Rendir homenaje a su padre, Manuel Justo González, "o Ferreiro" del pueblo de As Chas, en Oímbra, y proteger a los más pequeños de esta localidad -que ya pueden salir a las calles- frente al coronavirus. Fue el deseo de su mujer e hijas cuando decidieron promover la iniciativa de donar un centenar de mascarillas confeccionadas con Tejido No Tejido (TNT o lámina de fibras flexibles y sin trama, como el fieltro) a los pequeños de entre 3 y 14 años empadronados en el concello de Oímbra, un gesto que ayer mismo la propia alcaldesa, Ana María Villarino, quiso agradecer públicamente.
Las unidades fueron elaboradas entre las empresas Badum Badero y Utilíceme S. L., esta última propiedad de Montserrat Justo, una de las hijas de "o ferreiro", que siempre les inculcó a todas ellas el amor por Galicia, en general, y por Oímbra y As Chas -de donde era oriundo- en particular.
"Nosotros creamos hace algunos años esta empresa a través de la que vendemos todo lo necesario para hostelería como pueden ser productos de higiene, papel de baño, higiénico...", explica Montse, natural del País Vasco, pero afincada en Galicia, ya que en Pontevedra está la central de su empresa. "Cuando llegó la crisis del coronavirus tuvimos que reinventarnos porque el 90 por ciento de nuestra clientela cerró sus puertas. Sólo nos quedó abierto el pequeño comercio", añade.
Los responsables de la tienda de ropa infantil de Cangas, en Pontevedra -Badum Badero-, también en crisis por la emergencia sanitaria, se sumaron a una iniciativa conjunta con Utilíceme para confeccionar mascarillas, batas, gorros y material sanitario. "Nosotros ya comercializábamos antes de esta situación el polipropileno -TNT- para manteles y otros enseres. Decidimos aunar los conocimientos de ambos y sacar adelante el proyecto", añade.
La donación a Oímbra
Montserrat Justo asegura que su padre Manuel siempre les enseñó a amar Oímbra y As Chas. "Mi padre falleció hace seis años y, de hecho, aunque residió gran parte de su vida en el País Vasco está enterrado en As Chas. Fue su última voluntad. Nos enseñó a amar a su tierra, de hecho, mis sobrinos hablan gallego", reconoce Montserrat. "Cuando fuimos conscientes de que no había mascarillas para toda la población y viendo que los niños iban a empezar a salir a la calle decidimos, entre mis hermanas y yo, donar las mascarillas al pueblo de Oímbra. Nos pusimos en contacto con la alcaldesa y nos facilitó el censo de los niños entre el tramo de 3 a 14 años", añade.
Las mascarillas, de múltiples estampados -calaveras, pingüinos o zorros- llegaron ya al Concello de Oímbra. "Queremos que estas cosas tan horribles pues no lo sean tanto y los niños puedan encontrar una pequeña parte divertida", dice Montse.
Los padres de Oímbra pueden ya pasar a recoger las unidades para sus hijos en horario de 09,00 horas a 14,00 horas.
