jiménez Morán, para añadir que "había alcanzado un acuerdo con el presidente de la Diputación para que se optase por esta fórmula y así acabar depositándose esa cantidad en las arcas municipales. Estamos hartos del despotismo que comienza a destilar este alcalde, que incumple la ley sistemáticamente con la anuencia de su fiel escudero Diego Lourenzo", dice el portavos de los "populares".
Procedimiento iniciado
La moción no se incorporó al orden del día por la razón que Diego Lourenzo, el teniente de alcalde, acabó justificando finalmente y después del rifirrafe matutino en las redes sociales: "O asunto da moción 'popular' presentada relativa ao pago do diñeiro que debe a Deputación non se levou na orde do día porque neste momento existe un procedemento iniciado por este goberno para conseguir que se pague o diñeiro que se debe ao Concello de Verín e que non deixa de ser un problema herdado do anterior executivo, no que o Concello de Verín quedaría sen máis de 500.000 euros procedentes do organismo provincial".
El teniente de alcalde, Diego Lourenzo Moura animó incluso a que "a presenten no pleno da Diputación xa que esta é a institución deudora e onde o Partido Popular goza de maioría absoluta para sacala adiante", apuntó.
El enfrentamiento se trasladó a la concesión del servicio de agua
Si en el veloz pleno se abrió la espita del debate, el cruce de acusaciones graves, tanto de índole pública y aparentemente punibles como personales, tuvo lugar más tarde vía comunicados de prensa. En medio, el anuncio efectuado desde la presidencia del pleno, que corresponde al alcalde, de poner en marcha una auditoría del servicio de aguas que en 2009 fue adjudicado a la compañía compostelana Espina y Delfín.
"A intención do PP ao abandonar o pleno é distraer a atención sobre o realmente importante, que era a contratación dunha auditoría externa sobre a adecuación á realidade da contrata de augas, adxudicada por eles e da que temos serias dúbidas sobre a súa calidade", entiende el regidor.
Seoane Fidalgo razona las motivaciones que llevó a su grupo acordar el inicio de esa investigación. Además de que "todo apunta a que en Verín existe un considerable descontento e malestar na poboación con respecto á prestación do servizo público de abastecemento de auga, resultando manifesto que se está a producir un desequilibrio económico na concesión. Deberá valorarse tamén en qué medida se ten desatendido a concesión e cales poidan ter sido os posibles incumprimentos contractuais por parte da concesionaria", argumenta el regidor en su escrito.
Ninguna de las razones anteriores le vale al exalcade. "Los cabreos con la empresa concesionaria son originados cuando amigos o conocidos del mismo se le van a quejar a la Alcaldía si la empresa, por impago o incumplimiento del reglamento del agua les notifica algún corte de suministro". Con registro de entrada 9857, de 2016, figura un escrito, en el Concello de Verín, remitido por la entidad concesionaria y de título "apertura de expediente de corte de impagados", con una relación de deudores "y uno de los nombres que allí figura es, sorprendentemente, el del propio alcalde", concluye Jiménez.
